¿Dejar la relación? ¿Seguir intentándolo?

Hola, buenas, mi caso es el siguiente:
Llevo 9 meses más o menos con mi pareja, Yo tengo 24 años y él 27. Todo ha sido desde el principio muy profundo y hemos avanzado bastante deprisa, incluso decidimos irnos a vivir juntos, tema que aun está en proyecto. Todo era maravilloso excepto en algunos momentos de choque de personalidades, pero siempre lo arreglabámos y acabábamos en un punto nuevo más especial y con más unión que antes de las riñas. A mi prácticamente me apetecía pasar todo el tiempo que pudiera con él, en el trabajo solo esperaba la hora de salir para estar con él, algo que a mi entender, es muy normal en un estado de enamoramiento. Él también disfrutaba mucho pasando tiempo conmigo, cambiamos algunas de nuestras formas de vida, yo ya salia menos con mis amigas y él menos con su amigos, dormíamos juntos todos los días en su casa, prácticamente solo nos separábamos para ir a trabajar o alguna comida familiar. Pero desde hace un tiempo a esta parte, como hace unas 3 semanas, vengo notando cosas extrañas, sensaciones quizá. Me da la sensación de que me oculta algo, o que no me dice toda verdad, que hay algo que él sabe y yo no y que tiene que ver conmigo, o bien con la relación, o con él. Cuando le he sacado el tema él se pone muy tenso o enfadado y a la defensiva y me dice que siempre estoy buscándole cositas por las que preocuparme o que le duele mucho que dude de él, que le agota. Entonces yo dejo el tema cerrado y no le vuelvo a preguntar. Ayer, el día de nochebuena, tuve que trabajar a mediodía y él me llevó al trabajo y cuando le pregunté si iba a ir a recogerme se me quedó serio mirándome como dándome a entender que seria un problema para él. Yo sabía que él iba a salir con sus amigos a mediodía y claro me dijo que seria un coñazo coger el coche para ir a por mi. Yo no le di más importancia, y al salir, media hora antes por cierto, me cogí el bus y me fui a mi casa, a mi no es que me guste la fiesta especialmente y tampoco me apetecía irme con él y con sus amigos, prefería estar con mi familia. ¿Cuándo llegué a mi casa me llamó para decirme que había ido a recogerme al trabajo que donde estaba?, y le dije que había salido media hora antes y que ya estaba en casa, entonces él fue a mi casa a verme y estando allí yo ya empecé a sentirme rara, y antes de irse me dijo que cuando se fuera a ir a su casa para cenar primero se pasaría a verme. Quizá todo se ve desde fuera muy normal pero yo empecé a sentir que solo estaba conmigo cuando le sobraba tiempo. Me sentí muy mal y le dije que prefería que no viniera después a verme, que se fuera a su casa directamente. Ahí empezó toda la discusión, él no entienda mis sentimientos y por más que se lo explicaba decía que es a mi me molestaba que saliera con sus amigos, cuando no es así, solo sentí que no le apetecía estar conigo, que prefirió hacer otra cosa. Y hemos pasado toda esta noche hablando sobre el tema, y fríamente pensé que tal vez es que seamos diferentes, que seamos incompatibles, pero nos queremos tanto... Y lo veo tan tontería el asunto... Que acabé por decirle que tenia razón y que no tenia derecho que decirle nada de lo que le dije, que sentía haberle hecho dudar de él mismo y que no lo hiciera nunca porque era una persona brillante, que lo amaba. Y su contestación ha sido: "sí, hombre no suena bien que yo diga que tienes razón, pero sí soy así." Y a mi me vuelve a entrar la sensación de "¡PERO BUENO!" No sé quizá esperaba algo de comprensión por su parte también... Y me estoy planteando que este no es el tipo de relación que quiero, que quiero alguien que mire también un poco más por mi y no tanto por el. No sé qué hacer, de verdad, no tengo ni idea, por un lado creo que debo dejarlo porque no es lo que quiero, por otro lado pienso que tal vez sea yo la que no entiendo bien las cosas... Agradecería ayuda y consejo. Gracias.

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La situación que estás viviendo con tu pareja no es nada anormal ni patológico. En toda relación sentimos que somos como la media naranja de nuestra pareja, como que somos el complemento. Y en una relación madura no hay nada más falso que eso. Como le digo a mis pacientes, no son media naranja, sino dos naranjas completas y juntas hacen un jugo increíble. Tu pareja, como cualquier ser humano (incluyéndote a ti) tiene sus prioridades en la vida. Y eso no es nada malo; simplemente que hay tiempo para todo. Si tú tienes una prioridad y esperas que tu pareja tenga la misma que tú, estás creando expectativas; no hay nada que haga más daño a una relación que las expectativas; si tú esperas que tu pareja haga o diga tal cosa que a ti te suena bien, entonces estás poniendo una gran presión sobre él; nadie va a cumplir con el 100% de tus expectativas, mucho menos él, como hombre; lo único que puedes conseguir con tus dudas y expectativas es asfixiarlo, presionarlo y a nadie le gusta ser presionado por otra persona y estoy seguro que a ti tampoco. Una relación MADURA, como me imagino que la quieres tener con él, no se basa en expectativas sino en la confianza mutua de saber y conocer bien a tu pareja. Respeta y admira cualquier diferencia de opinión que puedas tener con él; platícala pero sin presionarlo; como tú bien lo dices, después de cualquier diferencia de opinión, la relación se enriquece, siempre y cuando estés dispuesta a ello; usa el amor y el cariño que le tienes para generar esa confianza indispensable en toda relación. Trabájala, ponle toda tu energía y da antes de recibir; él percibirá esa actitud en ti y si es un hombre inteligente, sabrá recompensártela; mi esposa nunca me presiona, me deja ir y hacer lo que yo quiera; sin embargo, yo siempre estoy en casa, con ella y con mis hijos, y no me canso de halagarla y cumplirle todos sus gustos; y eso sucede porque soy un hombre inteligente y afirmarlo no me hace soberbio ni engreído sino aún más inteligente; por lo que me comentas tu pareja también lo es y él sabrá reconocer la belleza de tu nueva actitud, llena de libertad, amor y espiritualidad. Espero este mensaje te sea de utilidad. Saludos desde el bello país de México
Dr Denis
Hola Dr Denis,
Estoy de acuerdo con todo lo que dice y agradezco su respuesta tan rápida. Pero aún tengo algunas dudas. En primer lugar, como usted bien dice, tenemos prioridades distintas ¿no resulta triste y frustrante para mi que mi principal prioridad sea una persona que a su vez da prioridad a otras personas? ¿No significa eso que no queremos lo mismo de una relación? Podría yo cambiar de prioridades para no sentirme así, pero entonces me sentiría falsa conmigo misma, pues lo que yo quiero en una relación es darle todo y todo mi tiempo, y lo que haga, hacerlo con él. Al igual que hacer con él lo que él haga. Compartir. También sobre este tema he de aclarar que cuando yo por algún casual he hecho algo sin él, él se siente mal también, se siente como yo... Y yo le comprendo, pero luego, cuando a mi me pasa, no me comprende.
Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo con usted en que las diferencias hay que hablarlas sin presionar a la otra persona, pero con mi pareja resulta casi imposible el hecho de que no se tome a mal cualquier tema que deseo aclarar, cualquier cosa que intento hablar con él se la toma como un ataque personal, y tengo que repetirle como 10 veces que no le estoy diciendo que esté haciendo nada malo, que solo quiero hablarlo. ¿Cómo puedo hacer para que no se sienta así?
Y, por último, usted me dice que de, pero mi problema consiste en que siento que llevo estos 9 meses dándolo todo y ahora es cuando me estoy empezando a dar cuenta que no recibo el mismo amor, el mismo cariño, que me siento a falta de cariño y comprensión.
Le agradezco de verdad su atención y sé que tiene razón en que no tengo que crearme expectativas, pero creo que hay más problemas a parte de eso. Agradecería que me diera su opinión sobre si realmente soy irracional y debo cambiar mi forma de pensar y actuar o si mi forma de ser es normal y lo único es que busco algo diferente a lo que él pueda y quiera darme. Muchas gracias.
Un cordial saludo hasta México.
Debo felicitarte porque crees fervientemente en una relación de pareja y la gama enorme de posibilidades que uno puede vivir en ella; y eso no tiene nada de irracional. Sin embargo, más que irracional estás siendo muy racional; como decimos en México, "le estás buscando cinco patas al gato". Esperas mucho de la relación: que él se interese en pasar todo su tiempo contigo, que siempre escuche con buena actitud cualquier cosa que tu le plantees (aunque sea justificada) o que de en la relación exactamente lo mismo que tú (o si se puede un poquito más. Eso, amiga mía, es en verdad imposible. Te voy a poner un ejemplo: a mí me gusta escribir poemas o cartas a mi esposa y le he escrito cientos. ¿Sabes cuántos me ha escrito ella? Uno o dos en más de 8 años. ¿Doy más que ella en la relación? Hace algunos años tuve cáncer y ella pasó varias noches acstada en el piso junto a mi cama en el hospital; una de esas noches la miré, mientras dormía y me di cuenta que eso valía más que 1000 poemas. ¿A dónde quiero llegar? Nadie, absolutamente nadie, hará siempre lo que tú esperas, porque el amor o la amistad de los demás se mostrará ante ti siempre de maneras insospechadas e inesperadas. Y eso es un consejo de vida que debes tomar en cuenta en los muchos años que aún estarás en este mundo. Respecto a tu pareja, yo no sé hasta que punto su relación esté gastada, cansada; yo no sé si él está dispuesto a seguirte el ritmo en la relación o ya se está quedando atrás; eso es algo que tú en el fondo sabes muy bien, con esa voz interior que a todos nos dice lo correcto. Si tú crees que la convivencia con él es ya cansada, tediosa o estresante, si sientes que no tienen una buena comunicación´, quizás sea tiempo de emprender nuevos caminos. Pero lo que sí es seguro es que debes dejarte ir, consuelo, disfrutar de lo que cualquier relación con otra persona te puede enseñar. Nunca nadie hará siempre lo que quieras. Hay una frase que siempre recuerdo y que me sirve mucho: "yo ya no tengo lo que quiero; en vez de eso, yo quiero lo que tengo". Y no es resignación sino la aceptación humilde de lo que la vida te va dando y el sentido de sacarle provecho al enorme aprendizaje que eso te da. Déjate ir, da todo lo que puedas pero no esperes nada a cambio; sé la mejor novia o esposa sin esperar que tu pareja rinda igual que tú en todo; hay una oración que no pertenece a ninguna religión y dice: Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar; dame valor para cambiar las que sí puedo y finalmente, dame sabiduría para reconocer la diferencia. En esa oración se encuentra la base del juego de la vida, la que a tus 24 años estás comenzando a conocer en su real magnitud. Mucha suerte y estoy a tus órdenes en lo que mi experiencia pueda servirte.

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