Me enamoré de un chico en el colegio. Sueño con él. Aún le deseo, creo estar obsesionada por su amor
Buenas:
Hace diez años tuve un amor de estos de colegio, iba detrás de un niño desde los 11 años hasta los 15; me vestía para él, vivía para él y bueno todo giraba a su alrededor, el caso es que no hubo nada.
Me mudé del pueblo donde vivía a la capital hace diez años, no he vuelto ha saber nada de él pero a´´un hoy en día sueño con él. No es que sea producto de mi soledad ya que esto se ha repetido hasta cuando he tenido pareja y la verdad que esto me inquieta ya que no se si estoy como una cabra.
Usted que opina. Gracias
Hace diez años tuve un amor de estos de colegio, iba detrás de un niño desde los 11 años hasta los 15; me vestía para él, vivía para él y bueno todo giraba a su alrededor, el caso es que no hubo nada.
Me mudé del pueblo donde vivía a la capital hace diez años, no he vuelto ha saber nada de él pero a´´un hoy en día sueño con él. No es que sea producto de mi soledad ya que esto se ha repetido hasta cuando he tenido pareja y la verdad que esto me inquieta ya que no se si estoy como una cabra.
Usted que opina. Gracias
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Respuesta de ndoa
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Para comenzar, comentarte que poco o casi nada se puede asegurar, desde un punto de vista rigurosamente científico, a propósito de los sueños o mejor dicho de las ensoñaciones. Se sabe que son productos de la actividad cerebral que ocurren en determinados periodos o momentos del sueño, pero no se sabe mucho acerca de porqué tienen esos contenidos y no otros.
¿Me cuentas que han pasado años y piensas que ese amor adolescente? Creo entender- debería estar a estas alturas muy lejos de tus pensamientos. Y efectivamente lo está, pero te aparece en sueños. Te explicaré algo que quizás te haga comprender lo que te pasa.
Ocurre que tenemos todos un cerebro que está construido como una cebolla. ¿La partes más primitivas? Evolutivamente hablando- del cerebro son las centrales y las partes externas son las más modernas. Las partes internas se ocupan de controlar distintos procesos más o menos automáticamente, sin que seamos consciente de ello. ¿Otras? ¿Capas? ¿Se encargan de gestionar las emociones y el funcionamiento digamos? ¿Instintivo? E irracional. Las capas externas nos permiten las funciones cerebrales más avanzadas, el juicio, el razonamiento, el lenguaje, etc.
Según mi opinión, ¿ocurre qué tu? ¿Cerebro emocional? Sigue recordando aquella relación a la que no das mucha importancia, desde el punto de vista racional, pero sí lo tuvo emocionalmente. Da la casualidad que el cerebro emocional tiene un extraordinaria capacidad de recuerdo. Es decir, tu cerebro emocional sigue recordando aquello que tu cerebro racional ya no necesita recordar. Todo esto hace que esta huella indeleble de aquél amor siga aflorando a tu cerebro racional a través de los sueños.
No, no estás con una cabra. Lo que te pasa es normal.
Un abrazo.
¿Me cuentas que han pasado años y piensas que ese amor adolescente? Creo entender- debería estar a estas alturas muy lejos de tus pensamientos. Y efectivamente lo está, pero te aparece en sueños. Te explicaré algo que quizás te haga comprender lo que te pasa.
Ocurre que tenemos todos un cerebro que está construido como una cebolla. ¿La partes más primitivas? Evolutivamente hablando- del cerebro son las centrales y las partes externas son las más modernas. Las partes internas se ocupan de controlar distintos procesos más o menos automáticamente, sin que seamos consciente de ello. ¿Otras? ¿Capas? ¿Se encargan de gestionar las emociones y el funcionamiento digamos? ¿Instintivo? E irracional. Las capas externas nos permiten las funciones cerebrales más avanzadas, el juicio, el razonamiento, el lenguaje, etc.
Según mi opinión, ¿ocurre qué tu? ¿Cerebro emocional? Sigue recordando aquella relación a la que no das mucha importancia, desde el punto de vista racional, pero sí lo tuvo emocionalmente. Da la casualidad que el cerebro emocional tiene un extraordinaria capacidad de recuerdo. Es decir, tu cerebro emocional sigue recordando aquello que tu cerebro racional ya no necesita recordar. Todo esto hace que esta huella indeleble de aquél amor siga aflorando a tu cerebro racional a través de los sueños.
No, no estás con una cabra. Lo que te pasa es normal.
Un abrazo.
