A que tengo derecho si me quiero separar de mi marido?
Estoy casada desde hace 13 años en Bilbao y con separación de bienes. La casa y el garaje así como acciones que tengo son de antes de casarme o heredadas por mi padre. ¿El puede pedirme la parte que pago por la reforma de la casa o los gastos pagados por vivir en ella?
Tenemos dos hijas menores de 11 y 9 años. No quiero la custodia compartida. No me parece buen padre. Está declarado Alcoholicos y ha ido a reuniones de Alcoholicos Anonimos. También está tratado por depresión. Jamás ha atendido al 100% a las niñas y ellas quieren vivir conmigo.
Ahora me he enterado que tiene deudas por mucho importe y pretende que le avale un crédito personal el cual me he negado.
Va a empezar a trabajar en otra empresa que va a cobrar menos y me dice que aunque yo ponga mi parte de gastos en casa (50%) aunque no trabaje ya que lo deje al quedarme embarazada, yo me he mantenido yo exclusivamente y la mitad de mis hijas, pues que trabaje para que el se pueda quedar fines de semana descansando...
Son muchas cosas, deogas, alcohol, pufos... Emails con prostitutas ofreciéndolas dinero... He aguantado por mis hijas pero ya no puedo más. Quería esperar a que fueran mayores de edad pero no puedo aguantar 9 años más!
¿Tendria alguna posibilidad de tener la custodia y guardia de las niñas?
1 respuesta
En estos casos el padre no pide la custodia de las niñas para ejercer como tal, sino como elemento negociador para obtener mejores réditos económicos, en general una disminución o incluso la desaparición de la pensión por alimentos. Le sugiero que designe una abogada experta (las cuestiones de familia las pelean mejor las mujeres) y que tenga en cuenta que su único propósito es el de exigir el máximo dinero mensual para las niñas y nada más. Está en separación de bienes y la casa es suya. Pensar en mantener una relación íntima porque se benefician los hijos es un error catastrófico. Liquide esta situación cuanto antes: sus hijas le agradecerán la estabilidad familiar y usted podrá reconstruir su propia vida sentimental.
