Amar y mar II
Las armas que no han sido usadas fueron: las secretas que no prosperaron, las obsoletas e inutilizadas. El resto, fue utilizado.
Nuevamente, y sin respuestas pueriles, por favor, Por qué bendecir un arma cuya única finalidad es matar -la de un barco navegar, ¿pero el precepto no dice No navegarás-?
Nuevamente, y sin respuestas pueriles, por favor, Por qué bendecir un arma cuya única finalidad es matar -la de un barco navegar, ¿pero el precepto no dice No navegarás-?
1 respuesta
Respuesta de patoace
En primer lugar, reitero que la bendición es una plegaria a Dios, por lo tanto, deberías preguntar a quien bendice qué es lo que pide, y luego juzgar esa petición.
Te recuerdo también que existen circunstancias donde es lícito matar a otra persona, y tal es el caso de la legítima defensa y de la guerra justa. Por otro lado, la sola presencia de armas puede ser conveninte para amedrentar a un oponente beligerante.
En fin, las circunstancias pueden ser muchas y si quieres juzgar a quien bendice las armas te sugiero preguntar a esa persona qué es lo que le pide a Dios mediante esa bendición, tal vez te lleves una sorpresa, porque no creo que nadie bendiga para la destrucción ¿tú sí?
Te recuerdo también que existen circunstancias donde es lícito matar a otra persona, y tal es el caso de la legítima defensa y de la guerra justa. Por otro lado, la sola presencia de armas puede ser conveninte para amedrentar a un oponente beligerante.
En fin, las circunstancias pueden ser muchas y si quieres juzgar a quien bendice las armas te sugiero preguntar a esa persona qué es lo que le pide a Dios mediante esa bendición, tal vez te lleves una sorpresa, porque no creo que nadie bendiga para la destrucción ¿tú sí?
De me lleva de una malentendido a otro peor (de bendecir lo que mata por la supuesta capacidad disuasoria). Lo único que se sobre las armas lo dijo Jesús: el que a espada mata a espada muere. Y la única guerra justa (no conocí ninguna de las que emplean armas que sea Justa) es la de la Paz, sin armas.
Sino, Barrabás tenía razón, más que el Nazareno. Lamento su pasiva aceptación de argumentos abstractos.
Sino, Barrabás tenía razón, más que el Nazareno. Lamento su pasiva aceptación de argumentos abstractos.
