Problemas con los estudios
Mi hijo va regular en los estudios y esta castigado (no es un chico malo ni problemático), solo que es muy flojo para estudiar o por lo menos es lo que creemos nosotros. No es capaz de quedarse a estudiar una noche y en cambio si para ponerse a jugar con la maquinistas, la cual la tiene prohibida, pero yo se que ha jugado por la noche. Dentro de poco tiene una excursión a la que quiere ir, pero le hemos dicho que si sigue así con los estudios no ira, no se ya como hacerle ves las cosas, ni si con estos castigos lo estamos haciendo bien. Agradecería me aconsejarais sobre esto, muchas gracias.
1 respuesta
Lo de estudiar por la noche tendría que ser, en todo caso, algo excepcional; y si esa necesidad no sale de uno, sino que es impuesta, la cosa se complica un poco más; ya se sabe que al ser humano le cuesta menos trabajo lo que requiere menos esfuerzo; eso no tendría nada de extraño en el sentido de anormal, aunque, por supuesto, lo ideal es guiarse no por lo que apetece, sino por lo mejor.
Yo no empezaría por los castigos, menos los que sean malos en sí mismos, sino que atendería a la motivación. Tampoco recurriría a una especia de vigilancia continua de aspectos superficiales o externos, sino que iría viendo en cuanto a motivación y viendo, según la obligación de padres, la respuesta, pero no continuamente o con angustia, y menos sin corrección, ya que eso podría ser perjudicial. Y contraproducente.
Las motivaciones para lo que cuentas, y sobre lo que incluso dudas (como dices, "o por l o menos es lo que creemos nosotros") pueden ser diversas, e incluso no todas negativas; ya se sabe que ni los planes, ni los contenidos, ni los métodos son los ideales, o incluso podría no ser buenos, y no todo el mundo reaccionaría igual; incluso podría, por una mayor capacidad, ser más crítico.
Yo atendería a una motivación nuclear en el niño que abarque toda su vida; que no se guíe por lo apetecible, sino por hacer el bien, el mayor bien con su vida, y sin angustia ver si hay algún factor mejorable al respecto; te puede servir el verlo con distancia, por ejemplo como si lo vieras dentro de 25 o 50 años; por supuesto la oración personal, estando en Gracia de Dios, procurando purificar y rectificar la intención continuamente al respecto de lo que piensa hacer, y lo que ha hecho; ayudar al chico a hacer oración; generalmente hay poco silencio útil en las casas; incluso el reunirse para estar en silencio podría ser una buena idea, al menos de 15, 30 minutos; y no hacerlo todo sin pensar y dejándose llevar por conductas impuestas que no sabe uno ni de donde viene tal imposición, o dejándose llevar por intereses materiales.
Los padres están como guía y cuidado del niño, al que deben dirigir hacia Dios.
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