¿Qué considerar antes de someterse a un aumento de senos?

Si bien el aumento de senos es la cirugía estética más frecuente en Norteamérica, las pacientes deben tener en cuenta varios factores antes de optar por un aumento de senos.

¿Implantes o transferencia de grasa?
Los implantes de solución salina o silicona no son las únicas opciones para un aumento de senos. Las estadísticas de la ASPS muestran que los procedimientos de aumento de senos con injertos de grasa autóloga (es decir, derivados de la paciente) aumentaron un 72 % en 2016. El procedimiento implica la liposucción para extraer grasa de otras partes del cuerpo. Una vez extraída, la grasa se procesa para su inyección en los senos. Tenga en cuenta que con este tipo de aumento solo es posible un aumento de hasta dos tallas de copa.

Un aumento de senos no puede corregir la flacidez de los senos.
De hecho, un aumento de volumen en los senos puede agravar la flacidez. El procedimiento adecuado para corregir la flacidez de los senos es un levantamiento de senos o mastopexia. El levantamiento de senos implica tensar los tejidos y eliminar el exceso, así como reposicionar las areolas y los pezones a posiciones más adecuadas. Muchas pacientes, especialmente aquellas que han estado embarazadas y amamantando, desean levantar y aumentar sus senos, en cuyo caso se puede realizar una mastopexia de aumento o una combinación de aumento y levantamiento de senos.

Los implantes mamarios deberán reemplazarse en algún momento.
Si bien los implantes mamarios modernos son seguros y duraderos, no son dispositivos para toda la vida. Los implantes actuales suelen durar más de una década antes de requerir reemplazo. Las pacientes con implantes deberán realizarse chequeos anuales y autocontroles con regularidad. La FDA recomienda que las pacientes con implantes de silicona (cuyas fugas son menos evidentes) se realicen resonancias magnéticas tres años después de la cirugía y cada dos años a partir de entonces.

Prepárese para someterse a otra cirugía de senos en el futuro.
La mayoría de las pacientes de aumento de senos sobrevivirán a sus implantes o podrían someterse a un levantamiento de senos junto con el reemplazo de los mismos. Teniendo esto en cuenta, es importante mantener una relación con un cirujano plástico experimentado y certificado (preferiblemente, el mismo que realizó la cirugía inicial).

Elegir un tipo de implante mamario no es tan sencillo como elegir entre solución salina o silicona.
Existen varios factores a considerar al elegir implantes mamarios: forma (redonda o en forma de lágrima), textura (cubierta lisa o texturizada) y perfil. El tamaño adecuado también puede depender de las proporciones corporales, la postura y la elasticidad de la piel. Los implantes demasiado grandes pueden acelerar la ptosis mamaria o contribuir a futuros problemas de espalda y hombros.

Ubicación de la incisión
Si bien la mayoría de las mujeres pueden amamantar después de un aumento de senos, la ubicación de la incisión elegida puede afectar esta capacidad. Generalmente, la mayoría de los cirujanos recomiendan que las mujeres que deseen amamantar en el futuro se realicen las incisiones en el pliegue submamario o en la axila, en lugar de una incisión alrededor de la areola.

Colocación del implante
Se deben tener en cuenta consideraciones similares al decidir dónde se ubicará el implante. Las opciones incluyen la colocación subglandular (entre la glándula mamaria y el músculo pectoral) y submuscular o subpectoral (debajo del músculo). Ambas posiciones tienen ventajas y desventajas.

Lo que observe inmediatamente después de la cirugía no será el resultado final.
La hinchazón y los hematomas son comunes en la mayoría de los procedimientos quirúrgicos; sin embargo, muchas pacientes se preocupan por la cantidad de hinchazón que podrían observar en los días inmediatamente posteriores a la cirugía. La hinchazón puede tardar semanas en desaparecer, junto con el ajuste de los implantes mamarios a una posición adecuada.

Si fuma, debe dejar de fumar al menos dos semanas antes de la cirugía.
Incluso un solo cigarrillo antes de la cirugía puede ser un riesgo, y muchos cirujanos plásticos pueden negarse a realizar el procedimiento si no se sigue esta regla. La nicotina puede contraer los vasos sanguíneos y dificultar la circulación sanguínea, y el monóxido de carbono puede afectar el suministro de oxígeno al tejido en proceso de cicatrización.

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