¿Cuál es la ética de las filosofías?

¿Cómo es la ética de la filosofía antigua y la filosofía moderna? ¿Quién habla sobre libre albedrío en la filosofía medieval? (Dar ejemplos)

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Es un tema muy complejo, no creo que recibas respuestas, y menos, a lo lejos, eso se tiene que hablar en persona, además, cada persona que algo sepa, tendrá su opinión, he visto supuesto filosofo metido en política, que de filosofía no queda poco, y gente con poca instrucción, que sabe mucho más de la vida, sobre ética, a veces depende de la moda, no hay filosofía antigua o medieval o moderna, es solo una opinión, nada más,, filosofía, "amor al conocimiento", no puede estar supeditado al tiempo, se conoce la verdad o no se conoce, y sobre filosofía que se estudia en la facu, hay bastante que desear y si puedes visitar alguna biblioteca vieja, publica, veras muchos tesosoro de gente que escribió, y no los conoce casi nadie, pero el que tiene que rendir un examen, sea de la carrera que sea, tiene que apegarse a la cartilla, así es la cosa. Sds.

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Voy a intentar dar una respuesta, no se si es lo que realmente estás buscando;

Filosofía antigua

Si hubiera que buscar un rasgo distintivo de la filosofía antigua tendríamos que señalar, probablemente, la preeminencia del objeto. En el punto de partida de la reflexión filosófica se encuentra, desde Tales de Mileto, la aceptación de que existe algún tipo de realidad "objetiva" a la cual ha de ceñirse el conocimiento. Dicha realidad puede consistir en un elemento físico, material, como ocurre en la Escuela de Mileto y, en general, entre todos los filósofos presocráticos, (incluyendo el "número" de los pitagóricos, quienes al parecer lo concebían como una entidad material); o puede consistir en un elemento inmaterial, como las Ideas de Platón.

En efecto, pero sea como fuere, la búsqueda del "arjé", de la primera causa objetiva de la realidad, determinará las subsiguientes interpretaciones de lo real. Todos los demás problemas filosóficos estarán, de alguna manera, subordinados a este. El cambio de orientación en la investigación filosófica que impondrán los sofistas, dirigiendo sus investigaciones hacia al lenguaje, el ser humano y la sociedad, no altera la predisposición a aceptar "ingenuamente", como se ha señalado en numerosas ocasiones, la existencia de una realidad objetiva, independiente del ser humano que la piensa, y a la que ha de ceñirse todo lo existente, incluido el pensamiento mismo. Sin duda alguna, la historia de la Filosofía comienza con el filósofo y matemático griego Tales de Mileto, en el siglo VI a.C.

La primera etapa (Filosofía Antigua) abarca desde el siglo VI a.C. hasta la irrupción del cristianismo en el Imperio Romano —la cual, dado que fue gradual y progresiva, no puede ser fechada de modo preciso, pero se ubica entre los siglos II y IV—. Esta etapa se caracterizó por la actitud de asombro de los pensadores ante la Naturaleza. Los antiguos creían que el mundo existía desde siempre y que tanto los dioses (inmortales) como los hombres (mortales) formaban parte de él. Los dos filósofos más destacados de esta época fueron: Platón (427-347 a.C.) y Aristóteles (384-322 a.C.). A ellos deben sumarse los presocráticos (Heráclito, Parménides, Pitágoras, etc.), el propio Sócrates, los sofistas (Protágoras, Gorgias, etc.), los epicúreos y los estoicos, entre otros.

Se puede decir, que la Filosofía, existían influencias y relaciones de aprendizaje entre los pensadores, se constituye así una tradición filosófica, la primera fase se conoce como Pensadores Presocráticos, se divide en tres periodos:

Período innovador: se proponen tesis brillantes y audaces, no siempre sometidas a crítica sobria.

Período de puesta a prueba: las aspiraciones audaces se encuentran amenazadas por un enemigo penetrante y afecto a la pura razón.

Período de consolidación: los pensadores, sensibles a la fecundidad de las hipótesis y al poder de la razón probaron edificar sistemas de pensamiento apoyados en la imaginación y la experiencia. Cabe decir, que estos pensadores buscaban describir y explicar el mundo natural. Comprenden investigaciones como la astronomía, meteorología, mineralogía, botánica, zoología y antropología (explicación de los aspectos sociales, culturales y políticos de la vida humana). También estudian problemas generales muy filosóficos, como la explicación del comienzo del universo y su desarrollo, su constitución fundamental, elementos y principios.

Además, los presocráticos descubrieron la idea misma de la ciencia y de la filosofía. Consideraron al universo y la naturaleza de una manera racional, como un todo ordenado y sistematizado cuya historia podía describirse y explicarse y cuyas partes constitutivas podían estar comprendidas en teorías sintéticas y sometidas a ellas.

En esta filosofía, el universo no son caos: bajo la pluralidad y capricho aparente de su estructura se oculta una unidad fundamental. Además, la unidad de su estructura y su regularidad no se explican por medio de una voluntad divina: los physikoi no negaron la existencia de dioses pero los transformaron, las funciones de las divinidades se naturalizaron concebidas como acontecimientos internos de la naturaleza y no como intervenciones externas de una fuerza divina. Al ser la naturaleza una totalidad que manifiesta los caracteres de un sistema, sus principios deben estar organizados de manera sistemática e integrada. La naturaleza se nos muestra en toda su pluralidad, pero sus elementos son poco numerosos; más allá de la multiplicidad de acontecimientos se hallan un pequeño número de principios de movimiento y de modalidades de transformación. Asimismo, los presocráticos crearon conceptos claves: concepto de universo (kosmos), todo lo que existe. Kosmos: ordenar, clasificar y también ornamento, decoración; el universo debe ser una estructura ordenada (y como tal, explicable) y decorada (elegante). En ese sentido, si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados.

En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.

Filosofía Medieval

Correspondiente a la segunda etapa (Filosofía Medieval); se extiende desde que la cosmovisión cristiana se impone en el ámbito cultural griego y romano hasta la crisis de la humanidad europea en el siglo XVI. Se caracteriza por la fe que, siendo compartida de modo casi unánime, genera una nueva unidad en torno a la temática y a los criterios desde los cuales abordarla. En esta etapa se entiende que el único que existe por derecho propio es Dios y que el mundo y los hombres somos porque Dios nos da el ser. Hace su aparición (en la Filosofía) el concepto de Creación. Los dos filósofos más destacados de este período fueron: Agustín de Hipona (354-430) y Tomás de Aquino (1225-1274). A ellos se suman Boecio, Juan Escoto Eriúgena, Anselmo de Canterbury, Buenaventura, Juan Duns Escoto y Guillermo de Ockam. Sin embargo, a diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega, que había centrado su reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofía medieval centrará su interés en Dios. La filosofía helenística había dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo, que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofia, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados.

Surge de ahí, una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc al conocimiento que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía moderna.

En cuanto a la filosofía Medieval, según Carpio (1987), abarca desde El cristianismo se originó en una remota provincia del Imperio Romano. Pero su vocación misionera lo llevó a extenderse en poco tiempo por todo el Imperio y más allá de él. Si bien en un comienzo la mayor parte de los paganos que se convertían al cristianismo era de nivel social bajo (muchos de ellos esclavos), con el tiempo la nueva fe fue ganando seguidores también entre la clase culta. De este modo se sentaron las bases para el surgimiento una "Filosofía Cristiana", o mejor, de un movimiento filosófico de raíz cristiana que cobijaría distintas corrientes filosóficas en su seno. Si bien muchos filósofos modernos y contemporáneos fueron cristianos, la Filosofía Moderna presenta diferencias tan importantes con la Medieval que bien merece ser distinguida para su estudio. Se suele señalar al Renacimiento como el momento en que concluyó el período Medieval de la historia de la Filosofía y comenzó la transición hacia la Modernidad.

Filosofía Moderna

Esta filosofía se corresponde a la tercera etapa (Filosofía Moderna) comienza con el intento de superación de la crisis de la cultura europea del siglo XVI, llevada a cabo por Descartes, y culmina con la muerte de Hegel, acaecida en 1831. La caracteriza la duda como actitud desconfiada y exigente del filósofo que busca la certeza. El centro de la atención lo ocupa el hombre, y todos los demás temas pasan a ser secundarios respecto de éste, ya que nada puede decirse de Dios o del mundo si no se define antes con claridad qué es capaz de conocer el hombre con seguridad. Sus figuras más destacadas fueron: Kant (1724-1804) y Hegel (1770-1831). Además merecen ser mencionados Descartes, Leibnitz, Hume, Spinoza, Fichte y Schelling. Sin duda alguna, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica.

Sin embargo, son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica.

Se le atribuye a Descartes el padre de la filosofía moderna. Descartes es un matemático francés que vivió en la primera mitad del siglo XVII, durante este siglo y el siglo XVIII se desarrolla en la Europa continental un movimiento filosófico: el racionalismo. Una de sus características es que enfatiza sobre el problema del conocimiento: Razón y Método. Descartes afirma que "todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica, aunque se aplique a diversos objetos". Las distintas ciencias y los distintos saberes son, por tanto, manifestaciones de un saber único. Esta concepción unitaria del saber proviene, en último termino, de una concepción unitaria de la Razón, pues la Razón, que es la fuente de todo conocimiento, es siempre una y la misma. Descartes distingue dos operaciones de la razón, q son otros tantos modos de conocimiento:

La intuición, que es una operación puramente intelectual, mediante la cual captamos las "naturalezas simples" o conceptos q surgen en la propia Razón de un modo tan claro y tan "distinto", q no dejan lugar alguno para la duda. Intuiciones son que existo, que pienso, que un triangulo está limitado solo por tres lados, etc.

La deducción, q es la "operación por la cual comprendemos todas las cosas q son consecuencia de otras, conocidas por nosotros con toda certeza".

El uso correcto de la razón es imprescindible para alcanzar la verdad; de ahí la necesidad de un método q posibilite el ejercicio de la intuición y señale la manera adecuada de efectuar deducciones, así como el orden a seguir en ellas. En el Discurso Descartes sintetiza estas reglas en cuatro preceptos:

  1. La evidencia como criterio de verdad: "no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia q lo es; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención (prejuicios).
  2. El análisis: "dividir cada una de las dificultades (problemas) q examinase en cuantas partes fuese posible y necesario para resolverlas mejor".
  3. La síntesis: "conducir ordenadamente mi pensamiento, comenzando por los objetos mas simples y fáciles de conocer, para ir ascendiendo gradualmente hasta el conocimiento de los mas complejos".
  4. La enumeración: "hacer en todos los casos unos recuentos y revisiones tan generales q estuviese seguro de no omitir nada".

De allí pues, que Descartes comience ejercitando la duda metódica, exigida por la primera de las reglas del método, proponiéndose "rechazar como absolutamente falso todo aquello q pudiera imaginar la menor duda". En primer lugar, se debe dudar de todo lo q se ha aprendido por los sentidos, ya q todos hemos comprobado q en ocasiones son engañosos y "es prudente no confiar en nada q nos haya engañado alguna vez".

Además, Descartes añade una segunda razón más radical para dudar: la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño, pues no se puede aportar ninguna razón poderosa e incontestable q nos permita saber con toda certeza si estamos dormidos o despiertos. Según esto, podemos poner en duda todos los conocimientos que provienen de la experiencia sensible, es decir podemos dudar de la existencia del mundo y de las cosas (incluyendo nuestro propio cuerpo).

Una vez establecida su propia existencia, Descartes se dedica ahora a investigar cual es su naturaleza o esencia. Mi existencia como sujeto pensante no es solamente la primera verdad sino q es además el prototipo de toda verdad y certeza. Para Descartes esta intuición es indudable por su claridad y distinción. Por ello concluye: "todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y cierto".

En este mismo contexto, decía este filósofo que las ideas son el objeto del pensamiento: el yo q piensa, no piensa directamente sobre las cosas, cuya existencia no nos consta en principio, sino sobre las ideas. Pero si bien todas las ideas tienen en común ser actos mentales y en cuanto a tales no hay diferencia entre ellas, se puede distinguir diferentes tipos de ideas en función: (a) de su origen y (b) de su contenido: Las diferencias entre las ideas respecto a su origen permiten clasificarlas en tres tipos:

  1. Ideas adventicias: Son aquellas ideas q se forman en la mente al conocer un objeto exterior, como la idea de "hombre" o de "árbol". No son ideas claras y distintas, porque parecen venir de la realidad exterior, cuya existencia aun no nos consta.
  2. Ideas facticias: Son aquellas ideas que la mente elabora, por medio de la imaginación, a partir de otras ideas, sin q haya en la realidad objeto alguno que corresponda a ellas, como es el caso de la idea de centauro, por ejemplo.
  3. Ideas innatas: Son aquellas q el pensamiento posee en si mismo, que están implantadas en la mente por naturaleza, ya q no proceden de la experiencia externa, ni son hechas por mi. Estas ideas son claras y distintas y se pueden conocer intuitivamente. Entre estas ideas innatas están las de Dios, de la mente (pensamiento) y de la materia (extensión).

Descartes demuestra la existencia de este dios en formas distintas:

Primero, causalmente, según el esquema causa-efecto: Para Descartes es indudable q el hombre encuentra en si mismo la idea de un ser perfecto e infinito. Ahora bien, lo imperfecto y finitono puede ser causa adecuada de lo perfecto e infinito; por tanto, tiene que tener su causa real en un ser proporcionado, también real, un ser verdaderamente infinito y perfecto: Dios. Así pues, la idea de Dios no es facticia (no la hemos elaborado nosotros) ni adventicia (pues ningún objeto exterior posee las cualidades de infinitud y perfección); por tanto, se trata de una idea innata, sembrada por Dios en nuestra mente.

Obviamente, la Filosofía Moderna corresponde a ese período que llamamos Edad Moderna en la Historia Universal y que comienza en el Renacimiento y la Reforma Protestante. Es verdaderamente una época nueva con un espíritu nuevo, tan distinto del espíritu escolástico, que se le puede considerar como una revolución antiescolástica.

  • La Filosofía Medieval había conjugado en gran síntesis el pensamiento pagano platónico - aristotélico con el pensamiento cristiano, armonizando la razón y la fe.
  • La nueva filosofía exaltaba el método matemático científico en detrimento del espíritu metafísico que había dominado, no sólo a la Edad Media, sino también entre los pensadores paganos.

En esta línea de ideas, hay que reconocer que en los tiempos modernos, el espíritu humano se ha mostrado tremendamente inquieto y dinámico, que se han profundizado muchos temas como el conocimiento, que se ha agudizado el espíritu crítico, que se han hecho esfuerzos colosales por dar respuestas adecuadas a antiguos y nuevos interrogantes. Sin embargo, el subrayar las nuevas tendencias y los nuevos métodos de la Filosofía Moderna, el registrar una problemática diferente, no debe hacernos pensar que los cambios se hicieron de repente y que se puede poner una muralla divisoria entre el pensamiento medieval y el moderno. Los cambios culturales no suelen sobrevenir tan bruscamente: los estratos de la cultura y del pensar humanos suelen encajar unos con otros y mezclarse entre sí, de ordinario hay que buscar las raíces de los cambio en capas más profundas de lo que parece a primera vista.

En consecuencia, esta filosofía está en contra del humanismo, la aparición de la nueva ciencia, y el desafío del escepticismo, los filósofos modernos se preocuparon de temas filosóficos relacionados con muchas áreas:

Epistemología: ¿Puede el ser humano alcanzar algún conocimiento cierto del mundo? De ser así, ¿Cuáles son las fuentes de que depende el conocimiento genuino? En particular, ¿cómo opera la percepción de los sentidos al servicio del conocimiento humano?

Metafísica: ¿Qué tipo de cosas conforman en última instancia el universo? En particular, ¿cuáles son las características distintivas de la naturaleza humana, y cómo funcionan en relación con las demás y el mundo en general? ¿Existe Dios?

Ética: ¿Mediante qué estándares se debe evaluar la conducta humana? ¿Qué acciones son moralmente correctas, y que nos motiva a realizarlas? ¿Es posible una vida moral sin el apoyo de una creencia religiosa?

Metafilosofía: ¿Tiene la filosofía un lugar distintivo en la vida humana en general? ¿Cuáles son los propósitos y los métodos de la investigación filosófica?

Significado de libre albedrío

El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija. Esto significa que las personas tienen naturalmente libertad para tomar sus propias decisiones, sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones, o a una predeterminación divina.

El libre albedrío significa, en suma, que el ser humano tiene libertad tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Y esto, desde luego, tiene sus implicaciones éticas y morales, pues el individuo que actúa según su libre albedrío es también responsable de sus acciones, tanto si cuentan como aciertos o como sus errores.

De allí que el libre albedrío se extienda a otros ámbitos de la vida del ser humano, como la religión, la filosofía o el derecho.

Libre albedrío en la biblia

Según la Biblia, Dios dio al hombre la facultad para obrar según desee, independientemente de si sus decisiones son buenas o malas. En este sentido, abundan pasajes bíblicos que apuntan a la libertad de los hombres para elegir el camino que han de tomar: si el correcto, que es —desde el punto de vista de la doctrina cristiana— el de Dios, o el incorrecto, que significa desviarse de Dios. De allí esta afirmación hallada en Josué: “Escoged hoy vosotros a quien servir”.

Libre albedrío en filosofía

San Agustín de Hipona sostenía que el libre el libre albedrío supone la posibilidad que tiene el hombre de elegir entre el bien y el mal. En este sentido, es un concepto aplicado a la libertad del ser humano para obrar bien o mal. No obstante, él distingue que lo que se considera como libre albedrío es el buen uso de esta libertad.

Por otro lado, según el determinismo, toda conducta o elección humana tiene su raíz en una causa, de modo que nuestras decisiones estarían determinadas indefinidamente por todas las causas que las preexisten, lo cual significaría que no hay elección posible y que el libre albedrío en realidad no existe. No obstante, también existe la postura opuesta, esgrimida por los liberales, quienes no reconocen la tesis de los deterministas y, por lo tanto, afirman que el libre albedrío sí existe.

Libre albedrío en derecho

Según el Derecho Penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o castigo aplicado para dicho delito. Esto, desde luego, en caso de verse frustrada la impunidad.

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