Cárcer de prostata

Hola, a mi padre le han detectado después de una biopsia un cáncer de próstata. Según los resultados tiene afectado un 17% de las 6 muestras extraídas del lado derecho, del lado izquierdo de la próstata ha salido negativo. Le han mandado independientemente una gammagrafía y un tap para ver si hay dañados huesos u otros órganos. El urolo que le ha dicho que la respuesta es o cirugía o radioterapia pero que debe ser mi padre quien decida que opción que quiere. Por favor me podrías decir los pros y contras de ambas intervenciones. Estamos muy preocupados por la noticia. MUchas gracias

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La cirugía usualmente se recomienda sólo después de una completa valoración y discusión de todas las opciones de tratamiento. Un hombre que se decida por esta cirugía debe estar consciente tanto de los beneficios como de los riesgos del procedimiento.
La extirpación de la glándula prostática (prostatectomía radical) se recomienda generalmente para el tratamiento de cánceres prostáticos en etapa A y B. Este es un procedimiento prolongado que generalmente se realiza bajo anestesia general o raquídea. Se hace una incisión a través del abdomen o en el área perineal. Es posible que la persona permanezca en el hospital de cinco a siete a días. Las posibles complicaciones son impotencia e incontinencia urinaria, aunque los procedimientos para preservar los nervios pueden reducir el riesgo de estas complicaciones. Este procedimiento quirúrgico debe ser realizado por un urólogo con una amplia experiencia en este procedimiento específico.
La orquiectomía altera la producción hormonal y se puede recomendar en caso de cáncer metastásico. Después de la cirugía puede presentarse algo de equimosis e inflamación, pero estos desaparecerán gradualmente. La pérdida de la producción de testosterona puede llevar a problemas con la función sexual, osteoporosis (adelgazamiento de los huesos) y pérdida de la masa muscular.
Radioterapia:
Se utiliza principalmente para tratar los cánceres de la próstata clasificados como etapa A, B y C. El tema de si la radiación es tan buena como la extirpación de próstata es debatible y la decisión acerca de cuál escoger puede ser difícil. En pacientes cuya salud hace que el riesgo de la cirugía sea inaceptablemente alto, la mejor alternativa por lo general es la radioterapia. La radioterapia de la glándula prostática puede ser externa o interna.
La radioterapia de haz externo se lleva a cabo en un centro de oncología de radiación por parte de oncólogos con entrenamiento especial en radiación, por lo general en forma ambulatoria. Previo al tratamiento, el terapeuta marca el área que se va a tratar con un lapicero especial. La radiación se dirige a la glándula prostática utilizando un aparato que se parece a la máquina de los rayos por normales. El tratamiento en sí es generalmente indoloro, sin embargo, hay varios efectos secundarios asociados con la radioterapia, como pérdida del apetito, fatiga, reacciones de la piel como enrojecimiento e irritación, lesión o quemadura del recto, diarrea, cistitis (vejiga inflamada) y sangre en la orina. La radioterapia de haz externo generalmente se realiza cinco días a la semana, durante un período de seis a ocho semanas.
Con la radioterapia interna, se colocan semillas radiactivas dentro de la persona directamente en o cerca del tumor, lo cual se denomina braquiterapia. Un cirujano hace una pequeña incisión en el área para inyectar las semillas, las cuales son tan pequeñas que la persona no las siente, y pueden ser temporales o permanentes. Debido a que la radioterapia interna está dirigida a la próstata, ésta reduce el daño a los tejidos que rodea esta glándula. Los efectos secundarios pueden abarcar dolor, hinchazón o hematomas en el pene o el escroto, orina o semen de color rojo-marrón, impotencia, incontinencia y diarrea.
La radiación se utiliza algunas veces para aliviar el dolor cuando el cáncer se ha diseminado al hueso.

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