Síntomas del sida

Bueno mi duda es esta hace un mes y medio tuve una relación sexual sin protección, después de que paso un mes pues todo iba bien, solo estaba un poco nervioso por el vih, entonces me puse a investigar sobre los síntomas y bueno leí un síntoma que son los ganglios inflamados, entonces a partir del otro día que leí eso me dio un dolor en los músculos del cuello, después acerca de que te salen unas erupciones y bueno al otro día me salieron. Pero después leí bien y es rash cutáneo el que sale que según leí son muchos granitos juntos
de los que yo les menciono que me salieron son solo como 10 en mis manos y en mi estomago pero a partir de que leí eso note una diferencia entre lo que me salio creo que lo mio no es rash cutáneo, solo son unos puntitos rojos en diferentes ubicaciones y bueno como me tranquilice ya no he visto que me salga uno más también lo de los ganglios solo son dolores pero no he notado ninguna inflamación en mi cuello ¿se ven los ganglios cuando están inflamados a simple vista? Bueno entonces pienso que esto me lo estoy creando psicológicamente por el hecho de estar pensando todo el día en este tema, ¿y es que estoy muy nervioso y estresado por este problema que piensan creen que esto me lo cree yo?
Ya quisiera que pasaran los tres meses para hacerme la prueba
bueno y otro problema lo del estrés y nerviosismo lo tengo desde siempre de hecho estoy en tratamiento psicológico, ¿creen qué seria buena idea comentarle esto a mi dr?
¿Qué puedo hacer para estar más tranquilo este tiempo que falta para cumplir los tres meses
cuanto es el periodo para que se desarrollen los primeros síntomas a partir de la practica de riesgo?

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Síntomas del sida
La detección del SIDA provoca en los pacientes una serie de síntomas, trastornos emocionales, nerviosismo, irritación, angustia, depresión, excesiva preocupación por los síntomas, etc. Otros tienen pensamientos de muerte, procesos maníacos-depresivos, retraimiento social, depresión, ideas suicidas, etc. Los síntomas en general no aparecen por algunos años. Otros pueden experimentar algunos síntomas en un lapso de 6 a 8 semanas después de haber sido infectado. Durante esta infección aguda de VIH, el virus se reproduce rápidamente y el sistema inmunológico del cuerpo está montando una defensa. El virus fácilmente puede transmitirse a otras personas durante este período.
Los síntomas iniciales pueden incluir:
Fiebre.
Fatiga extrema e inexplicable.
Inflamación de los nódulos linfáticos en las axilas, el cuello o en la ingle.
Dolor de cabeza.
Tos seca.
Sudores nocturnos.
Sarpullido.
Después de que estos síntomas iniciales desaparecen, puede que no haya síntomas por meses o años, dependiendo de su estado de salud y sus elecciones en su estilo de vida. Pueden pasar hasta 10 años antes de que una persona desarrolle los síntomas del VIH. Mucha gente ha tenido el virus por períodos incluso más grandes sin desarrollar los síntomas. Aunque no haya síntomas, el virus se está multiplicando y dañando al sistema inmunológico y puede estar contagiando a alguien más.
Una vez que el virus debilita lo suficiente al sistema inmune, pueden ocurrir los siguientes síntomas en el transcurso de 1 a 3 años:
Inflamación de las glándulas linfáticas por todo el cuerpo.
Fatiga.
Infecciones por hongos en la boca, uñas de las manos y en los pies.
Infecciones vaginales repetidas (cándida y tricomonas).
Desarrollo de muchas verrugas.
Exacerbación de padecimientos previos, como eccema, psoriasis, infección por herpes.
Herpes.
Fiebre.
Sudores nocturnos.
Pérdida de peso.
Diarrea crónica.
Pérdida de la memoria.
Una vez que el VIH ha progresado a SIDA, el sistema inmune se ha vuelto bastante débil y es propenso a infecciones oportunistas - infecciones que las personas con un sistema inmune normal generalmente no padecerían. Estas infecciones ocurren en personas con SIDA porque el sistema inmune no es capaz de combatirlas.
Los ejemplos de infecciones oportunistas y otras complicaciones de SIDA incluyen:
Aftas (un crecimiento excesivo de cándida).
Neumonía (particularmente neumonía Pneumocistis carinii).
Infecciones invasivas por hongos (que resultan en infecciones cerebrales y/o pulmonares).
Infección de toxoplasmosis.
Tuberculosis.
Infección viral cerebral.
Sarcoma de Kaposi.
Linfoma.
Cáncer cervical.
Enfermedad ocular debido a infección de citomegalovirus.
Infecciones intestinales, especialmente debido a Shigela, Salmonella y Campilobacter.
Pérdida de peso severa (síndrome del desperdicio).
Sarpullidos severos en la piel.
Reacciones a medicamentos.
Problemas psiquiátricos, incluyendo depresión y demencia.
Los síntomas de estas afecciones (infecciones oportunistas y otras complicaciones de SIDA) incluyen:
Falta de aliento.
Toser con esputo teñido de sangre.
Problemas para tragar.
Confusiones y olvidos.
Diarrea severa.
Náusea y vómito.
Pérdida de la visión.
Severos dolores de cabeza.
Coma, pero sólo en casos severos de infecciones virales cerebrales o casos terminales.
Enrojecimiento, puntos cafés o morados en la boca o en la piel.
Algunas personas presentan síntomas poco después de haberse contagiado. En promedio, demora más de diez años para que se presenten síntomas.
Hay varias etapas en la enfermedad por VIH. Con frecuencia, el primer síntoma de la enfermedad por VIH es la inflamación de los ganglios linfáticos de la garganta, axila o ingle.
Otros síntomas tempranos de la enfermedad son: Fiebre moderada, dolor de cabeza, fatiga y dolores musculares. A veces duran solamente algunas semanas.
Síntomas posteriores a la Enfermedad:
Una capa espesa y blanquecina en la lengua o en la boca (candidiasis bucofaríngea) causada por una infección por levaduras que a veces aparece junto con dolor de garganta.
Infecciones vaginales graves o recurrentes por levaduras.
Enfermedad inflamatoria pélvica crónica o grave e infecciones frecuentes como el herpes zóster.
Períodos de fatiga intensa y sin causa aparente, a veces también con dolor de cabeza y mareos.
Pérdida rápida de peso de más de 10 libras que no se debe a un aumento de la actividad física ni a dietas.
Mayor facilidad para lastimarse.
Largos períodos de diarrea.
Fiebres recurrentes y/o sudoración nocturna.
Hinchazón o endurecimiento de las glándulas de la garganta, axila o ingle.
Períodos prolongados de tos seca e intensa.
Dificultades cada vez mayores para respirar.
Aparición de formaciones descoloridas o violáceas en la piel o dentro de la boca.
Sangrado sin causa aparente de formaciones en la piel, de las membranas mucosas o de cualquier orificio del cuerpo.
Sarpullidos de la piel recurrentes o inusuales.
Adormecimiento intenso o dolor de manos o pies, pérdida del control muscular y de los reflejos, parálisis o pérdida de la fuerza muscular.
Alteraciones mentales, cambios de personalidad o deterioro de las facultades mentales.

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