¿Que necesito de una agencia de marketing deportivo?

Sin embargo, la industria del deporte no es inmune a la controversia y la agitación que parece estar en todas partes en nuestro mundo actual. Y, aunque esta industria es una de las más populares y codiciadas, las marcas también tienen que estar atentas.

Por ejemplo, la Copa del Mundo. A pesar de la creciente popularidad de este deporte en todo el mundo, los ingresos por patrocinio de la Copa del Mundo de este año han disminuido por primera vez. Todo ello se debe a la reputación de la FIFA y a las caídas del organismo rector de uno de los mayores eventos deportivos del mundo. En 2015, los fiscales federales acusaron a la FIFA de corrupción, acusándola de sobornos, coimas y lavado de dinero involucrados en la adjudicación de algunos de los derechos de transmisión y comercialización más lucrativos del deporte.

Patrocinadores clave como Sony, Johnson & Johnson y Castrol cortaron sus vínculos con la Copa del Mundo este año. Según la investigación de Nielsen Sports, los ingresos por patrocinio de la FIFA para el ciclo 2015-2018 fueron de 1.450 millones de dólares, por debajo de los 1.620 millones de dólares de 2011 a 2014, que incluían el Mundial de Brasil de 2014. Ahora bien, eso sigue siendo bastante dinero de patrocinio, así que claramente no todas las marcas están rehuyendo.

De hecho, la FIFA ha recurrido a Oriente para encontrar patrocinadores y ha conseguido una cosecha de nuevos patrocinios de empresas de China. Pero aún está por ver si estas empresas pueden realmente recuperar los ingresos perdidos de algunos de sus antiguos patrocinadores y si habrá más abandonos con el paso del tiempo.

Luego está la NFL. Puede que el fútbol sea el deporte más popular del mundo, pero la NFL, y en particular la Super Bowl, encabeza la lista de Forbes de los eventos deportivos más valiosos del mundo, con un valor de 379 millones de dólares (la Copa del Mundo es la tercera, con 103 millones). Sin embargo, la NFL está inmersa en una disputa política propia. La Liga Nacional de Fútbol Americano ha promulgado recientemente una nueva política que prohíbe a los jugadores arrodillarse durante el himno nacional o serán multados.

La controversia de "arrodillarse" fue provocada por el ex mariscal de campo estrella de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick, quien en 2016 se arrodilló para protestar contra la opresión de los negros y la gente de color. Después de Kaepernick, muchos jugadores siguieron su ejemplo durante las últimas dos temporadas, lo que encendió una tormenta de protestas en ambos lados de la valla. Con esta nueva decisión de la NFL, algunos de los principales patrocinadores están siendo bombardeados con demandas para que dejen de apoyar a la liga, ya que están violando los derechos de los jugadores a la libertad de expresión.

Algunos patrocinadores, como Nike, Anheuser-Busch, Bose, Ford y Under Armour, ya han declarado que apoyan el derecho a la libertad de expresión de los jugadores. Pero ahora estas marcas están sintiendo la presión de los aficionados al fútbol y de sus consumidores para que pongan en práctica ese apoyo. Actualmente existe una petición en el sitio web Care2 en la que se pide a las marcas que "pongan su dinero donde está su boca y apoyen la libertad de expresión y la brutalidad policial" y pongan fin a sus relaciones con la NFL.

¿Cómo afectará esto a la NFL a largo plazo? Sólo el tiempo lo dirá. Sin embargo, una cosa es segura: la agencia comunicación deportiva va a seguir generando dólares y ojos. Y las marcas y los vendedores van a seguir invirtiendo en este espacio.

Sin embargo, lo importante es que las marcas recuerden quién es su público objetivo y cómo lo verán al asociarse con una institución que puede actuar de forma contraria a sus propias creencias y valores. Algunos pueden dejar de comprar un producto de una empresa que apoya a una organización como la NFL o la FIFA. Otros pueden no hacerlo. ¿Es más importante para las marcas conocer a sus consumidores y alinearse con lo que es importante para ellos o ir estrictamente donde está el dinero? ¿Qué opina usted?