¿Cuál es la crítica que hace Kant a la embriaguez? ¿Por qué la considera dañina?

¿Qué parte de vuestra razón desaparece
en una noche muy pasada de alcohol?

Si estáis totalmente embriagados, imposible saber dónde estáis, lo que
perdéis, lo que os falla y hace falta. De la cabeza que da vueltas, en los
primeros momentos de la borrachera, hasta el otro extremo de la pérdida de
conciencia en el coma etílico, todos los grados de alteración son posibles: de
la razón fluctuante a la razón ausente, pasando por la razón problemática.

Podéis conocer entonces la volubilidad de la razón liberada de las coaccio-
Nes sociales y las censuras habituales, la razón excitada, después, la razón

Impedida, torpe con el lenguaje y las palabras, la expresión y la argumen-
Tación, y finalmente, la razón aturdida, acompañada de una pérdida de

Equilibrio, de apuros en la posición bípeda, en vía de la regresión cuadrú-
Peda, a menos que no estéis ya reptando cual bestias primitivas... ¡Cuidado

Al despertar!
¿Qué es esta razón afectada por la bebida? Una facultad de combinar
los conceptos y las proposiciones intelectuales, de utilizar la inteligencia para

Comparar las ideas y la realidad. Razonar es pensar con orden, método y dis-
Ciplina, encadenar los argumentos, practicar un discurso sensato, cuya pro-
Cedencia, situación y dirección capte el interlocutor. Es, también, conducir

Nuestra reflexión con el cuidado de demostrar, probar y justificar. De hecho,
la razón es uno de los instrumentos que permite la relación entre uno mismo

Y el mundo, uno y los otros. Permite la captación y compresión del sentido
que se aplica en las relaciones humanas y la naturaleza del mundo.

La razón que calcula es lo propio del hombre, en efecto, ella nos distin-
Gue de los demás animales. Ciertamente, hemos podido constatar en algu-
Nos de entre los animales más evolucionados, principalmente los primates,

Una relativa capacidad para asociar, inventar, crear y comunicar. Suponga-
Mos que hay una banana colgada lejos del alcance de un mono en una habi-
Tación cerrada; en una esquina un taburete, en otra, un bastón: rápidamente,

El animal juzga la situación, comprende la naturaleza del problema, reúne el
conjunto de los datos, traza una estrategia, actúa para poner en juego el
proceso que le permite, sin esfuerzo alguno, subirse al taburete y transformar
el bastón en herramienta para descolgar el fruto anteriormente inalcanzable.
Algunos hablan de inteligencia animal, de razón embrionaria (si llamamos así
a la capacidad de concebir un problema y resolverlo por sus propios medios).
Pero esta razón no es evolutiva, es simple, limitada a algunas operaciones
someras, y poco susceptible, incluso después de una educación apropiada,
de llegar a ser tan eficaz, imaginativa e inventiva como la razón humana.

Laucar nuestras neuronas
Esta razón funciona como una máquina, un mecanismo. ¿Hace falta por
ello oponerla a la intuición? ¿El espíritu de geometría de la razón que analiza
se opone al espíritu de finura que capta a través de la intuición? En realidad,
podemos considerar la razón como el complemento de la intuición. Pues el
conocimiento supone a priori percepciones, sensaciones, emociones, una

Conmoción del cuerpo y la fisiología. La carne proporciona información des-
Ordenada, impulsos nerviosos, señales neuronales, energía eléctrica, imáge-
Nes transformadas en datos descifrados por el cerebro. La razón realiza un

Trabajo de selección, pone en orden y estructura los datos dispersos en sig-
Nos inteligibles y con sentido.

El lenguaje y la razón mantienen una relación íntima para producir sig-
Nificación. Por un lado, el lenguaje crea sentido, por el otro, el sentido genera

Lenguaje. El movimiento de ida y vuelta permanente hace que la razón actúe
y se descubra, se experimente y se manifieste en el lenguaje. Un ser

Desprovisto de lenguaje (verbal o no) da pruebas de que su razón está mer-
Mada otro tanto; un ser desprovisto de razón ve su lenguaje paralelamente

Limitado, contenido, retenido y poco eficaz. La razón se ejerce en el lenguaje
y con él; de la misma manera, el lenguaje se ejerce por la razón. La razón,

¿Tiene hva la manzana ele Adán!
A los desprovistos de razón no se les concede poder social. Se los
encierra, se los aparta de los lugares donde se toman decisiones, se los
interna en asilos, hospitales, hospicios, incluso prisiones, se los embrutece
químicamente: se los excluye del juego social. De manera que, además de
ser un instrumento individual, la razón es, también, un instrumento social.
Cada sociedad educa una razón comunitaria que permite a cada uno de sus
miembros distinguir el bien y el mal, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo,
lo justo y lo injusto. Dicha razón define así la facultad de juzgar bien. Por
supuesto, esta facultad es relativa, social, cambiante.
En todos los casos, el enemigo principal y declarado de la razón sigue
siendo la religión. Porque toda religión incita a la obediencia, a la sumisión, a
la docilidad ante sacerdotes que supuestamente enseñan lo que hay que
creer, decir y pensar. A la religión no le va la razón que aleja de lo irracional,
de las supersticiones, de las creencias con las cuales se conduce, guía y
embrutece fácilmente a la mayor parte de los hombres. La fe y la razón se
oponen violentamente. Allí donde funciona la primera, no hay lugar para la
segunda, y viceversa. Por un lado, la plegaria y el miedo a los castigos; por
otro, la reflexión y la seguridad en las decisiones. El avance de la religión es
correlativo al retroceso de la razón: todos los países en los que una dictadura
teocrática (en nombre de Dios) se instala (Irán, Afganistán) tienen la razón,
sus símbolos y sus instrumentos (las matemáticas, la filosofía, la historia, la
sociología, por ejemplo) por enemigos que hay que combatir.

Las religiones del monoteísmo (un solo Dios invocado) -judaismo, cris-
Tianismo, islamismo— sospechan de ella igualmente. La Biblia manifiesta

Claramente su odio hacia esta facultad en el Génesis, donde se narra el pe-
Cado original generador de toda negatividad sobre el planeta: el trabajo, el

Dolor, el sufrimiento, la muerte. ¿De dónde viene el mal? De Eva, quien, en el
jardín del Edén donde todo estaba permitido y existía en abundancia, con tal
de que ella no gustase del fruto del árbol del conocimiento, prefirió probar el
fruto en cuestión. ¿Qué quiere decir eso? Prefirió saber por sí misma, usar
su razón para distinguir el bien y el mal por sus propios medios. Al optar por
la razón, dice el cristianismo, Eva inventa el mal. No se puede representar
mejor el odio a la razón.

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