No soporto mi situación familiar.

Tengo 15 años, me describiría como una persona sumamente insegura, y con baja autoestima.

De pequeña siempre tenía la sombra de mi madre tras mío, supongo que debo agradecerle, porque me... Cuidaba. Mamá es una mujer dedicada a todos, menos a ella misma, andaba siempre mal vestida recuerdo haber escuchado pelear a mis padres por ese motivo. Papá es un hombre que ---cuando pequeña- nunca veía, se la pasaba trabajando.

Mamá le guardaba secretos a papá, y yo una vez como toda chiquilla comente algo sobre uno de esos, mamá me miró con rabia y me insulto, fue -según recuerdo hoy- la primera vez de las muchas que le seguirían.

Mamá es violenta, y muy mala cuando esta enojada y para mi desgracia esta así casí siempre.

Lo que más me duelen son los insultos, aún más que las patadas, aún más que los puñetazos, aún más que las cachetadas. Aún más. Después de una sesión de castigo, iba a golpearme yo misma me golpeaba la cabeza con lo que encontrará, aún lo hago; aunque ya no tan seguido. Tenía 4 años cuando empecé.

No tengo recuerdos bonitos, recuerdos que me hagan querer volver a vivir el momento, duele, me duele no haberla pasado bien. Nunca me falto nada material, en lo absoluto. Solíamos ir a comer a bellos lugares, pero en cada uno de ellos, los veo a ambos peleando o amenazándome con golpearme por ir a jugar cuando no debía.

En la escuela no hacía amigos, porque temía arruinar algo diciendo estupideces. Mamá me vestía como a ella, siempre desaliñada, con ropa que se veía mal junta, me peinaba lo mismo, no me dejaba elegir las gafas que me gustaban, nunca me compro una mochila, siempre usaba las que le regalaban o las que ella compraba en tiendas de segunda mano. Papá traía cosas caras, que mi mamá guardaba y cuando ya quería que las usemos no lo hacíamos por que no nos quedaban. Ah, olvide mencionar tengo una hermana 4 años menor.

Nunca fuí partícipe de ningún deporte, mamá nunca me inscribia a nada, yo no insistía. Por alguna razón –que no comprendo– hasta ahora no me gusta pedir cosas, a no ser que las necesite con urgencia.

Fue a los 10 años que mamá me metió junto con una prima (de la que hablaré en otra ocasión, porque según pienso influyó mucho en mis problemas) a Taekwondo, yo no podía ni puedo estirarme, no tengo psicomotricidad o eso me dijeron. Juro que al desempeñar este deporte me esforcé, lo juro por todo lo más valioso. Pensé que lo hacía bien, hasta que mamá un día me dijo : "Deberías esforzarte, haces que pierda mi dinero, siguen estando atrás de todos. Le diré a tu padre si no le echas ganas. Es un desperdicio", me quede en silencio y ya no tenía ganas de nada, solo de llorar.

Nunca más me inscribí en algo, sentía que me tenían pena por no poder hacer un simple ejercicio.

Papá golpeaba a mamá cuando estaba ebrio hasta que cumplí 5 años. Ahí todo paró y ahora sólo discuten horriblemente.

Fuí creada como alguien sumisa, sobre todo con mi padre, mamá me decía que no comentará nada porque papá se molestaría, nunca supe si era verdad. Incluso ahora, que yo empezó a revelarme, porque no quiero ser como mis padres, mi madre me calla diciéndome que no le conteste ni contradiga a mi padre y eso me indigna. Demasíado.

Estoy cansada, cansada de tener que temerle a mi padre, cansada de no poder realizar ejercicios aunque me esfuerce, cansada de ver como mamá habla mal de mi padre y viceversa, cansada de que la familia por parte de mi madre me vea como la rarita, cansada de tratar a veces a mi hermana como mi madre me trata, odio hacerlo, pero se me va de las manos. No quiero seguir sus pasos. Me niego.

Temo decirle a mi madre que quiero ir a un psicólogo, porque talvez se burle y se lo cuente a sus hermanos y venga mi prima a restregármelo en la cara.

Quiero cambiar.

/Disculpen el mensaje extenso, pero quería desahogarme. /

3 respuestas

Respuesta

Muy bien que digas que quieres cambiar. Todo el mundo puede mejorar. Y te recomiendo poner los medios: estar en gracia de Dios, cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia, frecuentar los Sacramentos y hacer oración.

Da gracias a Dios por todo, incluso por lo que no te agrada. Date cuenta de que Dios piensa no en tu mero agrado, sino en tu bien de verdad. Y sin duda que esta situación te puede ayudar a darte cuenta de ciertas cosas, etc., aunque hayas pasado momentos no agradables. Míralo todo desde Dios, no desde los intereses superficiales.

No vivas para ti misma, sino que piensa en hacer en la vida todo el bien de verdad que puedas. No juzgues a nadie, menos a tus padres, con los que tienes más obligación. Puedes ver lo que está mal, si objetivamente es así (no atribuyendo una intención que uno no conoce al 100%), pero no juzgar (atribuir una responsabilidad a alguien por una determinada acción). Si actúas bien y tienes una vida con sentido, puedes ayudar a los demás a lo mismo. Nunca pienses que las cosas mejoran desde la superficie, sino que piensa que ayudando a las personas a tener una vida con sentido puedes ayudar a que eviten ciertas conductas si no son recomendables.

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La mejor manera para enfrentar esa situación en concentrando tus energías en darle atención especial a una necesidad inherente al ser humano. Se denomina NECESIDAD ESPIRITUAL. ¿Cómo se logra? Meditando en el consejo de Jesús cuando señaló cuál es la clave de la verdadera felicidad, puede cambiar nuestra manera de ver las cosas. Dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido. Fíjate como en otra ocasión afirmó: Pero él dijo: “No; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”. (Lucas 11:28).

Debes apartar tiempo para ti, dentro de tus posibilidades hacer un esfuerzo por ignorar todo lo que pasa a tu alrededor. Te animo a aceptar la invitación que hace el siguiente vídeo de 1 minuto y 17 segundos, titulado:¿Por qué estudiar la biblia?

https://www.jw.org/es/publicaciones/videos/#es/mediaitems/AllVideos/pub-wsb_2_VIDEO

Eso es lo que hice hace mucho tiempo y mi vida ha cambiado muchísimo y más ahora que estoy felizmente casado. Por favor, déjame saber de ti de nuevo.

Respuesta

Después de todo lo malo que has vivido como niña sino te coge un psicólogo a tiempo puedes acabar en el psiquiatra. La religión no es la respuesta a no ser que haya algún grupo de jóvenes o esplai o boyscouts de tipo cristiano. Para mejorar tu autoestima necesitas ayuda psicológica. Harás amistades y sera bueno para ti.

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