Mi hijo maltratador no se quiere ir de mi casa

Mi hijo tiene veintisiete años y desde la adolescencia por un divorcio tormentoso de su padre y yo, mi hijo se volvió cada vez más hostil de la rabia porque tuve que denunciar a su padre por maltrato. Desde entonces vive conmigo y ha ido cada vez a más en sus insultos. Ahora tiene trabajo pero no aporta nada en casa. Le he pedido que se vaya en numerosas ocasiones porque me crítica constantemente me insulta da golpes a los muebles y paredes, chilla y ha llegado a llamarme escoria y basura de mierda. No me respeta y vive de mi cómodamente . Estoy con el corazón en un puño todo el tiempo y me duele profundamente. Se da la circunstancia de que tengo una discapacidad a pesar de la cual le he mantenido siempre y aunque intento marcar límites y no le permito ciertas cosas, le da lo mismo porque su forma de tratarme es despectiva, aunque tiene días mejores y peores porque creo que tiene alguna enfermedad mental sin diagnosticar claramente. Tengo otro hijo mayor que no vive con nosotros, y me quiere ayudar y sufre mucho con la situación. Le hemos dicho que se vaya con su padre o que se vaya a vivir por su cuenta, pero está muy cómodamente aquí viviendo como en un hotel de cinco estrellas donde tiene todo gratis, su sueldo todo para él y encima me maltrata. Mi salud se está deteriorando mucho por esta causa y no tiene empatía ni jamás pide perdón. Ha hecho terapia por años sin mejorar. Estuvo diagnosticado de depresión y aunque creo que ya no tiene depresión lo usa cuando le presionamos para irse. Que se va a suicidar y que se quiere morir. No puedo obviar esto tampoco porque es mi hijo y no está bien mentalmente, pero ya no quiere más psicólogos Mi hijo mayor le ha buscado una habitación en un piso compartido incluso le va a ayudar a pagarla un par de meses y después será su responsabilidad. No quiere absolutamente para nada irse de aquí y dice que no se va a ir. ¿Qué podemos hacer legalmente que no sea denunciar? Seria repetir la historia de su padre y le perdería para siempre. ¿Cómo podemos hacer para que se vaya a ese piso y me deje vivir? Dice que le echamos como un perro y en realidad lo que pretendemos es que aprenda a vivir por su cuenta y que sus actos tengan consecuencias. ¿Qué podemos hacer? ¿Se puede recuperar esta relación tan deteriorada?

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Con respecto a tu último pregunta, que me ha alegrado mucho, sí se puede; y se debe, además; y eso sería lo mejor para ambos.

Para mejorar la relación tienes que empezar por ver tu parte; no porque tu parte sea peor, sino que sencillamente porque es la que directamente depende de ti. Te recomiendo dos cosas muy sencillas: 1. Exterior siempre correcto; y 2. Interior, pensando no en la comodidad o meros intereses de una parte, sino que pensando en el bien de verdad de todos.

Por supuesto que lo fundamental es el interior, sin el cual ni siquiera podrías mantener el exterior, llegado el caso. Pero con respecto al exterior, te recomiendo hablar y contestar bien pase lo que pase (sin nada que denote recriminación, hastío, etc; date cuenta, además, de que las personas que han sufrido pueden ser mucho más sensibles a todo esto.). La recriminación no es que necesariamente esté mal, pero en casos como estos en absoluto te recomiendo comenzar por ahí; más bien lo que te recomiendo es aprovechar la ocasión para tú también evaluar el enfoque de tu vida, y ayudarlo también a él a tener una vida con sentido, no enfocado hacia los intereses vanos o desordenados, sino que hacia el bien de verdad; ni que decir tiene que esto será muy bueno para él, influyendo también en su estado de ánimo.

Recuerda que dices: " Seria repetir la historia de su padre y le perdería para siempre."; no sé si hay algo de arrepentimiento en esto que dices. Y reconoces que tu hijo ha sufrido mucho por esto.

No te recomiendo forzar la situación; así tu hijo no mejoraría, y pienso que podría acabar muy mal. Lo que necesita tu hijo es ejemplo moral; le vendría muy bien el que alguien antepusiese su bien de verdad a meras conveniencias.

Que estarías más cómoda sin él, es posible; mejor, no necesariamente, ya que esto también te puede obligar, o al menos facilitar, a ti, el mejorar como persona.

Te recomiendo acudir a hablar con un sacerdote católico. Y asegurarte de que cualquier decisión importante que tomes sea desde la caridad, o amor de verdad.

Claro que mi hijo ha sufrido mucho por la separación de sus padres. Pero su padre le negó que me rompiera una costilla y un dedo el día que le denuncie después de 25 años de matrimonio y le dijo a su hijo que le denuncie en falso. Por alguna razón cree a su padre y le pone como víctima y a mí como villana. Llevo muchos años intentando con amor y ejemplo ser la mejor versión que puedo de mi misma pero mi hijo sistemáticamente está como en plan venganza. Lleva años de terapia y no avanza y se niega a ir a un piso tutelado o a un taller de manejo de la ira porque según él no tiene ningún problema. No estudia y tiene un trabajo de 4 horas y el resto del tiempo está en su habitación sin ayudar se ninguna manera en casa. Cualquier cosa le ofende y su manera de defenderse es entrando en un ataque de furia contra mi a gritos golpes en los muebles e insultos que una madre no puede tolerar. Llevo años intentando por todos medios que entienda que así no puede actuar. Nunca ha tenido realmente consecuencias a actos y vivo con un tirano totalmente que exige a su hermano y a mí que le demos todo como si merece todo y el no tiene ninguna obligación. Sufre y nos hace de sufrir. Creo que salir de casa le vendrá bien porque tiene que aprender a ser autosuficiente. Aquí tiene todo resuelto pero flaco favor le hago si paso página cada vez que me llama escoria y basura de mierda. Hay límites y no puede seguir permitiendo que me maltrate. Como lo ve?

Es bueno que tu hijo haya sido sensible y haya sufrido con esa situación; y también que quiera a su padre; lo contrario sería malo. Sin duda a ti también te quiere; de hecho, quiere estar contigo.
La mejor versión de uno mismo siempre es mucho, y siempre mejorable en esta vida terrena.
Yo te diría que no te centres en obtener ciertos resultados, sino que en hacer tu parte para el bien de verdad de tu hijo, lo cual será bueno para ti; se trata de depurar la intención ya que los intereses, incluso de obtener ciertos resultados que parecen buenos, o que son más cómodos, siempre se meten por las rendijas. Digamos que tienes que actuar bien, con la gracia de Dios, y confiar.
En lo concreto, yo te recomendaría no pedirle ayuda en casa, ya que eso envenenaría el ambiente, te cansaría, y lo cansaría, quitando muchas fuerzas, y no centrándose en lo más importante.
Si cambias tu conducta puedes ver importantes cambios; en primer lugar, ten el firme propósito de no enfadarte por nada, ni recriminarle por nada, ni ponerle mala cara por nada. Por supuesto que no se trata sólo de no hacer, sino que ahora sí te diré lo que hay que hacer, que sería tener en mente el objetivo del bien de tu hijo, su bien como persona; si antepones su bien de verdad a meros intereses, como lograr ciertos resultados, vanidades, etc., sin duda que esto puede ocasionar efectos inmediatos, sobre todo con una persona sensible.
Si a pesar de los propósitos te ves envuelta en una discusión, por haber perdido los nervios, en absoluto lo des todo por perdido, sino que en el momento en que te des cuenta te frenas, y sigues con tus objetivos, tanto en el exterior como en el interior, por supuesto que asumiendo las consecuencias de lo hecho, e incluso reaccionando bien si la otra persona te recrimina tu fallo; tú sigue encaminándote al bien, y no te guíes meramente por defender tu conducta, o por tu vanidad, etc.
Por supuesto que tú no tienes que hacer lo que no quieras hacer; por ejemplo si no quieres hacer la comida, no la haces, y mejor si procuras que no sean muy evidentes los cambios si son bruscos, y menos que vayan acompañados de recriminaciones, etc. Por ejemplo si estuvieras acostumbrada a hacerle la comida, pues dices que comerás fuera, y, en todo caso, que tiene algo de comer en la nevera, etc. Y tú pudiendo ir observando. Por supuesto que tampoco tienes que ocuparte de su ropa excepto que lo llegases a ver conveniente, pero tampoco manifestando el cambio, sino que disimulando con estar haciendo otra cosa. Y si te llegase a pedir explicaciones, en absoluto te pierdas en conversaciones que no van a ningún lado; y esto lo podrás hacer con el recto objetivo, no actuando meramente para complacer a los demás, sino que por su bien; mejor evitar entrar a explicitar demasiado tu conducta, si ves que eso no se entiende, y puede ser perjudicial; tú siéntete dueña de lo que dices, y si no quieres, no dices nada, y quizá para aliviar un poco el ambiente podrías decir que tienes algo que hacer. Tu hijo responderá a tu conducta, no a tus explicaciones; por supuesto que ya le ayudarás también con la palabra, pero no en estos temas que al final son opinables.
Con respecto a lo fundamental, te diré que tienes que estar en gracia de Dios; entre otras cosas, porque tienes que ayudar a tu hijo a lo mismo; y si no lo has hecho, ahora tendrás que asumir las consecuencias, pero con la alegría de saber que puedes rectificar, y amar de verdad, y eso también tendrá muy beneficiosas consecuencias.
También te recomendaría el evitar los comentarios no necesarios con tu otro hijo. A él también le vendrá bien un buen ejemplo, aunque curiosamente, si lo quiere mucho el mundo, le pueda ser mucho más difícil el mejorar.

Te digo que en un día, o menos, ya ves los cambios; al menos, lo descolocarás, y puede preguntarse por el motivo del cambio. Pero para hacer esto, como sencillamente callar en ciertas ocasiones, o desistir de lograr ciertas cosas, etc., no bastan las meras fuerzas humanas, sino que se necesita la gracia de Dios, que lejos de quitar libertad, es la que permite actuar bien, y no guiado uno por meras tendencias desordenadas. Te recomiendo frecuentar los Sacramentos y hacer oración.; esto también le puede venir muy bien a tus hijos. El amor a los hijos estaría dentro de los más fuertes en el ámbito natural, pero para sobreponerse a la vanidad se necesita un amor sobrenatural, y esto sólo se puede tener por participar de la vida de Dios, y amar con Su amor.

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Tienes que poner un punto y final a esa situación.

Ponle una fecha de ultimátum, y ese día cuando se vaya a trabajar, cambia la cerradura de la puerta.

Cuando venga que se encuentre la maleta en la puerta.

Pide a tu otro hijo que te ayude para no afrontar la situación tu sola.

Consultado con un abogado me dice que me puede denunciar y tener que darle llave de la nueva cerradura. Lo único sería yo denunciar por maltrato y que el juez ordene su salida

 Lleva mucho tiempo el proceso y sería el fin de nuestra relación. Que podría hacer porque hoy mismo su hermano le ha buscado una habitación en piso compartido y le iba a llevar incluso pagar los 3 primeros meses y una se ha atrincherado en su habitación y no ha habido manera. Esto es terriblemente duro para mí y su hermano. Ya no sabemos que hacer 

No te queda otra que mano dura.

¿Qué te va a denunciar por echarle de tu casa? Que denuncie.

Ya le dirás tu al juez lo que te hace y de testigo su hermano.

Ni te lo pienses, mañana mismo compra un bombillo nuevo y cuando llegue, le dejas la maleta en la puerta.

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