Estoy divorciandome y no quiero hacerlo

Mgonzález, la situación por la que estás pasando es verdaderamente dura y difícil, pero saldrás bien de ella, tarde o temprano, si hacéis las cosas bien.
Primero debes intentar recomponerte lo mejor posible y pensar hacia delante, hacia el futuro, en positivo, en una nueva vida que, aunque de abrupto comienzo, puede depararte muchísimas satisfacciones, seguro. Si continúas mal puede acuridr a psicoterapia en busca de ayuda. En cada provincia suele haber un G.O.F. (Gabinete de Orientación Familiar) y ahí te pueden ayudar. No sé de dónde eres, pero según la comunidad le llaman de una u otra forma, pero es lo mismo. Busca en los Servicios Sociales de tu provincia.
Por otra parte, debes pensar en el bien de tus hijos. Dices que ellos están sufriendo, es normal, pero debéis poner todo de vuestra parte, ambos, para que el dolor sea el mínimo posible para ellos. Evitar conflicitividad y tensiones, evitar la utilización de los niños en vuestros problemas, procurar explicarles la situación de forma que puedan comprenderla sin culpabilizar a nadie (sus padres son lo más importante para ellos y ver como se distorsiona la imagen de uno de ellos, o de los dos, es un puñal para cada uno de ellos que deja una herida difícilmente reparable), evitar sobrecargar a vuestros hijos con responsabilidades o tareas impropias para su edad (por ejemplo: mandarle recaditos al padre a través de ellos o decirles cosas sobre él para que se posicionen es ponerlos entre la espada y la pared, es lo más injusto), luchar contra la "ilusión de reconciliación" que tú sientes es la mejor manera de evitar que tus hijos la acrecienten (porque sentirla van a sentirla siempre, casi seguro).
Debes mirar hacia delante. La vida te deparará cosas maravillosas si te abres a ella. No es justo para ti ni para tus hijos ni para el padre, prolongar una relación en la que estás siendo engañada. Prolongar estas situaciones crea situaciones aun más insostenibles. Ánimo y adelante.