No sé qué más me revienta que me de pena la situación o que sea tan cínico.

Hace unos años finalizó mi primera relación. Bueno, digo primera relación porque los chicos que conocí antes... No los reconocería por la calle. Aunque hay que decir que nunca fueron relevantes para mi hasta que llegó. ¿Sabéis ese primer amor que todo lo puede? Sí, sí, ese primer amor de adolescencia que te rompe los esquemas y que te demuestra que eres capaz de amar de verdad tanto que duele. Sí, ese... De ese tipo de relación hablo yo. Pero no os imaginéis una relación tormentosa, fue bonita, muy bonita. No eramos unos adolescentes descarrilados, de hecho, yo era la única adolescente. Y era bonito, difícil en ocasiones, pero bonito. Era la primera vez que me querían tanto y no me daba cuenta.

Pero bueno, yo no vengo a hablar de lo que fue, sino de lo que es ahora. Hace dos años, no aguanté esa relación que pasó de maravillosa a dejarme por los suelos. Desde entonces, hemos ido haciéndonos daño mutuamente, por mi parte no era consciente de que lo hacía, de él... No tengo ni la más remota idea. Espero que no, la verdad. La cuestión es que al año de no estar juntos, conocí un par de chicos, encantadores, pero que sólo me hacían pensar más y más en mi ex pareja. De hecho, todo me recordaba a él. Las calles, la comida, mis amigos, todo! Así que me fui, me fui de mi país a Inglaterra, ahí nada me iba a recordar a él. Y aunque hemos seguido manteniendo el contacto y más desde que empezó con una chica, yo me volví más dura, quizá me puse una coraza ante él y ante todo el mundo.

Supongo es que no quiero permitirle hacerme ser "blandita" como diría él. Así que durante este último año aquí, no he dejado que ningún chico, a parte de mi padre y mi hermano llegaran siquiera a ocupar mi espacio vital. (Pero no me imaginéis hostil, tampoco soy así.) Pero cuando este verano fui de visita fui a ver a su madre (somos muy amigas, aunque parezca sorprendente) y nos vimos, de hecho, estuvimos unas horas a solar. Os podéis imaginar entre risas, batallas de cojines y ¡BOOM! Momento sensible al canto y ¡OUH! Fui derribada. A la mierda la coraza, a la mierda estar segura de si misma y a la mierda dos años de hacerse la insensible. Y lloré, y tanto que lloré, hacía tanto que no lloraba, tanto... Nos pedimos perdón por todo y nos quedamos abrazados.

Después de eso, me quedé vacía, de hecho, estaba muy aturdida. Así que no estaba segura de si aún le quería o no, estaba tan confundida. Pero en cuanto él y su novia lo dejaron, me dijo que ahora ya no debía sentirse mal por haber querido quedarse más tiempo abrazándome, que se moría por besarme y que me quiere. Y ¿Sabéis qué sentí? ¡Pena! ¿Quién lo iba a decir? Pero sí, pena por él, porque lo vi, el maldito imbécil aún me quiere y me quería aún estando con la pobre chica.

Al principio tenía pena por mi, por no estar feliz con alguien como él, por no saber si lo había superado o no, pero ¿No es más triste engañarte tú y engañar a los demás? Aunque la verdad... No sé qué más me revienta que me de pena la situación o que sea tan cínico.

Añade tu respuesta

Haz clic para o