Ruptura a distancia

Hola,
Hace un mes que mi pareja y yo decidimos dejar la relación tras 7 años. Él tiene 32 y yo 25.
Los dos tenemos caracteres fuertes y siempre hemos tenido bastantes discusiones pero al final acabábamos solucionándolo de un modo u otro. El caso es que siempre ha tenido muchas ganas de irse a trabajar a otra ciudad ya que es un hombre bastante ambicioso cosa para la cual yo no me he sentido muy preparada ya que estoy bastante unida a mi familia y aquí tenía un buen trabajo.
Todo empezó cuando se apuntó a 2 procesos de selección a la vez uno en zaragoza y otro en Málaga. Yo me sentía muy mal porque estaba muy asustada ya que mis planes de futuro con él en nuestra ciudad no los veía factibles. Estuve muy deprimida y por aquel entonces un compañero de trabajo que se había fijado en mí estuvo intentando ligar conmigo. Yo la verdad quedé con él un par de veces para desahogarme y llegué incluso a fijarme en él ya que me hacía sentir comprendida pero finalmente decidií no verle más ya que vi que realmente yo quería estar con mi pareja costase lo que costase.
El caso es que finalmente consiguió el trabajo de Málaga. Cuando me lo dijo le animé a hacerlo (con todo el dolor de mi corazón)y dos mese antes de irse me sentía muy mal por lo sucedido con aquel compañero y se lo confesé. Siempre me ha gustado ser franca en la relación y creía que debía decírselo. El se puso como una moto y de hecho no llegaba a creerse que no había pasado nada aunque al final decidió confira en mí.
Cuando se fue para Málaga empezó todo el calvario. Yo le veía allí muy bien, hizo nuevos amigos y se sentía a gusto. Yo mientras tanto intentaba buscar trabajo de lo mío y no salía. Cada vez estaba más nerviosa y cuando hablábamos por teléfono discuitiamos porque me decía que tenia que apoyarle y no agobiarle. Yo lloraba muchas veces porque a lo mejor me llamaba tarde y 5 minutos. Finalmente me salió un trabajo y bajé para allí pero noté que las cosas habían cambiado. El estaba más frio e intentaba estar bien conmigo pero le sentía forzado como si yo fuera un estorbo para él.
Entre eso y que yo estaba adaptándome a una nueva ciudad, a estar sin amigos y sin familia lo pasé francamente mal y al no recibir su apoyo todavía peor.. Hasta que un día tras insistirle mucho me confesó que se sentía muy a gusto sin mí y que había notado que yo no había estado a la altura de las circunstancias y que tenía nuevos planes como viajar más adelante a otro sitio.
Se me vino el mundo abajo.. Dejé el empleo, me regresé a Barcelona y ahora estoy sin trabajo y sin pareja y encima me culpo cada día que pasa de haberle confesado que por la situación me había fijado en otra persona.
Necesito vuestra ayuda y que alguien me diga si yo realmente he provocado todo esto. Me iento con el autoestima por los suelos. Gracias

1 respuesta

Respuesta
1
Las distancias también pueden servir para que reeplantiemos lo que deseamos del otro, incluso si en verdad se desea continuar con la relación... el problema coexiste cuando nos dejamos deslumbrar por las novedades de conocer nueva gente, y queremos jugar al aventurero, dejando a tras todo lo que tengamos estable... es un proceso que nada tiene que ver con tu confesión...
No te gobies... dejar el trabajo no fue buena opción, es lo que te mantendrá ocupada, para que no pienses en cosas que no son... busca un nuevo horizonte, deja que las cosas tomen curso... deja que experimente... ya volverá, una vez que se enfade de andar de nómada y quiera de nuevo la estabilidad.

Añade tu respuesta

Haz clic para o