Eso es pura coincidencia lo que le sucedió a usted. El que le saliera sangre por la nariz no significa que su sangre fue derramada para que Dios hiciera justicia. Note cual era el uno de los usos de la sangre relacionadas con la justicia de Dios. Le recomiendo que si tiene Biblia busque cada cita que hace este artículo y se dará cuenta de una enseñanza muy valiosa para nosotros. Agradezco mucho su aprecio y el que compartiera su experiencia por aquí. Que tenga usted y su familia un feliz día.
En el antiguo Israel, los sacrificios eran la base para recibir el perdón de pecados y la aprobación de Jehová. Algunos eran obligatorios, mientras que otros eran voluntarios (Levítico 23:37, 38). Las ofrendas quemadas, en las que se ofrecía el animal completo a Dios, podían ser sacrificios voluntarios, o dádivas, hechos a Jehová. Una ocasión notable en la que los israelitas ofrecieron sacrificios fue cuando se dedicó el templo en los días de Salomón (2 Crónicas 7:4-6).
Jehová comprendía que no todos podrían ofrecer lo mismo, así que esperaba de cada cual solo lo que sus circunstancias le permitieran. Su Ley estipulaba que se ofrecieran animales y se derramara su sangre, pues estos sacrificios eran “una sombra de las buenas cosas por venir” a través de Jesús (Hebreos 10:1-4). Ahora bien, Jehová era flexible y comprensivo. Por ejemplo, si un israelita no podía ofrecer un animal del rebaño o de la vacada, aceptaba que le ofreciera unas tórtolas en su lugar. De este modo, hasta los pobres tenían la oportunidad de hacer sacrificios (Levítico 1:3, 10, 14; 5:7). Eso sí, aunque los animales que se ofrecieran podían variar, había dos cosas que Jehová exigía de todo el que le hiciera ofrendas voluntarias.
En primer lugar, la persona tenía que dar lo mejor. Jehová solo aprobaba los sacrificios de animales sanos (Levítico 22:18-20). Por eso, si el animal tenía algún defecto, no lo consideraba un sacrificio aceptable. En segundo lugar, quien ofrecía el sacrificio tenía que estar limpio e incontaminado según la Ley. En caso de que estuviera contaminado, antes tenía que recuperar el favor de Dios llevándole una ofrenda por el pecado o una ofrenda por la culpa (Levítico 5:5, 6, 15). Era un asunto serio, pues la Ley castigaba con la muerte a la persona que estando contaminada comiera de un sacrificio de comunión, que podía ser una ofrenda voluntaria (Levítico 7:20, 21). Por el contrario, si estaba limpia a los ojos de Dios y su sacrificio no tenía defecto, podía regocijarse y disfrutar de una conciencia tranquila (lea 1 Crónicas 29:9).
Realmente interesante la biblia, ahora yo me pregunto ¿qué culpa tenían los animalitos? - Alberto Oliva