Quisiera que alguien me diera algún consejo, para intentar corregir mi patrón de conducta.
Hace tiempo he estado mal y confundida, hay un chico que está interesado en mi, el es muy lindo y se preocupa mucho por mi. Al comienzo todo iba bien pero luego comencé a sentirme incómoda y no sabía qué hacer, crei que me sentía así por problemas que había tenido últimamente y decidí dejarlo para no hacerle daño.
Al principio me sentía bien por la decisión que había tomado pero luego comencé a sentir que lo necesitaba y el aún quería estar conmigo, asi que comenzamos a salir de nuevo, solamente que está vez sin ser nada, todo iba bien hasta que volvió ese sentimiento de incomodidad, siento que el chico me aburre pero cuando me siento mal y solo entonces, acudo a el, se que está mal he intentado cambiar mi forma de ser pero no sé cómo.
También cuando el se porta distante siento que lo necesito, pero cuando me presta atención, quiero alejarlo.
He estado pensando en dejar todo y ver que sucede, pero tengo miedo de arrepentirme como antes y querer volver a estar con el.
Agradecería que alguien pudiera darme un consejo, en serio me ayudaría.
2 Respuestas
Parece que vives muy centrada en ti, tal vez deberías pensar menos en ti y más en los demás. Solo acudes a él cuando no te sientes bien y cuando él te busca no estas cómoda porque no has sido tú la que lo ha buscado. Parece que si no hace lo que a ti te apetece en cada momento no estás satisfecha pero eso te pasa por pensar en ti. Trata de agradarle cuando estés con él, preocúpate más por el y menos por ti y así puede que todo vaya mejor.
Yo te diría que te descentres de ti. No te guíes por tus intereses, sino que por ejemplo con este chico, piensa en su bien de verdad como persona, lo cual te obliga a sobreponerte a tus intereses más superficiales, lo cual te viene bien (digamos que pondrías a mandar a la máxima capacidad de ti, no dejando que tome el mando la simple apetencia). Por supuesto que siempre con conducta buena en sí misma, ayudándolo a vivir las virtudes, y a aprovechar su vida, según Dios.
Esto por sí solo ya aclara muchas cosas, además de ayudarte a ti particularmente.
Las decisiones tómalas todas según la virtud de la caridad.