Como denunciar Abuso de poder e influencias

Con el titulo lo digo todo.

¿Cómo se debe proceder si es evidente que están uilizandoestos métodos contra alguien para beneficio propio?

Respuesta

Yo le diría que es necesario que explique un poco cuál es la situación, para que se pueda valorar mejor

Una persona k por su profesion tiene puertas abiertas para hacer lo k kiere cuando a un ciudadano no le hacen caso para la misma cuestion. Poniendo en tela de juicio la dignidad , la integridad y en riesgo la saludde otra persona en su propio beneficio particular.

Lo lamento, pero expone usted únicamente generalidades, que difícilmente se pueden valorar.

2 respuestas más de otros expertos

Respuesta

Eso depende, del país, de las leyes, si es por ej. maltrato de genero, hay lugares aquí al menos donde se puede recurrir para asistencia y ayuda legal, sin cargo, si es otro tipo de abuso, abuso en el trabajo por un superior a un empleado, todo tiene que hacerse según las reglas y según convenga al que quiere denunciar y que pruebas aporte, no puede haber una sola respuesta para esa pregunta.

Respuesta

Lo ideal sería que ese alguien reaccionase guiándose por el bien, por hacer el bien de verdad, y no se guiase también por su propio beneficio únicamente. Por supuesto que con esta actitud de guiarse por el bien de verdad tiene que estar dispuesto a perder de su beneficio particular temporal, pero es que siempre hay que elegir entre el bien de verdad o el interés superficial. Y ai ve mal que el otro elija su beneficio propio, tiene que comenzar dando ejemplo, ya que no actúa justamente el que solo se queja de las injusticias que le afectan particularmente, y en la medida de sus intereses, sino que contra la injusticia, hay que atreverse a vivir la justicia, y para ello, como te decía, eso no puede tener el tope, ni la guía principal de los intereses particulares, sino que con ello uno tiene que guiarse por lo que es bueno, recto y justo.

Con una actitud buena puede ser que se viese la pertinencia de una denuncia, aunque quizá no como primera medida, pero como te digo siempre guiado por el bien, y nunca guiado por los intereses particulares, y pensando que le van a dar la razón a uno, ya que en muchos casos no sería así.

La forma de poner una denuncia de lo que comentas me imagino que sería encaminarse al juzgado de guardia a llevar una denuncia ya escrita con los datos personales del que denuncia y con los hechos, también pudiendo añadir lo que se considera que se vulnera del derecho, todo para evaluación del juzgado penal (pudiendo añadir todo lo que consideres pertinente al caso).

Como te decía todo guiado por el bien de verdad, ya que las auténticas buenas acciones siempre tienen efectos aunque no te lleguen a dar la razón. Y para ver qué hacer también tendrás que ver si eso afecta a otras personas, que eso no ocasione mayores perjuicios (de los auténticos bienes, no de los intereses vanos y desordenados), etc.

Si ese alguien quiere solo guiarse por sus intereses, pues realmente están en lo mismo, aunque en diferente posición, y lo de menos es quién haya empezado primero. Uno decide cómo afronta la vida y cómo afronta lo que le sucede. Y no hay disculpas: o se guía por el bien, haciendo el bien, o se guía por su interés particular, aportando un mal, aunque solo sea por dejar de hacer lo que debería hacer.

Te dejo lo siguiente para leer:

http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2016/06/al-hacer-el-bien.html

Lo ideal sería que ese alguien reaccionase guiándose por el bien, por hacer el bien de verdad, y no se guiase también por su propio beneficio únicamente. Por supuesto que con esta actitud de guiarse por el bien de verdad tiene que estar dispuesto a perder de su beneficio particular temporal, pero es que siempre hay que elegir entre el bien de verdad o el interés superficial. Y ai ve mal que el otro elija su beneficio propio, tiene que comenzar dando ejemplo, ya que no actúa justamente el que solo se queja de las injusticias que le afectan particularmente, y en la medida de sus intereses, sino que contra la injusticia, hay que atreverse a vivir la justicia, y para ello, como te decía, eso no puede tener el tope, ni la guía principal de los intereses particulares, sino que con ello uno tiene que guiarse por lo que es bueno, recto y justo.

Con una actitud buena puede ser que se viese la pertinencia de una denuncia, aunque quizá no como primera medida, pero como te digo siempre guiado por el bien, y nunca guiado por los intereses particulares, y pensando que le van a dar la razón a uno, ya que en muchos casos no sería así.

Si ese alguien quiere solo guiarse por sus intereses, pues realmente están en lo mismo, aunque en diferente posición, y lo de menos es quién haya empezado primero. Uno decide cómo afronta la vida y cómo afronta lo que le sucede. Y no hay disculpas: o se guía por el bien, haciendo el bien, o se guía por su interés particular, aportando un mal, aunque solo sea por dejar de hacer lo que debería hacer.

Me ha gustado la explicación pero voy a poner un ejemplo para poder yo entenderlo mejor y si es a bien me respondes y yo te lo agradecería.

Supongamos que javier es un hombre con un buen trabajo prestigio que cae bien y esta muy bien relacionado con un entorno que también tiene poder.

Utiliza este poder para su beneficio en su vida privada llegando a perjudicar a otras personas. Siendo injusto egoísta prepotente desconsiderado y llevando a desesperar y a fomentar la impotencia. Se ve con el derecho de hacer y deshacer a su antojo jugando con las personas inocentes y de buena fe. Estas personas no tienen ese poder y se sienten débiles utilizadas denigradas humilladas .

Estas personas podrán no tener ese "poder" de tipo laboral o social, pero tienen el auténtico poder, que es la de poder uno sobre sus tendencias vanas y desordenadas y ser capaz de actuar bien de verdad, dirigiéndose realmente hacia el bien de verdad, y no hacia lo egoísta.
Es cierto que ciertas personas pueden hacer daño, pero no el daño fundamental, ya que eso solo se lo puede hacer uno a sí mismo. Y por cierto que hay daños externos más graves que el que comentas, ya que al menos en este caso parece que las personas que lo sufren son conscientes de él, ya que hay otras personas que hacen daño, quizá incitando a lo vano y desordenado de la persona, y pudiera ocurrir que la persona que lo sufre no fuese del todo consciente, ya que ese daño pudiera estar más en consonancia con sus apetencias.
A la persona no la denigra lo que sufre del exterior, aunque pueda sufrir un trato no acorde con su dignidad humana, sino que realmente lo que la denigra es su propio mal comportamiento. El ser uno humillado realmente es algo que no tiene por qué llegar a ser malo para la persona; quizá es mucho más peligroso el ser ensalzado indebidamente.
Generalmente la persona es utilizada o manipulada cuando realmente quiere algo para sí de tipo terreno; entonces sí que está digamos que "cogida" o atrapada. Pero el querer uno algo para sí de forma prioritaria ya es no actuar uno bien. Y también la persona que ejerce ese daño por estar en esa posición de poder sufre un daño por este mal ejemplo, que quizá no lo llege a identificar, pero es real. Si la persona se llega a desesperar tampoco puede echarle la culpa por entero a otra persona o circunstancia ambiental externa, sino que siempre participará su forma de afrontar lo que le surja.
No cabe duda de esta persona en una situación de poder puede hacer un daño material e incitar a uno moral, pero para que este daño moral se concrete necesita ya de una determinada respuesta de la otra persona.
Y para concretar más, esa persona para hacer y deshacer, etc. se valdrá precisamente de los intereses particulares de las personas, sabiendo que de no acceder a lo que dice, por ejemplo, no obtendrán lo que quieren, o no evitarán lo que no desean. Estas personas lo que tienen que hacer es guiarse por el bien de verdad por encima de sus intereses vanos o desordenados (y son desordenados cuando se anteponen los bienes de orden inferior a los de orden superior); y tienen que pensar en hacer el bien de verdad, incluso al que les quiere hacer daño, sin juzgarlo (es decir, sin juzgar acerca de su responsabilidad), ya que no es esa su misión. Si todos actúan o responden sin amor de verdad, sería posible que el que sufre un daño tenga más responsabilidad, porque pudiera tener más recursos, etc., pero, en cualquier caso, responder sin amor ya es malo.

Te diría que en todas las situaciones que le surjen a uno, uno puede actuar bien, con la gracia de Dios. Aunque por supuesto que uno puede sufrir un daño del exterior, que siempre será relativo, ya que el único daño absoluto es el pecado; y el pecado personal siempre tiene una responsabilidad personal. Uno tiene que partir de aceptar las circunstancias que tiene y en ellas ser capaz de actuar de la mejor manera posible, tomando todas las decisiones según el bien y hacer el bien, y no según los intereses vanos y desordenados. Que es posible que al actuar uno bien tenga que perder de ciertos bienes materiales, etc., por supuesto que sí, pero precisamente en eso consiste el actuar bien, en que se elige lo más importante, y no lo menos. Y es más importante actuar uno bien, actuar justamente, dar buen ejemplo también a esa persona con poder, que continuar uno con ciertas ganancias materiales, o similar, etc.

http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2016/09/aprovechar-la-vida-26-de-septiembre-de.html

http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2015/06/aprovechar-la-propia-vida.html

http://opinionestemasdeactualidad.blogspot.com.es/2016/06/del-libro-peligros-y-reparos-de-la.html

¡Gracias! Pero

Si a una persona otro le la esta dañando. Ya que no tiene empatía. Le da igual que sufra . esta pobre tendrá que defenderse y dudo que lo consiga si solo piensa desde ese punto de vista . no se trata de hacer el mal o no hacer el bien ya que eso ya forma parte de ella ny de buscar algo material. Se trata de que le atacan y por muy buena que sea una persona se tiene que defender del daño que le están causando. Un daño que podía haber evitado el que ataca si hubiera sido justo y humano.

La mejor defensa siempre es pensar en hacer el bien. Y es que al pensar en hacer el bien incluso se ensancha la mente.
Hacer el bien no es actuar tontamente, aunque a veces pudiera parecerlo a ojos externos (precisamente porque no se persiguen de forma prioritaria intereses personales, que así elegidos por encima de otros valores, serían desordenados en su forma de elección aunque no fueran malos en sí mismos), sino que para hacer el bien uno está muy consciente de lo que hace, y lo que elige, y actúa con dominio de sí; actuar bien no tiene nada que ver, pues, con actuar tontamente sin objetivo alguno, sino que precisamente uno tiene que tener muy claro el objetivo, ya que precisamente tendrá que sobreponerse a intereses que tiene que dejar en segundo lugar o desechar.
Uno tiene que mirar la situación que se le presenta generosamente, mirándola según Dios, pensando en el bien que puede hacer, en lo que quizá esa situación le hace remover y mejorar de sí mismo; no sería bueno que uno enfocase una situación pensando prioritariamente en sus intereses particulares, ya fuesen estos vanos o desordenados (estos intereses, aunque fuesen legítimos en sí mismos, siempre tienen que estar en su orden).
Lo más importante para la persona es que sea capaz de actuar bien de verdad, y esto también le mejorará realmente en lo material conveniente, como la salud, etc., por supuesto que sin trastocar el orden de la importancia de las cosas.
Ya leyendo todo lo que dices, te diré que, como dice en Romanos 8, 28 "... Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, ...". Así que todo puede resultar en un bien de los que aman a Dios y actúan realmente justamente.
Como te decía uno puede ver objetivamente un mal comportamiento (por supuesto que no sería un mal comportamiento el abstenerse de cosas que uno realmente no está obligado a hacer, sino que responden más bien a costumbres, etc. ), pero no es bueno que juzgue acerca de la responsabilidad que esa persona tiene sobre ello, ya que sin duda acerca de la vida de otra persona habrá muchos factores que uno desconozca. En cualquier caso el juzgar no es necesario para uno actuar bien de verdad, pensando en el bien de verdad de todos los implicados. Si uno responde con rabia, etc. ya está actuando mal; y sobre todo, si esto además de ser una primera reacción emocional más o menos inconsciente o involuntaria, ya se hace la norma de conducta, y uno piensa que esto es bueno, y no intenta sobreponerse a ello, o más bien contrarrestarlo, con amor de verdad. Si uno es un expectador externo, uno no puede juzgar, y tiene que pensar en el bien de verdad de todos los implicados: ayudar al que supuestamente actúa de forma poco justa a ser justo, y ayudar a los demás a actuar también justamente, es decir, con amor de verdad. No es justo el que meramente se queja de las injusticias en la medida que estos afectan sus intereses o su sensibilidad, sino que para actuar justamente precisamente hay que anteponer el bien de verdad a los intereses vanos o desordenados.
Y dentro de actuar bien también caben las denuncias, con las que titulabas la pregunta, por ejemplo, y caben muchas de las herramientas legítimas, pero siempre que estén bien orientadas como te decía, nunca encaminadas a los intereses particulares de forma prioritaria, sino que encaminadas a realmente hacer auténtica justicia, y auténtico bien, para todos. Y para esto, claro que uno tiene que anteponer el hacer el bien de verdad a sus intereses particulares, y es ahí donde le cuesta más a la persona, pero sin duda saldrá ganando si realmente uno se decide por el bien de verdad, y no por sus intereses particulares, como la vanidad, etc.
Uno no puede guiarse, pues, ni por la vanidad, pensando en lo que van a pensar superficialmente otras personas, ni por el odio o la rabia, etc., sino que tiene que ver la realidad, y pensar en el bien de verdad de todos, aunque esto suponga perder en intereses vanos y desordenados, ya que para actuar bien, siempre hay que tener esta elección muy clara. Con este enfoque hay que hacer o no hacer lo que uno tenga que hacer o dejar de hacer, y confiar, viendo los siguientes resultados con el mismo enfoque, y actuando auténticamente bien, con la gracia de Dios.
Hay que tener muy claro que la indiferencia o la falta de amor hacia el prójimo ya es algo malo en sí. Si uno piensa ayudar al otro en una determinada situación, también tiene que ayudarlo cuando lo ve que está actuando mal. Pero claro que cuando está actuando mál la ayuda puede costar más en cuanto a sobreponerse a la vanidad.
Resumiendo, hay una persona que hace un daño. Esto puede ser también una oportunidad para hacer el bien de verdad, y vencerse uno a sí mismo. Uno no puede echarle la culpa al otro de cómo se tome uno una circunstancia, ya que entonces esa otra persona también le podría echar la culpa a otro, y este a otro, etc., y nadie querría hacerse responsable de nada.
La verdad es que uno es responsable de su propia respuesta, y esto le influye más que la conducta de otra persona. Y tiene que confiar en Dios. Que tiene que estar más incómodo, perder bienes materiales, trabajo, etc. con motivo de la actuación de otra persona, quizá en algo o en todo esto ya no manda, como en mil circunstancias en las que uno no manda en la vida. Pero hay una cosa en la que uno manda, y ahí sí que tiene que ejercer el mando, que es en cómo afronta la vida, y cómo afronta lo que se le presenta. No se trata solo de no actuar con actos manifiestamente malos (porque realmente ya la falta de amor es un mal, y con ello se le hace daño a otra persona, además de a uno mismo).
Hay que ver la realidad y responder bien a ella. No es misión de uno el decidir en todo acerca de la realidad que a uno le toca vivir (por supuesto en algunos aspectos pudieran ser consecuencia de actos anteriores, etc.).
En el caso que me pones, esta pobre, como la llamas, tiene que actuar bien de verdad, pensando en el bien de verdad de todos, no en sus particulares intereses como prioridad. Y si esto le supone una pérdida en sus intereses, tiene que verlo con alegría, ya que incluso en esto uno no sabe realmente al cien por cien lo que le interesa en cuanto a ciertos intereses; pero lo que está claro es que siempre le interesa el actuar bien de verdad. Efectivamente hay circunstancias que pueden suponer una dura prueba, pero también pueden ser una oportunidad, o incluso pueden servir de un importante desengaño, para finalmente poder ser consciente de lo más importante. No cabe duda de que si uno responde mal ante un mal, incluyendo la indiferencia o falta de amor, que ya es un mal, lo único que hace es agravar la situación, aunque inicialmente satisfaga ciertos intereses vanos como ciertas revanchas o ciertas vanidades.
Cada uno es responsable de su parte, y uno no puede excudarse en por ejemplo que otro empezó primero. Y si uno elige mal pretendiendo disculparse en que otra persona le ha hecho por ejemplo un daño en sus bienes por ejemplo, y que él los quiere salvaguardar como sea, anteponiéndolos a bienes de orden superior, pues ya ha elegido lo que vale menos dejando lo que vale más, y esto tendrá las malas consecuencias que le correspondan (ya sea en mala educación por ejemplo de los hijos, daño en su salud, etc., etc.).
Por supuesto que actuar bien no es actuar para complacer intereses vanos o desordenados ni de uno, ni del otro, ni de nadie, sino que uno al actuar bien se encamina al bien de verdad, y esto siempre funciona.
Y si uno es un espectador externo de esta situación tendrá que pensar en el bien de verdad de todos, y también ayudar a que la persona que en esta situación sufre un daño reaccione bien de verdad, no alimentándola en sus intereses vanos y desordenados, sino que ayudándola a actuar bien de verdad, lo cual siempre cuesta un poco más, pero vale más. No buscando satisfacciones de lo vano y desordenado de nadie, que a nadie realmente engañan, sino que buscando el bien de verdad, que es lo que realmente funciona. Y claro que aquí uno se encuentra con la cierta dificultad para actuar bien, ya que no es lo mismo actuar bien que complacer intereses vanos o desordenados de uno o de los demás. Pero precisamente la persona humana está capacitada para actuar bien de verdad, con la ayuda de Dios, y vencerse uno a sí mismo en sus tendencias vanas y desordenadas.
En un momento determinado ya no es decisión que le corresponda a una persona lo que podría haber sido o dejado de ser, sino que le corresponde el responder ante lo que le surja, dentro de lo que Dios le brinda para ello.
Por supuesto que si la conducta de esta persona con poder afecta a otras personas, uno tendrá que ver, encaminado al bien de verdad de todos, lo que realmente tiene que hacer, pensando en el bien de verdad, no en vanas o desordenadas complacencias, y siempre con conductas buenas en sí mismas, sabiendo, además, que lo que uno hace de bueno con una auténtica buena intención también le brinda un bien al que supuestamente inicia un daño, aunque no lo complazca superficialmente.

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