Mi pareja no es nada detallista cuando tenemos sexo y a mí la rutina empieza a aburrirme.

Hola! ¿Creo qué estoyv empezando a caer en la rutina cuando hago el amor con mi pareja.no es nada detallista y yo no se que hacer.que me recomiendas?

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Hellen Kaplan, una de las terapeutas sexuales más reconocidas en las últimas décadas, señalaba los principales afrodisíacos para mantener vivo el deseo sexual: el tiempo, la fantasía y el amor. Y es todo un hermoso desafío para vivir de a dos... siempre y cuando estemos consientes de que la persona que elegimos como pareja sea quien amamos y quien nos erotiza, nos alimenta el deseo sexual, sentimos ganas y atracción. Se sabe que "hacer el amor" es un hecho de a dos, solamente contemplarse y sentirse desnudos, el uno al otro, implica infinitas sensaciones de goce que se multiplican de gran manera si se agregan caricias, palabras, besos y abrazos en el momento de la relación sexual. No olvidemos que toda relación sexual necesita de un comienzo ameno, el juego previo, lo que va llevando a la pareja excitarse y desear el contacto físico cada vez más. Hay que permitirse ser creativo, animarse a hablar francamente con su pareja para saber lo que a ambos les gusta y lo que no, lo que el otro necesita y cómo, es indispensable para lograr una plena relación sexual con la cual ambos queden satisfecho. Las zonas erógenas, de excitación en la mujer son la boca, a través de los besos, ya sean suaves o apasionados, desde el nacimiento del cabello hasta la frente, las sienes, las cejas, los párpados y las mejillas. El lóbulo de la oreja, el cuello, los senos, los pezones y el área alrededor del ombligo. La pareja en conjunto aprenderá a encontrar la forma de estimularse mutuamente más placentera para ambos. El clítoris es donde la sensibilidad y el placer llegan al máximo nivel dado que es una zona de gran irrigación sanguínea y permite a la mujer "sentir" el acto sexual en plenitud. En cambio para el hombre, las caricias en los genitales, son estímulos que provocan una excitación inmediata. Los hombros, las palmas de la mano, la espalda, el pecho y los pezones son sus otros puntos débiles en la intimidad. Los juegos sexuales previos al coito son fundamentales para ambos, extendiendo los besos y las caricias por todo el cuerpo, descubriéndose, sin pudor para llegar a la verdadera esencia de cada uno. No olviden que la palabra también es un gran estímulo a la hora de "hacer el amor". El darse tiempo y permiso para los juegos sexuales, para conocerse, para encontrarse, sin pudor dará los frutos requeridos y ambos podrán lograr placer mutuamente, no hay que estar pendiente de la otra persona, hay que saber y aprender a dar y recibir, porque al estar pendiente del otro, se puede perder el propio placer y la pareja se da cuenta de ello. Revivir el deseo y el amor es tarea de ambos. Suerte.

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