Pareja de echo

El matrimonio, es la única forma de percibir las pocas ventajas fiscales que el estado da a las familias, por ejemplo en caso de fallecimi8ento es necesario que el matrimonio exista para recibir las prestaciones de muerte y subsistencia y sistemáticamente se están denegando, incluso en vía judicial, en los casos de convivencia, sin legalización, ocasionalmente se han concedido por algunos tribunales el reconocimiento de derechos, pero están recurridos y en instancia superior se deniegan.
Sin embargo, este criterio no se sigue en los casos de separación, especialmente si existe descendencia, de tal modo que se regula y se sigue exactamente el código civil en materia de matrimonio, señalándose pensiones alimenticias para los hijos, abusivas como todas, si bien no, alimentos para ella y tampoco pensiones compensatorias, pero todo se logrará.
La diferencia es que en unos casos, el dinero es del Estado y en el otro, es del ciudadano de turno.
De otra parte, las parejas de hecho, se acreditan de forma relativamente fácil especialmente en los casos de conflicto, basta el testimonio de los amigos, vecinos, etc. que acrediten la convivencia y cuando esta es por tiempo superior a un año, se le da carta de naturaleza, en los pleitos ante los tribunales.
Fiscalmente, tampoco se pueden hacer declaraciones conjuntas.
Si no se tiene descendencia, vivir en pareja es más cómodo y fácil la separación, pues está el "¡¡ahí te quedas!!", pero en el momento que se suscitan conflictos, por ejemplo en el reparto de los posibles bienes comunes, lo mismo da que sea matrimonio, pareja reconocida o pareja de hecho, pura y dura.
Incluso en los casos de conflictos resueltos a bofetadas, se aplican los mismos criterios que en los matrimonios, de tal modo, que se invierte la carga de la prueba, lo que es una barbaridad jurídica, pero es así.
Concluyendo, personalmente considero que no hay escapatoria y te las dan todas en el mismo carrillo, así es que nos ponen difícil eso de dormir con los pies calientes.