¿Aikido?

Bienvenido al mundo de las artes marciales! Una de las primeras cosas que se aprenden en este mundillo, antes incluso de los primeros movimientos, técnicas, etc. es el respeto. El respeto formalizado en un código de conducta que se enseña en clase pero se practica en toda tu vida. La humildad de reconocer y respetar a todas las artes marciales independientemente de cual sea su origen, todas tienen algo que aportar, pertenecen a tradiciones culturales distintas lo que explica su diversidad. El karate no es el rey ni tampoco el Aikido, ninguna lo es. Unas pueden ser más efectivas en combate, otras mejores para la salud, unas más conocidas y otras más minoritarias pero todas y cada una tienen su mérito. ¿Conoces las AAMM de filipinas? ¿De Hawai? ¿De Indonesia? Poseen tradiciones riquísimas y sistemas de lucha muy elaborados, por eso lo primero es olvidarse de reyes, campeones, mejores y peores e ir conociendo este maravilloso mundo con humildad y respeto que es sin duda lo primero que tu sensei de katare tratará de enseñarte.
En cuanto al Aikido, es un estilo donde no hay combate ni competición ¿para qué sirve entonces? Es erróneo plantearlo en términos de utilidad práctica, no es un sistema de auto-defensa, no es un yoga para la salud, no existen kata ni formas preestablecidas. Históricamente proviene del aiki ju-jutsu medieval, escuelas para formar a los samurai en el arte del combate, con un arsenal técnico extraordinario incluido el manejo de diversas armas. El Aikido moderno es una práctica de todas esas técnicas desde un punto de vista más flexible, más sano para el cuerpo, movimientos más circulares y una especial preocupación por el bienestar del compañero de práctica. No se trata de romper un brazo sin más, se trata de ser eficaz sin tener que romperlo, de ser realmente capaz de reducir a alguien sin hacerle daño, sin pegarle, sin lesionarle, por ese motivo es especialmente valorado entre la policía y los diversos cuerpos de seguridad. Es un estilo tradicional donde se concede gran importancia a la correcta etiqueta, la actitud, el ambiente que genera la práctica. Los aikidoka no nos comparamos con nadie, lo que hacen los demás esta bien, se respeta pero no nos preocupa saber si somos mejores, tratamos tan solo de perfeccionar nuestra técnica cada día en una lucha solo con nosotros mismos.
Lo mejor es que veas una clase, varias si puedes, incluso que pruebes a practicar para ver como te sientes, en unas semanas podrás hacerte una idea más fiable y decidir si puede ser compatible con el karate.
Personalmente he de decirte que tengo algunos alumnos en aikido que son altos grados en karate y están encantados porque según dicen ellos mismos..." en el aikido están encontrando la aplicación práctica a los kata de karate"... la distancia, la estrategia, el ritmo
Suerte y adelante con tu nueva etapa!