No sé si le tengo que llevar al psicólogo

Os cuento. Tiene 5 años, es gemelo, y vivíamos en un pueblecito pequeño. Iban a un colegio rural, donde en total sólo había 29 niños de distintas edades, por lo tanto, su hermano y él, iban juntos a clase.

En agosto, me salió trabajo en Madrid, por lo tanto, me tuve que venir corriendo con ellos y matricularles en septiembre, en el primer colegio donde había plazas. Le comenté al director de que les pusieran juntos en clase, más que nada, porque iban a ser muchos cambios a la vez para ellos, encima pasaban de ir 5 horas al colegio a tener que estar 7 horas, ir a un comedor lleno de niños, etc, pero me dijeron que las normas eran separados.

Pues bien, uno de ellos se ha adaptado muy bien, está muy contento y sin ningún problema, pero el otro está desde que empezó el colegio, llorando por todo, a penas come, no duerme bien. De repente está viendo los dibujos contento y le miras y se le están cayendo lágrimas en los ojos, le preguntas que por qué llora y se esconde con el cojín para que no le veas llorar. Intentamos hablar con él, tanto su padre como yo, y nos dice que es que no sabe por qué llora, que es que le caen lágrimas en los ojos pero que no puede evitarlo. Está muy irascible con su hermano, le pega o le grita por nada.

Todas las mañanas, nada más levantarse, siempre me pregunta si al día siguiente tiene que ir al cole, y que cuantos días quedan para las vacaciones, para ir al pueblo. Luego siempre entra al colegio llorando, para meterle en la clase le tiene que meter la seño. En el comedor les han tenido que poner juntos en la misma mesa, porque no comía nada (aunque sigue sin comer). La seño me dice que luego está tranquilo en clase, que no llora.

El otro día fui a la pediatra para que me diera su opinión, y para que me derivase a un psicólogo infantil, más que nada para que nos dijera como poder ayudarle. Tiene unas ojeras increíbles y se está quedando muy delgado, y tiene una carita triste, cuando siempre ha sido muy alegre. No quiero que caiga en depresión. Me dijo que llevarle a un psicólogo a los 5 años era una tontería porque lo que no me contase a mí, no se lo iba a contar a un psicólogo. Y me mandó pasiflora para por la mañana y por la noche. ¿Qué puedo hacer? Se me escapa de las manos, no sé como actuar con él. Orientarme un poco.

4 respuestas

Respuesta
1

¿Qué dice tu hijo cuando le preguntas por qué no quiere ir al cole? ¿Qué es lo que no le gusta del cole? ¿Qué cosa no le gusta hacer? ¿Le gustaría ir a la escuela si su hermano estuviera en su clase? ¿Qué responde a estas preguntas?

Si es que no te da respuestas, entonces, mi siguiente pregunta es: ¿Y qué dice su tutora? Si el niño no quiere ir al colegio, es el colegio que primero debería preocuparse por su bienestar. Sí, cada colegio tiene sus reglas, pero en situaciones especiales algunos hacen excepciones.

Si es que ellos piensan que es mejor que estén separados, deberían tener métodos como actuar en los casos como es el tuyo.

En general, las escuelas que defienden la separación de los hermanos lo hacen porque creen que es bueno para ellos a medio y largo plazo, sin embargo hay niños que son más sensibles, como el tuyo, y la etapa inicial en la escuela les puede resultar muy difícil.

Así que, yo que tú conseguiría una charla con la escuela, porque si un niño no está bien es su centro educativo y sin embargo estaba bien en el anterior, es la escuela que debería hacer algo para mejorar la situación.

Si es que la charla no fuera efectiva, y no vieras ningún resultado positivo como consecuencia, entonces sí que iría a consultarlo con un psicólogo infantil. Si es que tu pediatra no quiere darte un volante, busca a un buen profesional que trabaje en privado.

¡Gracias! Te cuento, cuando le preguntamos por el cole, nos da varias causas, yo creo según el día, como se levante, y nos termina diciendo que no sabe por qué llora. Yo creo que es algo del comedor, pero un día te dice una cosa y otro día otra. Al principio decía que lloraba porque no estaba con su hermano en la misma mesa. Hablé con el director y le comenté el caso y les pusieron juntos. Sigue igual y no se ha notado mejoría, y nos sigue diciendo que no quiere ir al comedor, que porque hace mucho ruido en el comedor, otras veces que porque le pega fulanito, otras que le pega menganito, otras veces que porque no sabe por qué...

En el colegio ya se lo he comentado al director y a la tutora, pero ellos dicen que el niño en el cole no llora y que está estupendamente. He visto fotos de alguna excursión que ha hecho el niño y iba con la cabeza agachada y con carita de pena. No llora, pero tampoco es feliz. 

Lo que más me parece extraño de todo esto, es que el que creíamos que lo iba a llevar peor, porque es más mimosillo, porque siempre estaba pendiente de su hermano, era más tímido... era su hermano. Sin embargo, nos ha dado una lección a todos. Se ha acoplado a la situación sin ningún problema de nada. 

Terminaremos por ir a un psicólogo aunque sea privado. Más que nada, que nos de unas pautas a nosotros, porque ya no sabemos como actuar. Muchas gracias.

También, puede haber algo más que la escuela… ¿El cambio no ha afectado de alguna manera tu relación (o la del padre) con tu hijo? Es decir, ¿quizá antes teníais más tiempo para él y ahora por circunstancias no puede recibir la misma atención? Para que te cuente todo lo que le pasa, necesita sentir mucha confianza y quizá durante el traslado hubo algún momento en que él se sintió “abandonado”, quizá de alguna forma expresaba sus protestas por el cambio de la ciudad, pero no le escuchasteis lo suficiente, o no lo distéis mucha importancia y así se sintió ignorado y ahora ya no se atreve o tiene miedo decir cosas porque sabe que no hay solución. Puede ser que él quería expresar algún problema, alguna preocupación, pero si en ese momento, tú o tu marido lo ignorasteis, sin daros cuenta, se le quedó “grabado” que por esas cosas no debería molestaros. Si ves que el niño no quiere contarlo, o le molesta que le preguntes una y otra vez que le pasa, deberías primero tratar de ganar su máxima confianza y esto se hace pasando más tiempo con él, jugando con él, y tratar de no rechazarlo aunque estés muy ocupada y cansada, porque si te ve a ti muy preocupada, cansada, desesperada, no le crearás confianza. Si por las circunstancias te ves obligada hacer cosas con prisa y no puedes darle lo que él necesita, si él lo nota, puede ser que su comportamiento por una parte es como la protesta contra tu actitud o de tu marido.

Bueno, yo no sé si es tu caso, solo hago una supuesta que podría ser posible y que podría causar la desconfianza y el miedo de expresar lo que él siente.

Aparte, como el niño se ve muy afectado por los cambios, y extraña su pueblo, cosas que tenía y hacía allí, deberíais buscar algo muy positivo y que le guste a él, que sea propio de la ciudad grande, es decir alguna actividad, conectada con Madrid para que vea que su nueva casa también es un lugar muy bonito e interesante.

Entiendo, que tanto tú, como tu marido podéis extrañar a vuestro pueblo, pero si además lo expresais en casa y lo ve el niño, no le ayudará a sentirse mejor. Podrías buscar algo muy positivo que hay para los niños en Madrid y que no tiene un pueblo, no sé, quizá el zoo, o quizá algún parque temático donde podríais ir crear un hábito bonito, para que empiece a sentir que no todo es negativo en Madrid, sino al revés (aunque vosotros no lo penséis), o sea, él necesita tener una "recompensa" para todo lo que ha perdido.

¡Gracias! Si es cierto que yo estoy más tensa, y tengo menos paciencia, me puede la situación, sobretodo el no saber como actuar con él. Han aceptado que empiece en enero el trabajo, para poder estar con él, pero ha pasado el tiempo y seguimos igual. 

El padre y yo estamos separados desde que ellos tenían un año de edad, pero tenemos muy buena comunicación y nos llevamos bien por ellos. Ahora, al venirnos a Madrid, están más cerca de él. Incluso hay días que él los lleva al colegio. Ellos ven normal la situación. En casa de él, el niño actúa igual, de repente está contento y al rato le mira y está llorando en silencio, y le pregunta y le dice que no sabe por qué. Hemos hablado los dos juntos con él, diciéndole que no podemos ayudarle si no nos cuenta lo que le pasa, y los dos llegamos a la misma conclusión, es algo del colegio.

Desde que vinimos a Madrid, no dejo de hacer actividades con ellos para que vean las cosas buenas que tiene. Les encanta viajar en metro y en tren. Les encanta un parque que hay cerca de casa con un barco con mogollón de actividades. La warner les chifla. En fin, hemos llegado a pensar hasta que se lo inventaba para tenernos encima, aunque luego le miras y se ve que no. El otro día una mama del cole les invitó al cumple de sus hijas, que también son gemelas, a un parque de bolas. Mientras su hermano se lo pasó genial, con todos los niños, éste se tiró toda la tarde agarrado a mí y llorando. Y eso que venía su hermano a por él para que fuera a jugar con ellos, las gemelas también venían a por él y nada, no había modo. Y yo encima, angustiada sin saber cómo actuar. 

También tengo miedo de que su hermano se termine hartando de la situación, casi siempre tiene que ceder, aunque intentamos no ser injustos, pero a veces lo somos.

También he probado a darle una recompensa si no entra al cole llorando, y él entra, cuando le coge la seño, claro, pero como algún padre interrumpa a la seño para hablar con ella, el niño se pone a llorar de frente a la pared tapándose, para que yo no lo vea.

Veo que habéis hecho muchas cosas y, siendo así, creo que tendríais que acudir a un psicólogo infantil. Se podría esperar para ver si pasa, si solamente es una adaptación más dura para él, pero a mí lo que me preocupa es que coma mal y esté perdiendo peso.

No sé cuál ha sido la experiencia hasta ahora con vuestra pediatra, si te crea confianza, pero has de saber que siempre tienes la opción de cambiar de pediatra, y el otro especialista quizá sabría mejor como ayudar a tu hijo, no solo recetando calmantes, así como derivarle a un psicólogo.

¡Muchas gracias! Al final es lo que haremos. Mucha gente me ha comentado que cambiemos de pediatra. Hemos tenido ya otro caso con ella que no nos convence.

De todos modos le llevaremos a un psicólogo privado, creo que nos va a atender  mucho más rápido y se puede adaptar, dentro de su horario, al horario del trabajo del padre. La comodidad y la rapidez se pagan.

Ahora nos queda buscar un profesional especializado en psicología infantil. Gracias

Respuesta
1

Si eso te dijo, me reservo la opinión, por mantener una ética.

Muchas veces, por más que el padre o la madre, o ambos, quieran ayudar al chico, no saben como, ahí entra el sicologo infantil, o pediatra, o como se llame en otros países, que se supone, que esta capacitado para poder entender la psicología del chico. Por supuesto no se tiene que llevar a un sicologo de adulto, aunque es sicologo, y sabe también del tema, pero la especialidad es la que mencione. Y muchas veces, el chico no habla con sus padres de lo que le pasa, y el sicologo competente, puede ir averiguando, por ej. si hay algo de abuso en la escuela, maltrato, etc. De modo que buscate otro, si no te da ninguna ayuda. Ste.

Respuesta
1

Hay que intervenir en la propia clase y colegio. Observarle para saber las causas que propician ese estado emocional en el que se encuentra. Cuando se sufren estos cambios tan radicales, los niños necesitan un apoyo en clase, un amigo que les de su apoyo incondicional en estos momentos tan difíciles. Quizás aún no lo ha encontrado pero es cuestión de tiempo.

No estoy de acuerdo en esa afirmación de que lo que no te cuente a ti no le contará a un psicólogo. La experiencia nos dice más bien todo lo contrario. Probar con un psicólogo ayudaría en este caso pero no creo que sea la clave de la solución. Si asistes, es importante que el motivo no sea un problema personal de tu hijo, sino que vayáis como familia, como sistema. De lo contrario sería demasiada responsabilidad y culpa la que tendría que cargar él.

La profesora y vosotros como padres, tenéis la función de ir controlando su ambiente para que su autoestima vaya aumentando. Es bueno utilizar recompensas cada vez que se muestre alegre, con iniciativa o actitud abierta. La recompensa en ambiente social, delante de sus compañeros es importante. Hay que potenciar lo que se le da bien (cualquier actividad en la que sea bueno) y recompensarlo. Si su autoestima aumenta, es más facil que encuentre su sitio en el colegio. Cuando se muestre triste y lloroso, es mejor ignorar esa conducta. De lo contrario el niño detecta que sus padres acuden en su ayuda preocupados, y actúa como reforzador de la conducta de estar triste, siendo ésta más probable en el futuro.

Esfuerzo, probar métodos y recompensas, coordinación conjunta con la profesora y tiempo. Nunca obsesión ni excesiva preocupación. Es contraproducente y el niño lo detecta. Éstas son situaciones normales de la vida a la que enfrentarnos y nos hacen más fuertes. Ánimo.

¡Gracias! Es cierto que ya hemos llegado a un punto de excesiva obsesión, hasta mis padres y mis tíos ya están preocupados. Yo ya he pensado hasta en ir yo también a un psicólogo para que me ayude con la situación.

A la profesora la verdad que no se la puede pedir más, son 23 niños en clase, cada uno con sus rarezas y siempre está muy atenta al mío. 

Todos los niños de su clase van a él, pero es él el que les da de lado. Así jamás hará amigos. Si estamos en el parque, ignora a los niños del parque, mientras su hermano juega con todos. Está obsesionado con un amigo suyo del pueblo. No hace nada más que hablar de él. Está cerrado en banda. 

Hay veces que pensamos, tanto su padre como yo, ignorarle por completo. Cuando nosotros eramos pequeños nuestros padres, como la gran mayoría, "pasaban de nosotros", si nosotros estábamos tristes o estábamos alegres o nos pegábamos con alguien del parque, o se nos salía la cadena de la bici... nosotros mismos nos arreglábamos, nuestros padres no estaban ahí para ayudarnos. Ahora sin embargo es demasiada sobre protección lo que les damos. Pero como saber donde está el límite... Yo necesito tener la seguridad de que ignorándolo no le voy a hacer más daño. 

Tanto el padre como yo, estamos de acuerdo en que tiene que llevar el tema un profesional, y estoy de acuerdo contigo en que nos tiene que ver como un grupo. Gracias.

Respuesta
1

Hombre es que el cambio de un pueblecito maravilloso a la basura estercolero de Madrid es para deprimirse. Te recomiendo que le mejores la nutrición. Aunque pienses que se alimenta muy bien (como lo piensa todo el mundo), la realidad es que existe malnutrición en el 99,9% de la población. Por ello te recomiendo los libros "Nutrición optima para la mente" y http://sensacionex.net/100-Libros-de-Salud-en-1.pdf

Muchas depresiones se deben a bajos niveles de vitaminas del grupo B, sobre todo de ácido fólico.

¡Gracias! Es cierto que una mala nutrición afecta y mucho al estado de ánimo a las personas. Pero este no es mi caso, los dos hermanos comen lo mismo y sólo le afecta a uno. Son muchos cambios en muy poco tiempo. De ser un niño conocido, donde todo el mundo le decía algo, porque nos conocíamos todos, ha pasado a una ciudad donde los propios vecinos muchas veces no se dan ni los buenos días, en el colegio es un niño más. Con todos los parques que hay, la mayoría están vacíos porque los niños están en sus casas o en actividades extra escolares. Pero también es cierto, que los que hemos vivido en un pueblo pequeño, sabemos las carencias que hay. De todos modos, te doy las gracias por tu opinión.

Añade tu respuesta

Haz clic para o

Más respuestas relacionadas