Agresividad en gata de 6 años.
Tengo dos gatos, un macho de 8 años y una gata de 6.Ambos están esterilizados desde cachorros y conviven desde que la gatita llegó a casa. Nunca había habido ningún problema entre ellos, la convivencia era muy buena, hasta hace 6 meses aproximadamente, que la gata muerde al gato y le agrede con frecuencia, lo que está produciendo en el gato un episodio de estrés, pues se chupa las patas a veces y se hace pequeñas calvas. Es como si la gata se quisiera proclamar como líder. El gato no se defiende ni le devuelve la agresión, es muy bueno, sólo se refugia a nuestro lado cuando ella le muerde. La reprendemos verbalmente y la premiamos cuando no le hace nada, pero aún así, no ceja en su empeño. El veterinario no nos da una solución(estamos buscando otro con más experiencia en comportamiento felino), y tenemos que parar esto ya. ¿Quépodemos hacer?.
2 respuestas
La agresividad por miedo aparece frecuentemente de manera súbita y sin causa aparente entre gatos que hasta ese momento habían convivido pacíficamente. Uno de los animales intenta agreder al otro siempre que se lo encuentra, y el otro animal, de naturaleza sumisa, adopta una actitud defensiva. Para solucionar el problema deberemos habituar otra vez a los gatos evitando que se hagan daño durante el proceso. Podremos mantener a los animales separados excepto breves períodos de tiempo o sesiones de habituación. Durante las sesiones de habituación, los gatos permanecerán en transportines o jaulas, de forma que puedan verse pero no atacarse. Esta técnica es también útil si introducimos un nuevo gato en una casa con previos habitantes felinos. Es importante que en cada sesión de aproximación se intercambien los transportines, de forma que los gatos se expongan al olor del otro. Mientras se les expone el uno al otro se les ofrece su comida favorita.
Cuando los animales no están siendo expuestos deben de estar separados y darles sólo los requerimientos básicos sin hacerles caso ni darles muestras de cariño. Es conveniente también intercambiar las habitaciones donde permanecen los gatos, para que cada uno capte el olor del otro. El olor también se puede transferir de un gato a otro frotándoles con una toalla alternativamente. La habituación llevará un tiempo, pero al final los gatos serán capaces de convivir pacíficamente de nuevo.
