Lineas aéreas

Es difícil entrar en las fuerzas aéreas, no tanto por los requerimientos, que son bastante normales, sino por la poca cantidad de plazas disponibles para la ingente cantidad de aspirantes que hay en todo el mundo. Se le da mucha preferencia en todos lados a familiares próximos de altos jefes del ejército, y eso es un obstáculo para quienes no tienen esa suerte. Una vez dentro, el proceso normal es ir escalando los grados, desde cadete y alférez, a los más altos a lo largo de la vida. Muchos pilotos militares, en sus grados de capitán, mayor o teniente coronel, se van luego a las líneas aéreas, donde suelen ser bien recibidos. No conozco naturalmente los reglamentos de todos los países, pero en la mayor parte de ellos, para entrar en las fuerzas aéreas, hay que tener por lo menos completado el bachillerato superior, o enseñanza secundaria, y en algunos el preparatorio o preuniversitario (las denominaciones cambian según los países y sus programas de estudio). Hay que pasar un exigente examen médico, y en casi todos los sitios, para ser piloto militar hay que tener una visión normal sin necesidad de lentes correctores. Esa fue hace muchísimos años, por mi miopía, la razón por la cual no pude ingresar en la fuerza aérea. Entonces me hice piloto civil, sacando el titulo privado en un aero club y luego en una escuela privada el titulo comercial y las calificaciones de vuelo instrumental, instructor y polimotores. Mi historia es un poco la de muchos que quieren comenzar. Un enorme sacrificio económico y una gran perseverancia. Las primeras quinientas horas son difíciles de realizar. Luego conseguí un trabajo en una empresa de publicidad aérea, luego de piloto en una empresa de taxis aéreos, y en otra, y otra. Después una compañía de carga. Mi primera línea aérea, la segunda y la tercera. Toda clase de aviones, desde el más simple monomotor, hasta el más moderno Boeing informatizado de última generación, y no menos de treinta modelos entre el primero y el último.
Infinidad de cursos de calificación de tipo en Estados Unidos, Francia, Inglaterra y España. Y ya cumpliendo bastantes años fui contratado como instructor de vuelo y teórica por Iberia en la apertura de uno de sus departamentos de vuelo. Ahí en el grupo Iberia me jubilé al alcanzar la edad máxima para ser comandante. Fueron 42 años que pasaron en un soplo, y las 26 mil horas de vuelo completadas, casi todas como comandante. He vivido muy desahogadamente como piloto, siempre con sueldos excelentes, y ahora, jubilado, con una buena pensión. Los años me demostraron que en vez de un contratiempo, fue una suerte que no pudiera ser un piloto militar. En las líneas aéreas se vuela muy intensamente (es muy difícil jubilarse con más de cinco mil horas en el ejército), se conoce mucho mundo, y se gana más. Desearía fervientemente que a todos aquellos que me están consultando, les fuese tan bien como a mí. Perdona que he dedicado tantas líneas a mi propia historia, pero lo he hecho pensando que puede ser un estímulo para muchos.
No conozco la UNAM, así que no te puedo informar al respecto. Si aspiras realmente, sin ningún género de dudas, a a ser piloto, dedica todos tus esfuerzos a ello. Eso me dijeron a mí al principio.
Recibe un afectuoso saludo.
Raúl Tori.