Cristo

Soy yo otra vez.
¿Por qué dicen que cristo es el hijo de dios? Dios no es un ser vivo y no puede tener hijos, yo pienso que cristo no era el hijo de dios cristo ERA DIOS en forma de humano, pero entonces porque dicen que es hijo de dios, porque no dice la biblia lo que dios era realmente.

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Jesús además de Dios, también es hijo de Dios ¿por qué? Por que los judíos llamaban «hijo de Dios» a quien seguían fielmente los preceptos del Señor. Jesús además es «Hijo de Dios» (note la mayúscula de la «H») por que es hijo primogénito del Padre por que procede de El.
Si no quedo muy claro o crees que la respuesta es insuficiente, pregunta nuevamente.
Entiendo que jesús era hijo de dios a lo igual que todos nosotros (ya que todos somos hijos de dios) pero pienso que cristo no puede ser llamado Hilo de dios porque el era dios mismo
Vamos a tratar de desarrollar un poco más el tema.
Lamentablemente esto exige un texto un poco largo, por que para entender el contexto donde el Dios Padre es Padre de su Hijo Jesús, hay que tratar de penetrar en la mentalidad, o mejor, la concepción de aquellos tiempos.
Para saber por que Jesús es Hijo del Padre, hay que saber, antes de todo, el por qué Dios es Padre.
No es extraño ver que la afirmación central del nuevo testamento de que Dios es el Padre de Jesucristo y Padre de todos nosotros resulta actualmente difícil de comprender y de realizar para muchas personas.
Esta dificultad se debe en parte a que la palabra «padre» es una palabra ancestral de la historia cultural y religiosa de la humanidad. En el pasado, esta palabra significó mucho más que progenitor. El padre es el origen y al mismo tiempo el protector y promotor de la vida. Del padre depende la vida del hijo; él la da y la acepta libremente. Así, el padre representa el orden legítimo de la vida. Es la expresión de poder y de la autoridad, como también de la entrega, la bondad, la asistencia y la ayuda. Tras una larga historia, esta imagen de padre nos resulta extraña.
Entonces, y para que quede asentado: la idea de Dios como padre del mundo y de los hombres, se remonta a épocas ancestrales. Se encuentra tanto en las religiones simples y no evolucionadas como en los pueblos culturalmente desarrollados, en las áreas del Mediterráneo como entre los asirios y babilónicos. La divinidad se concibe universalmente como padre común, origen y meta última de todo. En Grecia es un dogma básico que Zeus es el padre de los dioses y de los hombres. También es corriente en los cultos mistéricos la invocación de Dios como padre. La filosofía platónica y la filosofía estoica asumieron a su modo esta idea y lenguaje, ligándolos a sus especulaciones filosóficas. El concepto de padre se prestaba especialmente para presentar a Dios como origen y principio de unidad y cohesión del universo.
El padre, pues, simboliza el origen del que se depende, pero al que se debe también la propia existencia. Es un origen liberador y justificador de esta existencia.
Bien, una vez que sabemos esto, vayamos al siguiente punto:
Como sabrás, el nuevo testamento constituye la culminación del antiguo testamento al designar a Dios como «Padre» o «el Padre» por antonomasia. Unas 70 veces encontramos en los evangelios la palabra «padre» aplicada a Dios en boca de Jesús. Cabe constatar incluso en la tradición evangélica una creciente tendencia a atribuir a Jesús la designación de Dios como padre. Esta tendencia expresa el recuerdo de la designación de Dios como «mi Padre», «vuestro Padre», «el Padre» o «el Padre celestial», lenguaje característico de Jesús. En efecto, la calificación de Dios como padre está relacionado con lo que es el núcleo y horizonte de todo el anuncio de Jesús u de toda su conducta.
Aunque este lenguaje utilizado por Jesús, que coincide con el «Padre» del antiguo testamento, se le suma una diferencia fundamental e inaudita. Y esto se expresa principalmente con la invocación de Dios como Abba, nota característica de Jesús. Y sin duda, estas expresiones de Cristo resultó muy importante y sagrada para la iglesia posterior, que expresa las relaciones de Jesús con Dios. La voz aramea abba tiene su origen en el lenguaje infantil; es originariamente un balbuceo, similar a «papá» pero se aplicaba también a otras personas con las que se mantenía relaciones de confianza («padrecito»). Así, la palabra abba aplicada a Dios expresa una gran familiaridad e intimidad personal, que escandalizaría a cualquier judío.
Vemos entonces, que los evangelios identifican a Jesús no solo como Dios, sino con un Padre. Y ve en esta unión de Padre e Hijo un estructura del ser esencial en Cristo. Por tanto, no solo no es incompatible que Jesús sea de la misma naturaleza del Padre y a la vez Hijo, sino que es necesario.

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