Las prácticas que has llevado a cabo no implican riesgo para el vih, no es necesario que te realices la prueba.
La piel en contacto con semen no implica riesgo para el vih, la piel es impermeable al virus de vih .
Los besos, no se pueden catalogar de "práctica de riesgo", ya que en sí no implica riesgo de infección para el VIH puesto que la saliva no lo transmite. Para que se produjera la transmisión del VIH durante un beso, la persona que tenga la infección por VIH, debería sangrar de forma perceptible durante el beso.
La persona receptora de esta sangre, en teoría infecciosa, no necesita tener ninguna herida en la mucosa del interior de la boca, ya que ésta es un tejido semipermeable que puede ser atravesado por el virus. Lo que ocurre es que si además tuviera alguna herida abierta en su cavidad oral, entonces se facilitaría el paso del VIH al interior del organismo.
Las masturbaciones mutuas, no se consideran práctica de riesgo frente al VIH,
Salvo en el caso de que se utilice el semen de una de las personas, como lubricante para hacerlas.
Los masajes, caricias, abrazos, rozamientos, frotamientos… tampoco tienen ningún riesgo frente al VIH.
Las prácticas sexuales llevadas a cabo con preservativo no implican riesgo para el vih .
Las prácticas sexuales de riesgo son aquellas que incluyen penetración vaginal, oral o anal sin preservativo cuando al menos una de las dos personas está infectada.
El riesgo de transmisión o de reinfección varía de una práctica a otra en función de la fragilidad de las mucosas que se vean afectadas, así como de otros factores (carga viral, duración de la relación, existencia de otras ITS…).
PAREJAS SERODISCORDANTES
Si en tu pareja uno tiene VIH y el otro no (lo que se conoce como pareja serodiscordante), deberéis ser cuidadosos para reducir el riesgo de transmisión del virus. Esto implica saber qué actividades entrañan un mayor riesgo y cuáles resultan las más seguras.
Los preservativos, usados de forma correcta, protegen frente al VIH, por lo que
La mayoría de las parejas serodiscordantes suelen acabar siendo expertas en su uso.
Hay muchas parejas serodiscordantes que disfrutan de una vida sexual plena y
Activa sin que el miembro sin VIH se infecte nunca.
La PPE consiste en que una persona sin VIH tome fármacos antirretrovirales tras una exposición para reducir la posibilidad de que se establezca el virus.
Por otro lado, el tratamiento reduce de forma drástica la capacidad de infección de las personas con VIH, al hacer que su carga viral sea indetectable. Ésta es tan baja que, incluso si se rompe el preservativo, muchos médicos no consideran que sea necesaria la PPE para la persona seronegativa, pues el riesgo de transmisión es prácticamente nulo.
El tratamiento antirretroviral hace que para las parejas serodiscordantes pueda resultar más fácil tener hijos de forma natural sin que el miembro seronegativo o el bebé se infecten.
El riesgo de adquirir el VIH cuando tu
pareja es positivo/a
Un estudio realizado en 1994 examinó las tasas de transmisión del virus en más de 250 parejas heterosexuales monógamas donde un miembro tenía VIH y el otro no. Se comprobó que, cuando se utilizaron los preservativos en todas las ocasiones (en más de
15.000 relaciones sexuales), no se observaron transmisiones del virus.
Sin embargo, 121 parejas no emplearon los preservativos en todas las relaciones y la mitad de ellas no los usaron nunca. La tasa de infecciones en este grupo fue de un 5% anual. A lo largo de un periodo de 18 meses, los riesgos en este grupo estuvieron entre el 7% y el 50% en función de lo avanzada que estuviera la infección en sus parejas (es
decir, de su carga viral probable).
Este estudio, efectuado antes de que existiera el tratamiento antirretroviral combinado, (en 1994) evidenció lo eficaces que pueden resultar los preservativos.
También dejó patente que el virus no se transmite con facilidad ni siquiera con prácticas sexuales de riesgo elevado donde un miembro de la pareja tenía el VIH.
Esperamos haberte ayudado.
Este mes, estamos realizando una evaluación del Servicio porque nos interesa mucho su opinión, para ello le vamos a hacer cinco preguntas, no tardaremos más de medio minuto.
1. ¿Considera usted que se han resuelto sus dudas?
2. ¿Piensa qué a través del Servicio podemos contribuir a que la gente no asuma nuevas prácticas de riesgo para el VIH?
3. ¿Piensa qué a través del Servicio podemos ayudar a reducir la discriminación y estigma del VIH?
4. En una escala de 1 a 5, ¿Cómo valoraría el trato recibido?
5. ¿Tiene alguna sugerencia que hacernos?
Muchas gracias por su colaboración, nos ayuda a mejorar.