Anónimo
Rubor facial, ¿Problema físico o psicológico?
Antes de preguntarle debo introducirlo un poco a mi historia.
Comencé con episodios de sonrojo alrededor de los 11 años, lo que hizo que me convirtiera en una niña tímida y retraída, siendo que antes de esto no era así.
Transcurrieron 3 años y me cambié de ciudad con mi familia. En esta ciudad pude comenzar de cero. Ya no soy tan tímida como antes. Según yo entre los 11 y 14 o 15 años tuve fobia social, luego el único síntoma que me quedó de eso es el sonrojo, porque ya no me cuesta tanto interactuar con la gente, sólo cuando me vienen estos ataques de sonrojo, que no son siempre, son a veces y no logro saber por qué se producen.
Cuando tenía 14 fui a una psicóloga más o menos un año y medio, me sirvió mucho para atenuar mi timidez, pero el principal problema, el sonrojo, no desapareció. Un año después me dio depresión, por lo que comencé a ir a una psiquiatra (yo creo que me dio por los malos momentos que viví por mis constantes sonrojos), la cual me diagnosticó trastorno de ansiedad (algo así, no me acuerdo muy bien) y me recetó alprazolam y fluoxetina. La depresión desapareció, pero el sonrojo sigue constante.
A quienes les he contado este problema me dicen que exagero mucho las cosas, pero yo creo que ellos tendrían que estar en mi pellejo para comprender.
Mi problema es que no me pongo rosada, me pongo ROJA a no más poder, es obvio que todos se dan cuenta.
Me sucede esto ante cualquier situación de mínimo estímulo, como saludar a alguien, preguntar algo en clases y conocer a alguien nuevo, pero también en situaciones como hablar en público, contar algo personal, etc.
Siento que este problema a veces me pasa la cuenta, sobre todo ahora que estoy en la universidad y vivo ante más situaciones de estrés que antes, en esos períodos de estrés se me acentúa aún más.
Mis consultas son: ¿En mi caso el sonrojo es algo físico o psicológico? Vale decir que a veces no tengo idea por qué me sonrojo y mi mamá también sufrió de esto cuando pequeña, y a ella le llegó a dar rosácea.
¿Existen medicamentos para tratar este problema específico?
¿Debería ir a un psiquiatra? (Psicólogo no, porque ya fui y no me ayudó en el tema)
¿Debería consultar a un cirujano que me pueda hacer la operación para eliminar este problema? (Simpatectomía)
En estos momentos me pongo una base de vichy, normateint, en la cara todos los días, pero es un poco agobiante porque dura sólo 5 horas. Esto, a pesar de su corta duración me ha ayudado mucho :D, pero siento que voy a empezar a depender de ella.
Comencé con episodios de sonrojo alrededor de los 11 años, lo que hizo que me convirtiera en una niña tímida y retraída, siendo que antes de esto no era así.
Transcurrieron 3 años y me cambié de ciudad con mi familia. En esta ciudad pude comenzar de cero. Ya no soy tan tímida como antes. Según yo entre los 11 y 14 o 15 años tuve fobia social, luego el único síntoma que me quedó de eso es el sonrojo, porque ya no me cuesta tanto interactuar con la gente, sólo cuando me vienen estos ataques de sonrojo, que no son siempre, son a veces y no logro saber por qué se producen.
Cuando tenía 14 fui a una psicóloga más o menos un año y medio, me sirvió mucho para atenuar mi timidez, pero el principal problema, el sonrojo, no desapareció. Un año después me dio depresión, por lo que comencé a ir a una psiquiatra (yo creo que me dio por los malos momentos que viví por mis constantes sonrojos), la cual me diagnosticó trastorno de ansiedad (algo así, no me acuerdo muy bien) y me recetó alprazolam y fluoxetina. La depresión desapareció, pero el sonrojo sigue constante.
A quienes les he contado este problema me dicen que exagero mucho las cosas, pero yo creo que ellos tendrían que estar en mi pellejo para comprender.
Mi problema es que no me pongo rosada, me pongo ROJA a no más poder, es obvio que todos se dan cuenta.
Me sucede esto ante cualquier situación de mínimo estímulo, como saludar a alguien, preguntar algo en clases y conocer a alguien nuevo, pero también en situaciones como hablar en público, contar algo personal, etc.
Siento que este problema a veces me pasa la cuenta, sobre todo ahora que estoy en la universidad y vivo ante más situaciones de estrés que antes, en esos períodos de estrés se me acentúa aún más.
Mis consultas son: ¿En mi caso el sonrojo es algo físico o psicológico? Vale decir que a veces no tengo idea por qué me sonrojo y mi mamá también sufrió de esto cuando pequeña, y a ella le llegó a dar rosácea.
¿Existen medicamentos para tratar este problema específico?
¿Debería ir a un psiquiatra? (Psicólogo no, porque ya fui y no me ayudó en el tema)
¿Debería consultar a un cirujano que me pueda hacer la operación para eliminar este problema? (Simpatectomía)
En estos momentos me pongo una base de vichy, normateint, en la cara todos los días, pero es un poco agobiante porque dura sólo 5 horas. Esto, a pesar de su corta duración me ha ayudado mucho :D, pero siento que voy a empezar a depender de ella.
1 respuesta
Respuesta de anavr
2
Puede tratarse efectivamente de un trastorno psicosomático, o trastorno en el cual los factores psicológicos tienen una importancia fundamental en la aparición, mantenimiento o resolución del proceso o sintomatología.
La eritrosis o enrojecimiento cutáneo exagerado, consiste en una exageración de la fisiología cutánea normal. El rubor y la sofocación son respuestas vasodilatadoras normales y transitorias ante ciertas emociones, como vergüenza o ira; en la eritrosis estas reacciones son demasiado frecuentes o intensas o persisten tras la resolución del estímulo. La eritrosis puede deberse a causas fisiológicas, como consumo excesivo de alcohol, exposición a elementos físicos (viento frío) o a una dieta rica en cafeína o condimentos. En muchas ocasiones esta afección responde a un evento psicológico, y cuando puede demostrarse el desencadenante psicogénico, se diagnostica, según el DSM-IV, de factores psicológicos que afectan a una enfermedad médica*; trastorno que estaría incluido en el denominado "trastorno psicofisiológico autonómico y visceral" de clasificaciones anteriores (DSM II- 1968), el cual reemplaza al más frecuentemente usado "trastorno psicosomático", de la primera edición de esta clasificación (DSM-I, 1952).
La eritrosis puede complicarse con una eritrofobia o miedo a ruborizarse, con una preocupación fóbica u obsesiva a ruborizarse. *
La psicoterapia, intentando comprender y reducir la sensación de vergüenza o incomodidad puede ser útil, así como los bloqueantes beta-adrenérgicos pueden controlar la afección. *
Yo no te recomendaría la operación quirúrgica; entre otras cosas, el estrés puede manifestarse con variados síntomas; tienes, además, el antecedente de tu madre, a quien le ha desaparecido.
Yo te recomendaría, en primer lugar, no darle demasiada importancia a este síntoma; también, es importante, no querer que desaparezca como sea ni inmediatamente; en principio, el síntoma no es el problema nuclear sino que es una consecuencia de un problema, que es el que, fundamentalmente, habría que tratar. En la causa de por qué el organismo ha elegido para expresarse con este síntoma y no con otro, sí podría influir una vulnerabilidad genética, o cierta predisposición física.
Yo te recomendaría que comiences a hacer vida normal, aún con el síntoma, y seguro que, evitarás que el síntoma se complique, así como también esto te acercará a tratar su causa. Como cualquier limitación, también es muy aprovechable para hacer el bien. Y no sería aconsejable el querer que desaparezca este síntoma en otra línea más interesada, sino que yo te recomendaría comenzar a enfocar este síntoma, así como tu vida, de una manera más generosa. Esto no te aleja de la desaparición de este síntoma, sino todo lo contrario, además de que evita su complicación; seguramente si no dejas que esto condicione tu vida, y si al hilo de éste te replanteas tu vida, desaparecerá más rápido; y esto también sería aplicable a todas las complicaciones del proceso, es decir, partiendo del momento al que uno ha llegado.
Abajo te dejo un dirección de un blog sobre actitudes saludables. Yo te diría que no estés tan pendiente de tus intereses, y enfoques tu vida, incluyendo tus relaciones de amistad, tu trabajo o estudio, de cara a aportar todo el bien que puedas; tener este objetivo claro, seguro que ordenará de la forma más razonable cualquier medida que se adopte ante un problema, además de mejorar el problema en sí. Cuantas veces uno cuanto menos acepta un síntoma y cuanto más medidas toma en este sentido, más lo empeora, y complica. Y atiende a los que te dicen a tu alrededor que estás magnificando el problema (por cierto, el que puedas comentarlo, me parece muy bueno); no creas que en esto tú estás más acertada que ellos, sino al contrario; ellos lo ven con más objetividad; piensa que generalmente nadie está pendiente de cómo queda una persona de alrededor, sino que es más habitual el centrarse en uno, en principio. Piensa que nadie está pendiente de ti, y que incluso el vivir tu limitación con naturalidad puede servir a otros con las suyas. Se trata de llegar a la mejor versión de uno mismo, que sólo se logra con una vida generosa, y no buscar el aparente perfeccionismo de uno, por lucimiento personal; la perfección dentro de lo humano sólo se logra precisamente olvidándose de los intereses propios, que son si se los deja, tan tiranos y engañosos, y sobreponiéndose a ellos precisamente por dirigir la vida por amor auténtico a las personas, por querer hacer el bien. No quieras controlarlo todo, y menos como sea; empieza a mejorar lo que sí dependa directamente de ti; esto pondrá las cosas en su sitio. No te recomiendo ninguna medida con potenciales efectos secundarios graves; en esta sociedad cada vez se aguanta todo menos, se quiere solucionar todo como sea llevado por un ilusorio deseo de control de todas las circunstancias de la vida, con lo cual los problemas suelen complicarse cada vez más, lo cual no ocurre con un enfoque generoso y auténtico de la vida.
Utiliza el síntoma enrojecimiento como un simple aviso; intenta ver qué sentimientos te lo generan, y no le des más importancia de la que tiene. Para intentar ver esto te puede servir, aunque yo te recomendaría hacerlo con un enfoque generoso en la vida, algo así como dedicarle dos horas al día a la meditación (uno de sí sabe muchas cosas, y tiene muchos recursos que habitualmente no utiliza), para lo cual también te puedes ayudar de la escritura o de una grabadora, etc.
*Kaplan, H.I., Sadock, BJ. Tratado de Psiquiatría. Sexta edición. Intermédica 1997. Buenos Aires.
Un saludo.
Ana Vázquez
[email protected]
La eritrosis o enrojecimiento cutáneo exagerado, consiste en una exageración de la fisiología cutánea normal. El rubor y la sofocación son respuestas vasodilatadoras normales y transitorias ante ciertas emociones, como vergüenza o ira; en la eritrosis estas reacciones son demasiado frecuentes o intensas o persisten tras la resolución del estímulo. La eritrosis puede deberse a causas fisiológicas, como consumo excesivo de alcohol, exposición a elementos físicos (viento frío) o a una dieta rica en cafeína o condimentos. En muchas ocasiones esta afección responde a un evento psicológico, y cuando puede demostrarse el desencadenante psicogénico, se diagnostica, según el DSM-IV, de factores psicológicos que afectan a una enfermedad médica*; trastorno que estaría incluido en el denominado "trastorno psicofisiológico autonómico y visceral" de clasificaciones anteriores (DSM II- 1968), el cual reemplaza al más frecuentemente usado "trastorno psicosomático", de la primera edición de esta clasificación (DSM-I, 1952).
La eritrosis puede complicarse con una eritrofobia o miedo a ruborizarse, con una preocupación fóbica u obsesiva a ruborizarse. *
La psicoterapia, intentando comprender y reducir la sensación de vergüenza o incomodidad puede ser útil, así como los bloqueantes beta-adrenérgicos pueden controlar la afección. *
Yo no te recomendaría la operación quirúrgica; entre otras cosas, el estrés puede manifestarse con variados síntomas; tienes, además, el antecedente de tu madre, a quien le ha desaparecido.
Yo te recomendaría, en primer lugar, no darle demasiada importancia a este síntoma; también, es importante, no querer que desaparezca como sea ni inmediatamente; en principio, el síntoma no es el problema nuclear sino que es una consecuencia de un problema, que es el que, fundamentalmente, habría que tratar. En la causa de por qué el organismo ha elegido para expresarse con este síntoma y no con otro, sí podría influir una vulnerabilidad genética, o cierta predisposición física.
Yo te recomendaría que comiences a hacer vida normal, aún con el síntoma, y seguro que, evitarás que el síntoma se complique, así como también esto te acercará a tratar su causa. Como cualquier limitación, también es muy aprovechable para hacer el bien. Y no sería aconsejable el querer que desaparezca este síntoma en otra línea más interesada, sino que yo te recomendaría comenzar a enfocar este síntoma, así como tu vida, de una manera más generosa. Esto no te aleja de la desaparición de este síntoma, sino todo lo contrario, además de que evita su complicación; seguramente si no dejas que esto condicione tu vida, y si al hilo de éste te replanteas tu vida, desaparecerá más rápido; y esto también sería aplicable a todas las complicaciones del proceso, es decir, partiendo del momento al que uno ha llegado.
Abajo te dejo un dirección de un blog sobre actitudes saludables. Yo te diría que no estés tan pendiente de tus intereses, y enfoques tu vida, incluyendo tus relaciones de amistad, tu trabajo o estudio, de cara a aportar todo el bien que puedas; tener este objetivo claro, seguro que ordenará de la forma más razonable cualquier medida que se adopte ante un problema, además de mejorar el problema en sí. Cuantas veces uno cuanto menos acepta un síntoma y cuanto más medidas toma en este sentido, más lo empeora, y complica. Y atiende a los que te dicen a tu alrededor que estás magnificando el problema (por cierto, el que puedas comentarlo, me parece muy bueno); no creas que en esto tú estás más acertada que ellos, sino al contrario; ellos lo ven con más objetividad; piensa que generalmente nadie está pendiente de cómo queda una persona de alrededor, sino que es más habitual el centrarse en uno, en principio. Piensa que nadie está pendiente de ti, y que incluso el vivir tu limitación con naturalidad puede servir a otros con las suyas. Se trata de llegar a la mejor versión de uno mismo, que sólo se logra con una vida generosa, y no buscar el aparente perfeccionismo de uno, por lucimiento personal; la perfección dentro de lo humano sólo se logra precisamente olvidándose de los intereses propios, que son si se los deja, tan tiranos y engañosos, y sobreponiéndose a ellos precisamente por dirigir la vida por amor auténtico a las personas, por querer hacer el bien. No quieras controlarlo todo, y menos como sea; empieza a mejorar lo que sí dependa directamente de ti; esto pondrá las cosas en su sitio. No te recomiendo ninguna medida con potenciales efectos secundarios graves; en esta sociedad cada vez se aguanta todo menos, se quiere solucionar todo como sea llevado por un ilusorio deseo de control de todas las circunstancias de la vida, con lo cual los problemas suelen complicarse cada vez más, lo cual no ocurre con un enfoque generoso y auténtico de la vida.
Utiliza el síntoma enrojecimiento como un simple aviso; intenta ver qué sentimientos te lo generan, y no le des más importancia de la que tiene. Para intentar ver esto te puede servir, aunque yo te recomendaría hacerlo con un enfoque generoso en la vida, algo así como dedicarle dos horas al día a la meditación (uno de sí sabe muchas cosas, y tiene muchos recursos que habitualmente no utiliza), para lo cual también te puedes ayudar de la escritura o de una grabadora, etc.
*Kaplan, H.I., Sadock, BJ. Tratado de Psiquiatría. Sexta edición. Intermédica 1997. Buenos Aires.
Un saludo.
Ana Vázquez
[email protected]