Es una de las afecciones más comunes entre las mujeres. Se estima que
la incidencia anual es del 5% entre las mujeres jóvenes, aumentando este
porcentaje con la edad hasta un 20%. A mayor edad, más fácil contraerla
y en más ocasiones. No obstante no es algo exclusivo del género
femenino, también hay casos de infección urinaria en hombres e incluso infección de orina en bebés.
En general es bastante sencillo diagnosticar y tratar la infección de
orina, aunque existen situaciones en las que puede ser más complicado o
delicado su tratamiento, como es el caso de la infección urinaria en el embarazo o si también se padece diabeteso hay presentes hongos.
Causas de infección urinaria
No podemos hablar de causas de infección de orina
concretas, aunque hay factores que la propician. La infección de orina
se produce cuando determinados microorganismos invaden el tracto
urinario, pudiendo afectar a la uretra, vejiga, riñones o próstata.
Entre los muchos gérmenes capaces de provocar una infección de orina, el
más frecuente es el bacilo Escherichia coli. ¿Y qué
factores pueden propiciar o aumentar la probabilidad de padecer una
infección urinaria? Hay diversas situaciones como el embarazo, factores
genéticos, la actividad sexual, obstrucciones urinarias, etc. que pueden
facilitar la aparición de una infección urinaria o una cistitis.
Síntomas de infección urinaria
Entre los síntomas de infección de orina que nos pueden ayudar a su diagnóstico y saber si tengo infección de orina, destacan los siguientes:
Se experimenta con necesidad de orinar con frecuencia y de forma urgente.
En el caso de las mujeres puede haber enrojecimiento de la vulva y picor vaginal.
Puede haber dolor durante las relaciones sexuales y/o al orinar.
También sensación de picazón o quemazón al orinar.
Puede cursar con vómitos y náuseas.
Observar la orina por si esta tiene un color turbio, lechoso (espeso) o anormal.
Si tienes fiebre sin motivo aparente y escalofríos puede significar que la infección ha alcanzado los riñones.
En algunos casos puede aparecer sangre en la orina.
Si hay dolor en el costado o espalda puede haber infección en los riñones.
La infección puede provocar que estés más irritable de lo normal.