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Cualquier actividad profesional, industrial o mercantil requiere de un alta en el IAE sea como persona física (autónomo) o persona jurídica (entidad o empresa).
Los trámites dependerán del alta de autónomo o de empresa, es más compleja la constitución como empresa pero también tendrá más coberturas, como autónoma responde vd., con todo su patrimonio de los problemas o quiebras de la empresa frente a terceros, mientras que en la empresa, si todo está conforme marca la Ley, está protegida por un capital social que supone el límite máximo de responsabilidad frente a terceros. Así mismo, depende también de la facturación y beneficios que espere, dependiendo del volumen de estos le interesará más una u otra opción.
Como autónoma debe vd., darse de alta como tal en la tesorería de la seguridad social y a posteriori dar de alta la actividad en Tributaria, debiendo presentar liquidaciones de IVA e IRPF trimestrales (según régimen al que se acoja, estimación directa u objetiva-por módulos), así como llevar una contabilidad sencilla de ingresos y gastos así como de libro de bienes e inmovilizado.
Por contra las sociedades requieren de mayor papeleo y notario, cuenta bancaria, depósito de capital social, escrituras y estatutos, registro de estos en registro mercantil, impuestos de constitución de la sociedad, declaraciones trimestrales de IVA e IRPF y asientos contables según Plan Contable presentando anualmente cuentas y tributando por Impuesto de Sociedades (a grandes rasgos).