Psicología del desarrollo

Como afecta la separación de los padres a niños de 6 a 10 años.
Si me puedes mandar algún tipo de material sobre el tema o si tienes algún libro donde encontrar material sobre el tema.

1 respuesta

Respuesta
Siento haberme retrasado en la respuesta, pero ahí va.
Pautas a tener en cuenta
A partir de los 5 años, la actitud de los niños varía, ya que son más conscientes de lo que está ocurriendo que anteriormente.
· Algunos se sienten responsables de la separación de sus padres y cargan con la culpa
· A pesar de que tener los padres separados es una situación cada vez más común, es probable que tus hijos sientan vergüenza del nuevo estado familiar y traten de esconderlo ante compañeros y amigos
· Tienen el deseo constante de que sus padres se reconcilien
· Puede producirse un descenso en las calificaciones escolares
· La somatización de los problemas también suele ser una de las respuestas típicas en niños más mayores, sienten dolor de cabeza y/o molestias en el estómago
· Suelen aparecer depresiones con fases más agresivas, repercusiones en el rendimiento escolar, regresiones a edades anteriores (vuelven a surgir comportamientos anteriores, de más pequeños,...)
· Probablemente, aparezcan trastornos en el sueño y en la alimentación
· En niños ya más mayores, suele desarrollarse una hipermadurez en parte positiva, pero a la vez peligrosa que pretende sustituir al progenitor ausente.
Mensajes claves para recordar al niño
- La decisión de separarse es exclusivamente de los padres. Ellos han tomado esta decisión porque creen que es lo mejor para todos los componentes de la familia. Los hijos no han tenido nada que ver en esta decisión.
- Los padres no se han separado porque el niño se haya portado mal, pues otras veces lo ha hecho y no ha ocurrido así.
- Resaltar al niño cuántas personas se preocupan por él (abuelos, amigos, profesores,...) y desean que sea feliz. Por tanto, ha de borrar ese miedo que siente a ser abandonado, a quedarse sólo. Cuenta con el cariño de más personas.
- Seguirá disponiendo de ambos padres, en todos los aspectos que él precise, aunque ya no vivan juntos.
- Siempre que le preocupe algo o se sienta mal, podrá hablar con los padres; ello le hará sentirse mejor.
- Aunque los padres se hayan separado, el niño puede igualmente amar y ser amado; no tiene por qué repetirse esa situación siempre.
- Los padres demuestran su amor de muy diversas maneras. Pero puedes sentir que tus padres te siguen queriendo si intentan estar contigo todo el tiempo que pueden, si te ayudan cuando lo necesitas y si te escuchan. En estos momentos es preciso ofrecerle seguridad afectiva, pasar más tiempo con él y dejarle expresar sus sentimientos. Resulta crucial el hecho de que sean los dos progenitores los que informan a sus hijos al mismo tiempo para que quede claro el acuerdo que ambos tienen en demostrarle su amor.
Algunos niños no comprenden lo que ha sucedido y buscan al responsable de una situación que les es desagradable, llegando incluso a culpabilizarse ellos mismos. Se muestran tristes y abatidos, por lo que resulta prioritario que dejemos claro que él no tiene ninguna culpa.
No permita que los sentimientos negativos que pueda sentir hacia su excónyuge se transparenten ante su hijo, es preferible que hable de ese tema con otro adulto. Cuando se refiera a su padre o madre, hágalo de forma natural y objetiva, y sin hacer que el niño se sienta obligado a tomar partido por uno de los dos, lo que generaría mayor angustia.
Resulta vital no introducir más cambios que los necesarios. Si no es absolutamente imprescindible, permitan que los hijos continúen en el mismo domicilio, que siga asistiendo al mismo colegio y manteniendo sus amigos. De igual modo, intenten que las pautas de disciplina de ambos sean similares. A veces los padres por temor a que los hijos tomen preferencia por el otro cónyuge permiten que se comporten bajo unos patrones de excesiva tolerancia y permisibilidad, con esta actitud no se estará ganando su afecto, le estará perjudicando en su desarrollo como persona, puesto que no está recibiendo la educación adecuada.
En las visitas se debe dedicar a su hijo, escúchele, pero nunca intente saber a través de él lo que hace su excónyuge. No utilice a su hijo como correo. Si son varios los hijos de matrimonio procure concederles un tiempo similar, y permita que dispongan del teléfono para poder llamar siempre que lo necesiten. Tras las visitas, al volver a casa deje que exprese lo bien que ha estado y cómo se ha sentido.
Gran número de problemas podrían evitarse si se informara al tutor sobre la situación que está atravesando el niño. Problemas en el rendimiento o en la realización puntual de las tareas, así como faltas injustificadas en los adolescentes, son algunas de las irregularidades escolares más habituales. Un profesor puesto al corriente actuará de forma que esta situación no se alargue innecesariamente ofreciendo su apoyo y colaboración al alumno, con el que debe mostrarse cercano, tolerante y comprensivo.
Algunos niños quieren mantener la separación de sus padres en secreto, por miedo de que sus compañeros no lo entiendan . Debe animarle a que lo comente con toda normalidad, y ayudarle a que comprenda que sus padres y su separación no tienen ninguna relación con su vida social. Sus amigos le quieren porque les gusta su compañía y juntos lo pasan bien.
Evitar:
Ya se sabe que enfrentarse a una separación no es fácil para los padres. Por eso la mayoría de las reacciones de los adultos que se encuentran en esa tesitura son muy comprensibles. Pero conviene tomar nota de ciertas actitudes que debemos abandonar para no perjudicar a nuestros hijos.
· No pongas a tus hijos en contra de tu ex, estas situaciones os perjudican a ambos porque tarde o temprano puede volverse contra ti. Además, piensa que los niños no deben tomar partido por uno, ni por otro
· Los hijos no deben presenciar las discusiones de sus padres, así que hay que intentar no hacerlo. Tampoco los niños deben estar delante cuando los padres pactéis los horarios de visita, y lo mismo cuando tratéis temas sobre su educación
· Ten presente que debes cumplir las promesas que les hagas. Para conseguirlo sé realista en tus compromisos, es decir, no les digas que tal día haréis juntos esto o aquello si no estás segura de que ese día puedes llevarlo a cabo
· Evita poner a tus hijos entre tu ex y tú, ellos no tiene porqué estar en el medio
· La mayoría de personas que pasan por una crisis sentimental están más susceptibles, si es este tu caso intenta controlar tu irritación con los niños y ármate de paciencia.
· No debe discutir en presencia del niño, y menos si es sobre la custodia, visitas o manutención.
Mensajes claves para los padres
- No caer en la sobreprotección del hijo por pena; se le ha de seguir tratando como a un niño "normal" de su edad. Si no "no le ayudaremos a crecer", acabará comportándose de forma inmadura y más infantil de lo que le corresponde.
- Todas las personas tienen virtudes y defectos; también los padres. Hablar con el niño del otro progenitor con argumentos reales, sin caer en la ficción.
- Es preferible que, los días de encuentro, no se llenen excesivamente con actividades, pues si se ocupa el tiempo en hacer demasiadas cosas, no hay tiempo para charlar, comunicarse,...
- Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación suelen ser: los hijos, el dinero y las nuevas relaciones. Intente ser objetivo y no intentar poner al hijo de su parte. Hay que intentar solucionar estas cuestiones, sin involucrar a los hijos.
- Es preferible para los niños, que vuelva a constituirse una familia compuesta por hombre y mujer, aunque uno de ellos no sea el verdadero progenitor; ello reparará los vínculos dañados, aunque requerirá tiempo la aceptación de esa nueva situación por parte de todos.
El hijo necesita relacionarse con el otro progenitor
Los hijos necesitan a sus dos progenitores. Necesitan querer a su mamá y a su papá, poder estar orgullosos de ellos e identificarse con ellos. También necesitan su amor, su interés, su alegría y su estimación. Es importante que un hijo mantenga un contacto tan estrecho como sea posible con sus dos progenitores, aunque estos no vivan juntos y aunque el niño tenga una madrastra o un padrastro. Los estudios realizados muestran que los hijos están mejor si pueden ver a menudo al progenitor con el que no viven. Un malentendido corriente es que la ley diga que un progenitor tenga derecho a relacionarse con los hijos un fin de semana de cada dos. El texto legal subraya, por el contrario, la responsabilidad del titular de la patria potestad para que las necesidades de un hijo de ver al otro progenitor sean satisfechas en la mayor medida posible. Eso puede significar que, por ejemplo, se vean dos fines de semana de cada tres o todos los lunes y martes y un fin de semana de cada dos.
Cada niño es único y sus necesidades son distintas. Si ha de estar en otra parte un sábado de cada dos, quizás no pueda participar en el equipo de fútbol. Entonces, los padres pueden tratar de hacer que el hijo sea compensado de alguna otra forma, o intentar que el hijo pueda ir al entrenamiento, como él quiere.
Para niños muy pequeños es especialmente importante que puedan ver al otro progenitor según el principio de "poco y a menudo". Así, el niño podrá conservar el recuerdo de él mientras no estén juntos, y las separaciones del progenitor con el que vive resultarán menos difíciles al ser cortas.
También es importante que los niños puedan ver a sus abuelos paternos y maternos, así como a otras personas que sean de importancia para ellos.
Es recomendable que el padre o madre separado ofrezca inicialmente una imagen suficiente por sí mismo y pueda establecer una relación con sus hijos sin interponer la presencia de terceros.
Cuando llegue el momento hay que aclarar a los hijos que sus padres pueden volver a casarse de nuevo, pero ello no supone tener otro padre o madre. Presente a sus hijos su nueva pareja cuando considere que la relación es bastante seria y pregúnteles lo que sienten por esta persona. Sería conveniente informar así mismo a su excónyuge de sus intenciones de contraer un nuevo matrimonio y que no pretende que su nuevo cónyuge le sustituya como padre o madre.
Para los hijos, sobre todo en edad adolescentes, es positivo que sus padres tengan su propia vida afectiva, evitando así que el niño o niña se vea obligado a considerarse hijo y cónyuge del propio padre o madre, supliendo así las funciones del progenitor ausente.

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