Me siento mal, deprimida e insegura, con cambios de humor e inseguridad ¿Qué me pasa?
Desde hace ya tiempo que no me siento del todo bien conmigo misma, he estado pasando por periodos de depresión, donde me embarga la tristeza, lloro, me siento melancólica, otros días estoy irascible, me siento molesta por cualquier cosa incluso con la gente que me rodea, en ocasiones me siento desesperada, con ansiedad, intranquila, incomoda, negativa, desorientada, evito tener contacto con la personas que conozco, me aíslo, me siento fuera de lugar, intimidada por esas personas. No entiendo porque actúo de esa forma, anteriormente solía llevarme muy bien con ellos y ahora no se.
Comencé a analizar mi situación, intentado identificar de donde vino o como comenzó todo. Me considero una persona tímida, insegura, cuando niña me daba miedo o vergüenza pedir información, hablar con alguien o hacer algo insignificante que involucrara interactuar con personas, era difícil realizar esto por mi parte, me sentía chiquita e insignificante, miraba a las demás personas superiores a mi, me sentía impotente y flaqueaba, ya adolescente me enojaba porque no podía entender como algo tan simple iba a poder conmigo, así que como estrategia para ayudarme a vencer ese miedo o inseguridad, me alentaba y me decía a mi misma que era cuestión de valentía y de enfoque, que no pasaba nada, que todas las personas podían pasar por algo similar, que no era la única y eso me ayudaba mucho, lograba vencer esos obstáculos pero no completamente, mi naturaleza tímida aparece de vez en cuando junto con la inseguridad. Esta vez más que otras ocasiones me siento más insegura y me da un miedo irracional estar ante la gente.
Soy alegre, se me da la platica una vez que me voy acoplando a la gente, es decir desaparece mi timidez, no se me hace complicado hacer amigos, de hecho sin que yo los busque me sigue la gente y simpatizamos. Pero estoy cambiando y este cambio siento que no lo he sabido manejar, no lo entiendo. Pase por muchas cosas en fracción de meses, de irme muy bien en mi actual trabajo, de gustarme mi profesión, de hacer mi trabajo con alegría y gusto, ahora simplemente no tengo ganas, no siento que este dando mi mayor esfuerzo, mi relaciones laborales junto con las familiares se han deteriorado mucho, siento estar a la defensiva la mayor parte del tiempo, me siento cansada, fastidiada, me cuesta mucho levantarme por las mañanas, no como bien o como de más, estoy desequilibrada, trato de despejarme o distraerme, salir a caminar o a correr, pero no se porque siento la necesidad una vez estando en casa de no salir más, de dormir.
Parece ser que ahora dependo más de mis emociones, para sentirme bien o mal, no se si me explico, estoy como a la espera de que las cosas cambien o alguien arregle mis problemas. Sinceramente antes yo no era así, siempre buscaba conseguir lo que quería o necesitaba, sabía arreglármelas por si sola, era independiente y era feliz con ello. Hacia cantidad de cosas, trabajaba, estudiaba, hacia deporte, salia con mis amigos, etc. Me he dejado, no tengo idea de que es lo que quiero, no me siento motivada, es una pasividad desesperante y no se que hacer.
Comencé a analizar mi situación, intentado identificar de donde vino o como comenzó todo. Me considero una persona tímida, insegura, cuando niña me daba miedo o vergüenza pedir información, hablar con alguien o hacer algo insignificante que involucrara interactuar con personas, era difícil realizar esto por mi parte, me sentía chiquita e insignificante, miraba a las demás personas superiores a mi, me sentía impotente y flaqueaba, ya adolescente me enojaba porque no podía entender como algo tan simple iba a poder conmigo, así que como estrategia para ayudarme a vencer ese miedo o inseguridad, me alentaba y me decía a mi misma que era cuestión de valentía y de enfoque, que no pasaba nada, que todas las personas podían pasar por algo similar, que no era la única y eso me ayudaba mucho, lograba vencer esos obstáculos pero no completamente, mi naturaleza tímida aparece de vez en cuando junto con la inseguridad. Esta vez más que otras ocasiones me siento más insegura y me da un miedo irracional estar ante la gente.
Soy alegre, se me da la platica una vez que me voy acoplando a la gente, es decir desaparece mi timidez, no se me hace complicado hacer amigos, de hecho sin que yo los busque me sigue la gente y simpatizamos. Pero estoy cambiando y este cambio siento que no lo he sabido manejar, no lo entiendo. Pase por muchas cosas en fracción de meses, de irme muy bien en mi actual trabajo, de gustarme mi profesión, de hacer mi trabajo con alegría y gusto, ahora simplemente no tengo ganas, no siento que este dando mi mayor esfuerzo, mi relaciones laborales junto con las familiares se han deteriorado mucho, siento estar a la defensiva la mayor parte del tiempo, me siento cansada, fastidiada, me cuesta mucho levantarme por las mañanas, no como bien o como de más, estoy desequilibrada, trato de despejarme o distraerme, salir a caminar o a correr, pero no se porque siento la necesidad una vez estando en casa de no salir más, de dormir.
Parece ser que ahora dependo más de mis emociones, para sentirme bien o mal, no se si me explico, estoy como a la espera de que las cosas cambien o alguien arregle mis problemas. Sinceramente antes yo no era así, siempre buscaba conseguir lo que quería o necesitaba, sabía arreglármelas por si sola, era independiente y era feliz con ello. Hacia cantidad de cosas, trabajaba, estudiaba, hacia deporte, salia con mis amigos, etc. Me he dejado, no tengo idea de que es lo que quiero, no me siento motivada, es una pasividad desesperante y no se que hacer.
1 respuesta
Respuesta de saodonnell
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Leí muy al detalle todo lo que contás. Voy a intentar darte mi opinión por partes.
Por un lado, parecés alguien en quien la racionalidad supera lo emocional. (No está ni bien ni mal, son estilos que c/u tenemos para afrontar las situaciones que van apareciendo). Hay quienes ante un "bajón anímico" dice: (como vos) "yo puedo, voy a salir, voy a hacer esto y lo otro. Pero ojo..! No siempre se puede, hay momentos donde aunque uno quiera controlar eso..."eso" te controla a vos. ¿Cómo? si querés y (por lo que contás) corporalmente. La ansiedad, el cansancio, la apatía.. etc. son muchas veces avisos, señales del organismo. En algún punto te dice "relajate, dejá que las cosas fluyan, no se puede con todo" Y te pone un freno orgánico (por decirlo de alguna manera).
Ser introvertido o lo contrario, ser social o lo contrario, también se da por épocas, por quienes nos rodean, pues las motivaciones que vamos encontrando alrededor (laborales, proyectos, deseos, etc.) Pero muchas veces pasa que sencillamente no tenemos ganas (y eso tampoco está mal) Es válido a veces no tener ganas, incluso hasta es muy bueno tener la capacidad de decir "NO" a veces.
Pero cuando ya comienza a aparecer angustia porque no es por elección, sino porque las situaciones te van desbordando... ahí cambian el escenario.
Ahí tenés que pensar un apr de cosas más. EJ. ¿Qué podría ser lo que comenzó a desencadenar ese sentimiento de "estar desbordada", que pasaba antes, que vino a sumarse a lo que había... etc.etc.. claro que lo ideal es poder compartir esto en un espacio terapéutico. Porque es realmente enriquecedor hacer una terapia y encontrarse con uno, interactuando con un profesional con el que no se cae en el entrampamiento de tejer propias hipótesis (que inevitablemente se elucubran cuando algo anda mal).
También desde lo químico (aunque en gral muchos lo ven mal o se resisten, hay medicaciones que colaboran a recobrar el equilibrio biológico, si se quiere (como ansiolíticos) para preparar un terreno más tranquilo y que desde ahí puedas construir desde tus palabras una salida.
Metafóricamente hablando: cuando se sirve una comida... hay que poner un mantel, los platos, los cubiertos, adornos, etc. luego la comida. Y en paralelo la vas preparando para servirla a tiempo. En este momento, es como que no sabes que cocinar, tienes los platos en la mesa y el mantel arriba. Eso desespera, produce caos en el pensamiento, es agotador y angustiante... porque sabés que van a tocar el timbre los invitados y no vas a poder resolver la situación.
En este caso, y siguiendo la analogía, hacer una terapia y complementarla con algún psicofármaco (previa consulta psiquiátrica) es como decir: llamé a un delibery. Que me ayuden a ordenar el entorno... y cuando todo se equilibre... ahí te sentás, la gente pasa, y vos junto con los invitados pueden compartir una hermosa reunión.
Volviendo a tu relato... como soy consciente que algo o varias cosas andan mal y tenés esa fuerza de voluntad y esa inteligencia para saber que "no te cierra" lo actual... antes que entres en una depresión (siendo que tenés recursos psíquicos que te permiten entender lo que sucede) creo que es momento de actuar. Por un lado como te decía... buscar un buen profesional... al menos por un tiempo hasta que retomes la energía que antes tenías... pero paralelamente, aunque te cueste... mantené al menos algunas de las cosas que antes te gratificaban... o buscá nuevas (claro cuando no hay motivación es difícil, pero no imposible) Lo que es seguro es que con ayuda es muchísimo más fácil.
Seguramente vas a salir de esta... es una mala mano de cartas... pero tenés la habilidad para pensar en una estrategia diferente, con algún "asesor" que te acompañe en el recorrido.
Lo último. Por ahí estás en un momento de replanteo de cosas en tu vida... de deseos... por ahí es un tránsito de una etapa a otra. Un cambio que venís buscando y no le encontrás la vuelta. Creo que es bueno...! No se puede estar igual toda la vida (no al menos cuando internamente hay señales que te dicen: "esto así no va más").
Creo que se vienen cambios para mejor... pero no dudes en buscar ayuda con alguien más. Recordá el ejemplo del catering. Se hace más llevadero..!
Toda la suerte..! Y... No hay cambios sin un poco de angustia, ni cambios que no ocasionen un poco de dolor... pero esos son los que cuentan... los que nos ayudan a crecer..!
Por un lado, parecés alguien en quien la racionalidad supera lo emocional. (No está ni bien ni mal, son estilos que c/u tenemos para afrontar las situaciones que van apareciendo). Hay quienes ante un "bajón anímico" dice: (como vos) "yo puedo, voy a salir, voy a hacer esto y lo otro. Pero ojo..! No siempre se puede, hay momentos donde aunque uno quiera controlar eso..."eso" te controla a vos. ¿Cómo? si querés y (por lo que contás) corporalmente. La ansiedad, el cansancio, la apatía.. etc. son muchas veces avisos, señales del organismo. En algún punto te dice "relajate, dejá que las cosas fluyan, no se puede con todo" Y te pone un freno orgánico (por decirlo de alguna manera).
Ser introvertido o lo contrario, ser social o lo contrario, también se da por épocas, por quienes nos rodean, pues las motivaciones que vamos encontrando alrededor (laborales, proyectos, deseos, etc.) Pero muchas veces pasa que sencillamente no tenemos ganas (y eso tampoco está mal) Es válido a veces no tener ganas, incluso hasta es muy bueno tener la capacidad de decir "NO" a veces.
Pero cuando ya comienza a aparecer angustia porque no es por elección, sino porque las situaciones te van desbordando... ahí cambian el escenario.
Ahí tenés que pensar un apr de cosas más. EJ. ¿Qué podría ser lo que comenzó a desencadenar ese sentimiento de "estar desbordada", que pasaba antes, que vino a sumarse a lo que había... etc.etc.. claro que lo ideal es poder compartir esto en un espacio terapéutico. Porque es realmente enriquecedor hacer una terapia y encontrarse con uno, interactuando con un profesional con el que no se cae en el entrampamiento de tejer propias hipótesis (que inevitablemente se elucubran cuando algo anda mal).
También desde lo químico (aunque en gral muchos lo ven mal o se resisten, hay medicaciones que colaboran a recobrar el equilibrio biológico, si se quiere (como ansiolíticos) para preparar un terreno más tranquilo y que desde ahí puedas construir desde tus palabras una salida.
Metafóricamente hablando: cuando se sirve una comida... hay que poner un mantel, los platos, los cubiertos, adornos, etc. luego la comida. Y en paralelo la vas preparando para servirla a tiempo. En este momento, es como que no sabes que cocinar, tienes los platos en la mesa y el mantel arriba. Eso desespera, produce caos en el pensamiento, es agotador y angustiante... porque sabés que van a tocar el timbre los invitados y no vas a poder resolver la situación.
En este caso, y siguiendo la analogía, hacer una terapia y complementarla con algún psicofármaco (previa consulta psiquiátrica) es como decir: llamé a un delibery. Que me ayuden a ordenar el entorno... y cuando todo se equilibre... ahí te sentás, la gente pasa, y vos junto con los invitados pueden compartir una hermosa reunión.
Volviendo a tu relato... como soy consciente que algo o varias cosas andan mal y tenés esa fuerza de voluntad y esa inteligencia para saber que "no te cierra" lo actual... antes que entres en una depresión (siendo que tenés recursos psíquicos que te permiten entender lo que sucede) creo que es momento de actuar. Por un lado como te decía... buscar un buen profesional... al menos por un tiempo hasta que retomes la energía que antes tenías... pero paralelamente, aunque te cueste... mantené al menos algunas de las cosas que antes te gratificaban... o buscá nuevas (claro cuando no hay motivación es difícil, pero no imposible) Lo que es seguro es que con ayuda es muchísimo más fácil.
Seguramente vas a salir de esta... es una mala mano de cartas... pero tenés la habilidad para pensar en una estrategia diferente, con algún "asesor" que te acompañe en el recorrido.
Lo último. Por ahí estás en un momento de replanteo de cosas en tu vida... de deseos... por ahí es un tránsito de una etapa a otra. Un cambio que venís buscando y no le encontrás la vuelta. Creo que es bueno...! No se puede estar igual toda la vida (no al menos cuando internamente hay señales que te dicen: "esto así no va más").
Creo que se vienen cambios para mejor... pero no dudes en buscar ayuda con alguien más. Recordá el ejemplo del catering. Se hace más llevadero..!
Toda la suerte..! Y... No hay cambios sin un poco de angustia, ni cambios que no ocasionen un poco de dolor... pero esos son los que cuentan... los que nos ayudan a crecer..!
Me ha servido muchísimo tu opinión, es otra perspectiva. Ya estoy en camino para buscar un profesional que me ayude a entender este cambio. ¡Gracias! De verdad que me hacia falta verlo desde otro ángulo.
