Tengo pensamientos fraticidas, problemas para relacionarme con la gente y mal humor

Hace un tiempo leí en algún lado una cita de autor desconocido .."Conocete a ti mismo".
Siempre note que las personas cuando hablan de si mismas maximizan sus virtudes y disminuyen sus defectos, hasta el día que que leí eso no era consciente de esa cita, pero la he aplicado siempre, cada vez que buscaba un trabajo y me preguntaban cuales eran mis puntos favorables, yo en vez de decir cosas como soy eficiente, trabajo bien en grupo/solo, no yo decía: soy una persona cerrada, que se nota poco y no sirve para tratar con las personas... Como se imaginaran no tuve demasiados empleos.
Pero desde hace un par de meses cambie la postura, me torne conflictivo, cada vez que alguien dice algo que no me agrada lo critico, no importa si es un jefe o un compañero, no puedo callarme, cada vez que lo hago empiezo a sentir ira, cuando estoy en casa más de una ocasión pensé en agarrar un cuchillo y cortarme, no con la intención de suicidarme, sino que quiero sentir dolor y que la sangre que se pueda derramar se lleve esas cosas, pero ni eso puedo hacer, no quiero hacer que los demás se preocupen. Mencionando eso, hace unos años salí a un boliche con E mi amigo, mientras que el lograba congeniar con la gente yo me iba a la barra y ahí me quedaba, cada vez que quería irme E me detenía, el quería que intente divertirme, que tome algo para tranquilizarme, yo me dije, no le voy a jder la noche voy a tratar de divertirme, así que me pedí un trago, mientras muchos cuando toman algo se deshiniben con el alcohol en mi caso aflora la parte que más odio, empiezo a ponerme a hacer un circulo en mi mente, el querer acercarme a alguien y a la vez no querer ser rechazado entran en conflicto, cada vez que E me veía dejaba a las personas con quien estaba y se quedaba conmigo pero eso me molestaba no quería molestarlo, así que termine con una borrachera de esas que no se recuerda como se llego a casa, lo único que recuerdo de esa noche es que no quería que me vieran en ese estado.
¿Qué hago? A pesar de que E es mi único y mejor amigo, lo considero un hermano, no me atrevo de hablar estas cosas con el, se que no se va a reír, pero no quiero que se sienta mal.
Me molesta pensar en las relaciones por miedo a que de verdad logre conseguir una novia, mis viejos se divorciaron por el engaño, muchas de esas cosas las recuerdo muy claras, sufrí eso como hijo y no quiero sufrirlo como hombre, pero el precio que estoy pagando es demasiado caro, es cierto que no voy a sufrir del engaño, pero cada vez que veo a la gente llorar porque se separan, en vez de sentir pena por ellos, me duele a mi el hecho de no poder entenderlos, quisiera estar en el lugar de ellos, no por altruismo sino quiero sentir en carne propia ese dolor, pero ahí es donde vuelvo a entrar en conflicto ya que a la vez no quiero pasar por eso.
Cada vez que quiero sentir la compañía de una persona, lo primero que se me pasa por la mente es que mis viejos se engañaron y llegue a la conclusión que el que engaña tiene que morirse, lo admito es un sentimiento fraticida, pero es lo que siente. Yo nunca los mataría a mis viejos, pero tengo esa idea fija, si los deseos se cumplieran hoy en día seria huérfano.

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Veo que eres nuevo en todo expertos, antes de contestarte te quiero decir, mientras la pregunta esté abierta podrás comentarme algo más, o contestar a mis interrogantes y de nuevo yo volverte a contestar pero si cierras y puntúas la pregunta no tendré como comunicarme contigo a menos de que me vuelvas a preguntar.
Mira tu pregunta tiene dos parte, una es la cita que nombras que uno maximiza sus virtudes, te cuento que eso no siempre es de esa manera, a veces somos los perores críticos de nosotros mismos, y eso depende mucho de la autoestima que se tenga, si la autoestima es baja, generalmente, lo que ocurrirá es que encontremos en nosotros mismos muchos más defectos que virtudes, siendo estas incluso, difíciles de encontrar.
En tu diálogo mezclas varias cosas, pero en medio de todo ello, te puedo decir que veo dos grandes cosas, una es que no has logrado superar la situación de tus padres, y lo vienes arrastrando por la vida, eso no te deja establecer relaciones ni de amistad ni de pareja favorables, y uno no puede estar arrastrando este tipo de cosas irresueltas por la vida, es necesario ponerles como quien dice un alto y trabajar sobre ellas.
Eso mismo, te lleva a una necesidad de autocastigo, dicho de otra manera puede ser que sin darte cuenta hayas llegado a culparte por el dolor que sufrieron tus padres y tu mismo.
Hay quienes dicen que cuando una ose emborracha saca aquello que tiene por dentro, y por eso es que tu sacas lo que sacas cuando estas ebrio.
Pero mira la solución a tus dificultades no está en el trago, ni en tranquilizarte de esa manera, sino en luchar por superar tus conflictos y de hecho hacerlo, con ello tendrás una posición diferente frente a ti mismo en la vida, y frente a la vida misa y lo que ella representa.
Me refiero a que necesitas una ayuda profesional, solo por más buena voluntad que se tenga y como están las cosas no se sale de este tipo de dificultades, para eso estamos los psicólogos, que lo único que pretendemos es ayudar a las personas que tienen dificultades tanto a nivel personal como social o de pareja.
Preguntar es un primer paso, positivo como tal, por que nos muestra que somos conscientes de que tenemos un problema y que lo debemos solucionar, es como un campanazo, una señal de alerta, que ni siquiera todos perciben, pero la solución no está en ello, sino en trabajar por la consecución de los resultados que queremos, y para ello a veces se hace necesario la intervención de un profesional, que nos pueda ayudar en nuestras diferencias y darnos herramientas para que las cosas funcionen mejor y a otro nivel
Es un proceso que requiere cierta madurez personal y entender que no siempre podemos solos, es como cuando tu carro no está bien, vas al mecánico, no se te ocurriría meterle mano solo y bajar el motor, pero a veces para las cosas que tienen un nivel emocional y con son importantes en nuestra vida, como la relación de pareja o la educación de nuestros hijos, sentimos que las cosas son diferentes, nos cuesta pensar que podamos necesitar la ayuda, y aún más recibirla.
Poder aceptarlo, y recurrir a un profesional en el momento justo y apropiado, puede ser la diferencia entre que las cosas cambien o se deterioren hasta el punto en el que ya no hay nada para hacer
Y lo que más necesitarías en estos momentos es una persona que te entienda, que te comprenda, que pueda escucharte y apoyarte en tus sentimientos, una ayuda profesional para a aclarar las cosas y a tomar las decisiones de tu vida

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