Sucesión de reinos antiguos

El rey había visto una estatua de diversos materiales: la cabeza de oro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los lomos de bronce, las piernas de hierro, los pies de barro cocido con una armadura de hierro. Todos los materiales utilizados en la estatua están reunidos, pero siguen un orden menguante; de esta forma la estatua pierde toda su solidez. Este orden menguante representa evidentemente la degradación progresiva de la realidad representada. Lo mismo había ocurrido en Grecia, según el mito de Hesíodo: la edad de oro había dado lugar a la edad de plata, luego a la edad de bronce y finalmente a la edad de hierro. Pues bien, esta realidad representada no es sino la historia del mundo, examinada sobre el horizonte de Oriente Medio a partir de Babilonia. El final es de esperar: se desprende una piedra, sin saber de dónde viene y sin que la haya lanzado ninguna mano; golpea la estatua, que se derrumba y se convierte en polvo, mientras que la pequeña piedra se convierte en una gran montaña. ¿Qué quiere decir todo esto?
Es la historia de los imperios que se van a suceder en Oriente. Al principio está Babilonia y su soberano, que son idealizados; viene luego un reino de plata, que representa a los medos; sigue un reino de bronce, que domina toda la tierra y representa a Persia. Finalmente llega un reino de hierro que va a estropearlo todo: es la Grecia de Alejandro Magno. Pero los pies, que figuran la situación presente en la que vive el autor, son de barro cocido montado sobre un armazón de hierro. Pero una mezcla así no puede tener solidez, aunque se intente sujetarla bien "con simiente humana". Tal es la situación del Oriente dividido entre los seléucidas de Siria y los lágidas de Egipto, a pesar de los intentos de unión entre las dinastías por medio de una política de matrimonios.
Por eso el porvenir se presenta bajo una forma doble: primero una catástrofe aniquilará los imperios humanos que se reparten en el mundo y luego el Dios del cielo restablecerá aquí abajo un nuevo "Reino". Aplastando y aniquilando a todos los anteriores, este Reino subsistirá para siempre. Se trata evidentemente de la venida del Reino de Dios, sin ninguna insistencia en el pueblo que será su depositario. No hay solución de continuidad con el presente: este futuro posee, como ocurre siempre en los profetas, una inminencia psicológica. Si en el punto de partida de la historia del poder babilónico está personificado por el rey Nabucodonosor, al final se evoca al Reino "que no pasará" sin mencionar al rey-Mesías.
La teoría de los cuatro imperios vuelve a aparecer en el capítulo 7 del mismo libro. Aquí los cuatro reinos son representados por cuatro fieras: Babilonia está representada por un león con alas de águila. La segunda fiera, el oso, representa el poder de los medos. No está claro a qué aluden las "tres costillas" entre sus dientes. La tercera fiera, el leopardo, representa al imperio persa instalado en Babilonia: las cuatro alas y las cuatro cabezas recuerdan el simbolismo de las "cuatro regiones" que se menciona en inscripciones orientales. La cuarta fiera, tan terrorífica que no se le da ningún nombre simbólico, es el imperio terrible de Alejandro. Los diez cuernos de la fiera son los reyes helenistas de la dinastía siria de los seléucidas. Una remodelación del texto añadió un undécimo cuerno.
El autor de los textos vive y escribe en el siglo II a. C., durante la rebelión de los Macabeos, pero sitúa al protagonista en la época de la cautividad de Israel en Babilonia, en el siglo VI a. C. Por eso puede aludir a acontecimientos que para el héroe del libro aún no han llegado, pero que en realidad han ocurrido cuatrocientos años atrás. El autor de estos textos no tiene un objetivo de orden histórico, sino didáctico o edificante. Sitúa al héroe del libro en la época de la cautividad de Israel en Babilonia, para mirar hacia su tiempo con cierta distancia, aludiendo a él a través de sus relatos didácticos. Es decir, que en realidad no son profecías, puesto que escribe sobre acontecimientos que ocurrieron siglos atrás (todos esos reinos ya han pasado), sino para señalar su tiempo como el final de un largo periodo, después del cual habrá de llegar el "Fin" para que se realicen los designios de Dios. Ese es el objetivo que se persigue en el otro género literario al que recurre el autor: el apocalipsis.

Mi querida cacaranda:
Te agradezco infinito tu aportación. Pero me surgen nuevas dudas.
1.- Tu mencionas que después del reino de los medas con el rey Ciro surge persia. ¿En qué momento de la historia surge persia como potencia mundial y con que líder?.
2.- Hablas solo de Grecia como ultimo reino humano. ¿Y Roma no es considerada como una potencia mundial en su época?
3.- En la visión del capitulo 7 de Daniel ciertamente se repite el sueño pero ahora con animales. Sobresale en gran manera la bestia terrible que no admite descripción, y que ostenta diez cuernos, los cuales, según la misma declaración del profeta, son diez reyes que se levantarían a la caída del reino de hierro. Según tengo entendido, este reino de hierro es Roma quien el decaer dio origen a diez reinos más pequeños comandados por diez generales. De estos habría de surgir otro cuerno, pequeño al principio, pero que se engrandeció después. Muy especial por no ser un poder político sino religioso, es decir diferente de sus antecesores.
Aun tengo algunas otras dudas pero te agradeceré en el alma que me ayudes con estas