El portaaviones

La importancia del portaaviones en la Segunda Guerra Mundial no hizo sino confirmar las teorías de ciertos visionarios en los altos mandos de las Armadas americana y japonesa desarrolladas desde fines de la Primera Guerra Mundial (experiencias con cruceros acondicionados con pistas de despegue/aterrizaje, utilización de hidroplanos, etc.) y principalmente los años 30. Lamentablemente y como se verá luego, estas ideas fueron opacadas por el conservadurismo imperante en la mayoría de la oficialidad de ambos países y la inercia respecto a la importancia de los acorazados y cruceros de batalla buscando la "batalla decisiva" en una debacle de hierro y pólvora. Como se verá a partir de Pearl Harbor, los portaaviones adquieren una preeminencia gravitante en los planes de las armadas de los EEUU y el Japón. Cada vez es más complejo el ubicar la flota enemiga con grupos de flota navegando a 25 y más nudos y en un océano gigantesco como el Pacífico. Adquiere de esta forma importancia el localizar mediante aviones exploradores la flota enemiga y el poder iniciar las operaciones bélicas a distancias más allá del horizonte. En Midway por ejemplo, el enfrentamiento tiene lugar con el grueso de las flotas distante a unas 200 millas y más. Los acorazados servirán solamente de apoyo antiaéreo y de blancos para torpedos y bombas de precisión. Tristemente para el Japón, el olvido en que mantuvo su fuerza de portaaviones se manifestó en el escaso número de ellos y sus medidas y capacidad inferiores a los grandes modelos americanos. Tan solo Pearl Harbor se pleneó únicamente en torno a la fuerza de portaaviones y con el transcurso de la guerra la marina imperial siguió con la doctrina de buscar la "gran batalla" de acorazados en la cual el tamaño de los cañones de los buques "Yamato" y "Musashi" (406mm) pondrían fuera de combate a sus equivalentes americanos. Es sintomático el comparar la fecha de construcción de portaaviones japonenes y su número con los norteamericanos. Si bien es cierto los segundos todavía contaban con una flota de acorazados inmensa, no es menos cierto que tenían ya 3 portaaviones gigantes (clase Lexington) y decenas de portaaviones auxiliares. La importancia de esta arma se manifiesta claramente en el Pacífico y medianamente en los demás escenarios. En el Atlántico, el estado del mar en invierno y en la zona norte impiden una utilización eficiente de este medio naval, pero es en el Mediterráneo donde mostró mayormente su valía en el teatro europeo. Mussolini se equivocó claramente al pensar que la misma península itálica era un portaaviones en el mediterráneo. La misma flota italiana fue diezmada en Tarento a manos de torpederos británicos procedentes de portaaviones.
Espero que hayas ampliado tus conocimientos sobre este punto y diría a modo de resumen que en el enfrentamiento americano-japonés es donde más repercusión tiene el portaaviones, siendo el teatro del mediterráneo uno secundario.