Léeme y conversemos

Hola experto vivo en el Perú (Lima) y deseo una orientación:
Sucede que en mi país existen casi todas las carreras que puedan brindar a nivel mundial. Y yo me siento inclinado hacia un poco de todo. Es decir he leído y he investigado apasionadamente desde Biología hasta Ciencia Militar, desde Ciencias Políticas hasta Matemática pura hasta Nutrición, Ajedrez, Filosofía, etc. Conozco algunas constelaciones y sigo buscando más, me apasiona el tema de los cuerpos celestes y me apasiona mucho leer una buena historia ya sea en una novela o en un poema épico. Sé Química y Física a nivel estudiantil y me provoca ahondar en ello, pero no lo hago porque no quiero darme la desilusión de tener que posponer estas materias por otras cosas curiosas que me apasionan en éste momento, como el origami y hasta tuve que renunciar a la idea de empezar a practicar los manuales que leí de magia. Leo mucho sobre filosofía, religión, poesía y renuncié a los video juegos de estrategia que me gustaban mucho.
En los 10 últimos años abarqué tanto que no pude sostener mi situación y poco a poco hasta dejé los estudios de la Universidad y de la Escuela de Artes y otros. Porque sentía que no estudiaba en armonía con las instituciones.
Ya por mi cuenta he visto de todo un poco, pero comparado con lo que ve un verdadero profesional, no sé nada ni qué decir de alguien realmente comprometido a lo suyo.
Me siento feliz de mirar las estrellas y reconocerlas, leer la Ilíada y sentir que puedo de alguna manera entender la personalidad tan impresionante de los héroes homéricos, de poder saber manejar algunas herramientas y truquillos del internet, me da cierto deleite.
Me da deleite ver que puedo hablar de casi todo; de sexo sólo he leído textos de educación sexual y sexualidad, complejidades del tema, como parafilias y tesis que uno encuentra en revistas, periódicos, magazines, documentales, etc.
No me he comprometido con nada hasta ahora: el inglés nunca me gustó pero lo entiendo en un nivel intermedio, más ahora siento unas ganas locas por aprender el Quechua, pero aquí en el Perú no lo difunden, más que sólo en universidades que tienen el área de idiomas que por cierto son pocas.
Estuve memorizando versos de la Eneida en latín. Me provoca ir más allá, pero me abstengo porque sé, que si invirtiera más tiempo tendría que dedicarme en serio y mis padres me piden que haga una carrera, actualmente tengo 24 años y quiero abocarme a algo. No me considero especialista en nada, he escrito y casi todo lo he echado a perder porque tiendo a ser demasiado perfeccionista, lo cual causa que difícilmente termine algo que empecé.
Desde muy niño he sido siempre así y me he acostumbrado, ya es difícil para mí el desarraigo de esta personalidad tan inspirada por todo, tan cambiante.
De niño me gustaban mucho las culturas preincaicas y soñaba con devolverle la gloria al país y con un sueño megalómano quise ser arqueólogo. De niño vi entre varios documentales uno que contaba la historia del Rey Arturo en una de sus infinitas versiones. Allí aparecía el Santo Grial y sólo en la adultez, volvería a sentir un llamado especial del tipo esotérico, aunque nunca fui ni lector ni buscador de temas esotéricos. Desarrollé una especie de idolatría y paganismo que me llevaba a querer comprender acerca de personalidades como ajedrecistas, pianistas, compositores, líderes, etc. En mi cabeza retumbaban sus nombres y tenía sus retratos cerca y algunos eran deificados.
De adolescente sólo por satisfacer a mis papás quise estudiar una carrera convencional, que terminé dejando, como si no hubiese válido nada el esfuerzo de ellos y sin olvidar que el ingreso a la universidad en el Perú es por concurso y que ahora constituye todo un negocio encarnizado donde proliferan las universidades e institutos, academias de preparación y ni qué decir de la triste realidad del país que no tiene puesto para cubrir a tanto bachiller y tantos otros más profesionales y técnicos.
Dejé la carrera de Economía en el primer año y cómo los horarios eran esclavizantes dejé primero la carrera de artes, que al fin y al cabo no la extraño porque aunque siempre fui un dibujante muy inspirado no quise tampoco comprometerme. Es ahí cuando empieza mi dulcísimo romance con la música clásica y mientras que lo llevé sólo con un profesor privado todo estuvo bien. Así pasaron a mi idolatría figuras como Bach, Mozart y Beethoven. ¡Dios mío que pasión la de estos hombres, que manera de concebir la naturaleza, su pasión era de tipo divino!
Toqué piano y aun sigo tocando, no quiero llevarlo a ningún lado ni al conservatorio ni a ningún tipo de recital.
Pero lo reconozco no he trabajado, no sé que cosa son las fatigas del trabajo, el diario leer y leer, tratar de aprender algo nuevo día a día obsesivamente, me fui poco a poco aislando hasta que aunque siempre fui de tener grandes amigos y de tener amigos interesantes hasta quedar casi completamente sólo.
Me enorgullezco de no usar lentes, de no haber sentido en mi vida alguna inclinación hacia la Iglesia, a la religión, no hice los sacramentos ni me importan, no he leído la Biblia (sólo el Apocalipsis de niño) y no me sentí apegado a las figuras cristianas, porque de manera natural inventé un panteón pagano para mí. Creo en dios, pero no el cristiano, ni de la forma que usualmente suelen describirlo, personalizarlo, dualizarlo, deducirlo, pensarlo, en fin.
A todo esto los factores negativos de esto me llevaron a ser un poco torpe en el trato superficial de los amigos. Pierdo rápido la paciencia cuando me siento agobiado por estar rodeado de amigos que sólo quieren mantener una tertulia o hacer un rato. Sólo quiero enfrascarme en lo mío, tratar de imaginar que me pierdo en el cuarto movimiento de la novena Sinfonía de Beethoven. Sólo quiero pensar de que forma un papel toma infinitas formas en casi pliegues infinitos, sólo quiero pensar en las personalidades de Aquiles y Odiseo dos personajes que viven y conviven en mi fuero interno a la manera de Andrenio y Critilo de Gracian. O que también al mirar películas con ojo crítico descarto la mayoría de las películas que he visto como pésimas o mediocres, de vez en cuando me llevo una sorpresa, como me pasó con Don Juan de Marco de Jeremy Leven,(la subestimé al principio)que, a pesar de ser mediocre como la mayoría de las películas del mundo entero, tenía un ingrediente en su formulación del guión, la verdad o por lo menos parte de ella en la voz de un loco, que quizás nada loco sea, y un profundo romanticismo, que también es mediocre, pero con un Marlon Brando que dice al final de la película "¿Y por qué no?", gracias Cervantes por un Quijote tan loco y más sabio que ningún otro que haya visto desde Fausto, pasando por don Juan claro y por qué no decirlo el mismo Ulises que tanto escritor y poeta se ve reflejado en él. Así entonces cada día para mi es una...

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Debes poner orden en tu cabeza y en tu conducta pues al leerte he pensado en un caballo desbocado, con muchísima energía pero que no lleva a ninguna parte; solamente a la dispersión.
Debes adquirir disciplina y saber aprovechar el tiempo para conseguir algo concreto; márcate un objetivo muy concreto y pon los medios para conseguirlo.
En algunos pueblos de España aún existe la figura del borriqillo que a base de dar vueltas y vueltas a la noria consigue que salga agua del pozo y con su esfuerzo logra regar la huerta, que se hace frondosa y fértil. Aplicate el cuento.

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