Gran bache en relación por un tercero

Hola,
Tengo novia desde hace 4,5 años pero desde hace 3 meses estamos pasando un mal momento, ella en el trabajo ha conocido un chaval que anda detrás de ella y que la ha confundido han hablado mucho por teléfono, y han tomado café juntos todo sin yo enterarme, pero me enteré y los dos lo hemos pasado muy mal toda la familia se ha enterado, hemos roto por 2 meses yo hice de todo para reconquistarla la amo mucho, no puedo vivir sin ella, pero ella me ha dicho que ya no me quiere como antes que la pasión se ha disminuido pero que ve al otro chaval como amigo pero el sigue detrás de ella, hemos vuelto pero aprecio por momentos cariño por su parte pero aveces me dice que se agobia como puedo ayudarla a madurar ya que estoy sufriendo mucho, ella por lo menos ya no llama al otro pero el otro la sigue llamando y la confunde. Que puedo hacer o que han echo otros. Ella muchas veces me llama y a los fines de semana salimos, y ahora habla más conmigo que antes, tenemos mejor comunicación que ahora, hablamos mucho sobre el tema pero ella es muy reservada y no se abre conmigo de verdad no se si por no hacerme daño. Desde hace 3 meses no tenemos relaciones sexuales no tiene deseo.Es posible amar de verdad y de la noche a la mañana cambiar ese amor ya que un mes antes ella quería que en un futuro cercano fuésemos a vivir juntos, quería una relación más seria.Por eso estoy tan fastidiado pasar de la seguridad plena a la ambigüedad.

1 Respuesta

Respuesta
1
Sabes La naturaleza de las relaciones duraderas, tiene sus chiste:
Por lo general, dos personas deciden pasar juntas el resto de sus vidas porque están enamoradas. Les resulta penoso estar separadas y, cuando lo están, piensan en la otra persona la mayor parte del tiempo. El corazón empieza a latirles más fuerte cuando se acerca el momento del encuentro. No soportan la idea de vivir sin el otro.
Este es el amor romántico. Esta clase de amor puede ser maravilloso pero, en realidad, tiene una vida limitada: los psicólogos opinan que, en general, durará unos tres años. ¿Pero qué hacemos cuando expiran nuestros tres años? ¿Dejamos todo para comenzar de nuevo con otra persona?
Conozco a muchos que lo hacen así. No pueden vivir sin la excitación que produce estar enamorados; creen que no tiene sentido el estar casados si no están realmente "enamorados". De esta forma pasan de una relación a otra buscando el amor perfecto y eterno. Pero en el momento en que creen haber encontrado a la persona adecuada, descubren que "su amor perfecto" se limpia los dientes con las uñas y el encanto empieza a desvanecerse una vez más.
Aquellos que adoptan la estrategia de pasar de una relación a otra corren el riesgo de terminar siendo personas amargadas y descreídas. Buscan lo que probablemente no existe, al tiempo que renuncian a algo que la mayoría considera de suma importancia: un cierto sentido de continuidad.
Esteban, que afirma ser un "adicto al amor", experimentó esa falta de continuidad a medida que su vida es menos activa: "Tengo sesenta y un años y éste es mi cuarto matrimonio. Entre uno y otro matrimonio he vivido con otras cinco mujeres en períodos cuya duración varía de unos pocos meses a algunos años. Realmente me asusta pensar que voy a morir solo. Los recuerdos que me quedan son, en su mayoría, penosos. Hubo muchos buenos momentos, en los que creía estar disfrutando plenamente de la vida; sin embargo, no parecen haberme dejado demasiada huella. Tengo siete hijos de tres de estos matrimonios y cuatro de ellos se niegan a dirigirme la palabra. Los otros tres son amables cuando los llamo o visito, pero resulta obvio que no sentirían que mañana muriera. La Navidad ha llegado a ser una época terrible para mí. Hace ocho años que no paso la Navidad con ningún familiar a excepción de mi mujer. Y no creo que Sara permanezca a mi lado mucho tiempo. Nos parecemos mucho, pero estoy seguro de que se enamorará de otro en cualquier momento, puesto que tiene más tiempo libre que yo. No sé qué haré entonces."
Los psicólogos utilizan la expresión "amor de convivencia" para describir el elemento de unión en las relaciones duraderas. Se trata del sentimiento de agrado y respeto mutuo de quienes han vivido juntos por cierto tiempo y, por tal motivo, este sentimiento crecerá a medida que sus vidas vayan entrelazándose.
El amor de convivencia resulta más valioso que el amor romántico en el curso de una vida.
Para permitir que el amor romántico se transforme en amor de convivencia, es necesario aprender a vivir con personas imperfectas. No existe otra alternativa. Es cierto que podemos encontrar a alguien más adecuado con quien vivir que nuestro cónyuge actual, pero esa persona tampoco será perfecta. De modo que, si abandonamos una relación por otra, nos estamos arriesgando. En ocasiones, el riesgo vale la pena: hay relaciones condenadas para siempre al infortunio. Pero, posiblemente, con un poco de comprensión, ayuda, y estímulo, la persona con quien vivimos pueda cambiar lo suficiente como para permitir que aflore ese amor de convivencia.
Todos desearíamos encontrar a alguien que pudiera satisfacer todas nuestras necesidades, pero las cosas no son así. Si queremos una relación duradera, tenemos que aprender a vivir con personas que pueden llegar a ser inconscientes, egoístas y mezquinas. Con frecuencia, pueden hacer cosas que nos parezcan tontas e incluso autodestructivas; en ocasiones, podemos creer que están tratando de ahuyentarnos. Sean cuales sean sus fallas, debemos no obstante comprender y vivir con ellas de la mejor forma posible.
El mundo es un sitio que puede llegar a asustarnos. Todos debemos afrontar inseguridades y dudas; ¿Somos competentes? ¿Somos dignos de ser amados? ¿Les importamos realmente a los demás? ¿Sabemos ocuparnos de nosotros mismos? ¿Aprovechamos la vida tanto como podemos?
Una de las satisfacciones más grandes de una relación duradera es que puede aportar respuestas alentadoras a estas preguntas. Las parejas que recuerdan su vida en común con satisfacción y alegría están compuestas por hombres y mujeres que han afrontado juntos estos interrogantes. Si ante la primera dificultad nos damos por vencidos en una relación, corremos el riesgo de no poder contribuir a que otra persona encuentre esas respuestas. Y si dejamos pasar la ocasión de ayudar a otro a crecer y a realizarse, quizás estemos dando muestras del tipo de respuestas que hemos encontrado para nosotros mismos.
Luois H. Janda
La palabra convivir significa: vivir en compañía de otro o de otros.
Cuando dos personas deciden convivir, pocas veces se detienen a observar los defectos, las imperfecciones que hay en el otro. El enamorarse en un comienzo tiene mucho de pasión y fantasía y nos hace ver todo de una manera bellísima, y atractiva. Hasta aquello que nos molesta de otras personas llega a ser espectacular si lo posee ese ser que amamos.
Pero luego, al pasar los años esa pasión ya no es la misma y en algunos casos el amor tampoco.
Entonces ¿Amamos con los ojos abiertos?... Creo que no...
Con el tiempo dejamos de alimentar esa pasión y esa fantasía se pierde, se esfuma y ahí nos encontramos cara a cara y si el amor no se potencializa llegamos a ver en el otro muchas veces a un rival o a un ser que no coincide con el modelo que nosotros habíamos soñado que nos acompañaría hasta el final de nuestra vida.
Jorge Bucay nos dice:
"Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal. La relación suma, por eso vale la pena.
Vale... la PENA (es decir, vale penar por ella). Vale el sufrimiento que genera. Vale el dolor con el que tendremos que enfrentarnos, y es valioso porque cuando lo atravesamos, ya no somos los mismos, hemos crecido, somos más conscientes, somos más plenos".
No debemos pensar que nos casamos con la persona inadecuada, tenemos que detenernos en nosotros y analizar nuestras ideas sobre el matrimonio y sobre las relaciones de pareja.
"Vamos a intentar ver los conflictos no sólo como un camino para superar mis barreras y poder acercarme así al otro, sino también como un camino para encontrarme con mi compañero.Y por supuesto, a partir de lo dicho, como un camino para producir el transformador encuentro conmigo mismo" . (Jorge Bucay)
Te recomiendo que pienses en esto y después valora si realmente vale la pena seguri insistiendo en algo que tal vez ella ya no desea.
Se fuerte y date valor.
Animo. Te aseguro que tal vez tu mismo te estas ahorcando sólito y no te das la oportunidad de cambiar, Yo que tu lo hacia.

Añade tu respuesta

Haz clic para o
El autor de la pregunta ya no la sigue por lo que es posible que no reciba tu respuesta.