Ruptura de pareja traumática

Hola Azez,
Te expongo mi caso.
Llevo 9 años con mi pareja, comenzamos de estudiantes y hemos ido creciendo en la vida juntos.
Nos fuimos a trabajar fuera de nuestra provincia y lejos de la familia durante tres años. En el transcurso de ese tiempo el paso por problemas de salud y sólo me tenia a mi para poder ayudarle.Yo trabajaba por los dos, pero no me importaba, y ahora tampoco me arrepiento. Pasados esos tres años, nos volvimos a nuestro lugar de nacimiento y decidimos comprar un piso, ël ya se encontarba mejor y rápidamente encontró trabajo y al igual que yo.
El problema comenzó cuando decidió que necesitaba un tiempo para estar solo, yo le di ese tiempo, pero de eso ya han pasado 14 meses. Seguimos compartiendo piso y para mi eso ya es insostenible, ademas me ha confirmado que tiene una amiga especial,.
El se pasa los fines de semana fuera de casa y luego por semana prretende que todo siga igual y me sigue pidiendo tiempo porque dice que no sabe que hacer con su vida, que no tiene las cosas claras.
Ademas, cada día comprubo que me miente en pequeñas cosas pero que para mi son importantes. Me dice que es para no hacerme daño.
No se que hacer, porque él no esta dispuesto a abandonar el piso y a romper por una vez por todas con la situación, su idea es irse a vivir a un piso de alquiler y seguir pagando su parte de la hipoteca, quiere que le de 6 meses para decidir, pero creo que ya le he dado bastante tiempo.
¿Qué hago?
Un saludo

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Sabes que correeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!, no busques más nada en esa persona realmente es un desagradecido porque por lo menos deebria tener la hombría de decirte que esta pasando que quiere y asia donde va, nadie en estas cosas puede estar indeciso tanto tiempo, se quiere o no se quiere y a otra cosa pinela como decía mi abuela, estas cosas que asen nuestras parejas son para confundirnos, desvalorizarnos, si puedes vende tu el piso o arregla ese tema de alguna forma, no te aferres a algo material, aférrate a cuidar tu cabeza, ¿amiga la cabeza siempre la debemos tener por encima de nuestros hombros y esta situación lo único que te ase es enloquecerte e apoco lo material se recupera pero lo psico no comprendes lo que te digo' comprendes que el esta jugando contigo? No esperes más. Azez pd cierra y puntúa al final de la página podrás hacerlo gracias.
El rey y la mendiga
Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Por su palacio pasaron todas las mujeres más hermosas del reino y de otros más lejanos; muchas le ofrecían, además de su belleza y encantos, muchas riquezas, pero ninguna lo satisfacía tanto como para convertirse en su reina.
Cierto día llegó una mendiga al palacio y con mucha lucha consiguió una audiencia. "No tengo nada material que ofrecerte; sólo puedo darte el gran amor que siento por ti" le dijo al rey; " puedo hacer algo para demostrarte ese amor". Esto despertó la curiosidad del rey, quien le pidió que le dijera que sería eso que podía hacer." Pasaré cien días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos cien días, entonces me convertirás en tu esposa". El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto. Le dijo "acepto". Si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa".
Dicho esto, la mujer empezó su sacrificio. Empezaron a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades... muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran amor. De vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad de su habitación para verla y le hacía señas de aliento con el pulgar. Así fue pasando el tiempo... veinte días... cincuenta... la gente del reino estaba feliz, pues pensaban "¡¡por fin tendremos una reina!!"... noventa días... y el rey continuaba asomando su cabeza de vez el cuando para ver los progresos de la mujer. "Esta mujer es increíble", pensaba para sí mismo, y volvía a darle alientos con señas.
Al fin llegó el día noventa y nueve y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del palacio para ver el momento en que aquélla mendiga se convertiría en esposa del rey. Fueron contando las horas... ¡A las doce de la noche de ese día tendrían reina!... La pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído enfermedades.
Entonces sucedió. A las once de la noche de aquel día noventa y nueve, faltando apenas una hora para que llegara el día cien, la valiente mujer se rindió... y decidió retirarse de aquel palacio. Dio una triste mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se marchó. La gente estaba conmocionada. Nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se había rendido faltando tan sólo una hora para ver sus sueños convertirse en realidad. ¡Había soportado tanto!
Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo ocurrido. Le preguntó: "¿Por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?" y, ante su asombro, ella respondió: "Estuve noventa y nueve días y veintitrés horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades, y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio. Me veía padecer y sólo me alentaba a continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento. Esperé todo este tiempo un atisbo de bondad y consideración que nunca llegaron. Entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo piensa en sí misma, no merece mi amor".
Moraleja: Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar... aunque te duela, retírate. Y no tanto porque las cosas se tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir valorado, quien no sea capaz de dar lo mismo que tú, quien no pueda establecer el mismo compromiso, la misma entrega... simplemente... NO TE MERECE.
Muchas gracias por tu respuesta, me ha ayudado a compredender que me tengo que preocupar de mi.
Me ha encantado la moraleja.
Gracias, un saludo

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