Embarazo

Mi pregunta es un bebe puede nacer como a los 8 meses o 34 se manas pero entre los 8 meses... ¿por qué yo he escuchado que los bebe que nacen a los 8 meses no viven es verdad?
Gracias

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Mi querida amiga virtual:
Los bebes viven, es porque los pulmones no están desarrollados del todo y para eso te dan inyecciones, si un bebe nace de 5, 6 y 7 meses no es más sano que uno de 8 casi todos tienen problemas respiratorios.
Nacimiento Prematuro
La mayoría de los embarazos dura cerca de 40 semanas. Cuando un bebé nace entre las semanas 37 y 42 de gestación se dice que es un bebé nacido a término. A los bebés nacidos antes de completar las 37 semanas de embarazo se les llama bebés prematuros. En los Estados Unidos, aproximadamente el 12.5 por ciento de los bebés - más de medio millón por año - nace en forma prematura. 1 Por razones que los médicos aún no han podido determinar, el índice de nacimientos prematuros ha aumentado más de 30 por ciento desde 1981.1
El nacimiento prematuro es un problema de salud serio. Los bebés prematuros corren un riesgo mayor de tener complicaciones de salud al nacer e incapacidades permanentes, como retraso mental, parálisis cerebral, problemas pulmonares y gastrointestinales, pérdida de la visión y la audición, e incluso la muerte. En muchos casos, estos bebés requieren atención especial en una unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU), con personal médico y equipos especializados capaces de tratar los diferentes problemas a los que están expuestos.
La mayoría de los bebés prematuros (71.2 por ciento) nace entre las 34 y las 36 semanas de gestación. 1 En estos casos se habla de nacimientos prematuros casi a término. Casi el 13 por ciento de los bebés prematuros nace entre las semanas 32 y 33 de gestación, aproximadamente el 10 por ciento entre las semanas 28 y 31, y cerca del 6 por ciento antes de cumplidas las 28 semanas de gestación. 1
Todos los bebés prematuros corren el riesgo de tener problemas de salud, pero el riesgo es más alto en aquellos nacidos antes de las 32 semanas de gestación. Por lo general, estos bebés son muy pequeños y sus órganos se encuentran menos desarrollados que los de los bebés nacidos después. Afortunadamente, los avances en la obstetricia y la neonatología, la rama de la pediatría que se ocupa de los recién nacidos, han mejorado las probabilidades de supervivencia incluso para los bebés más pequeños.
Además de ser pequeños y enfermizos, los bebés prematuros pueden tener un aspecto y conducta muy diferentes a los de los bebés nacidos a término. Su piel, por ejemplo, puede ser delgada y arrugada, y sus cabezas más grandes en relación con el tamaño de sus cuerpos. Pero su aspecto es normal para la etapa de desarrollo en la que se encuentran y comenzarán a asemejarse más a los bebés nacidos a término a medida que continúen desarrollándose y creciendo. Durante su primer año de vida, debe evaluarse a estos bebés según su edad corregida (es decir, teniendo en cuenta su grado de premadurez).
¿Cuáles son las causas de los nacimientos prematuros?
Aproximadamente el 25 por ciento de los nacimientos prematuros tiene lugar cuando el médico induce el parto antes de término o cuando se realiza una parto por cesárea debido a complicaciones en el embarazo o a problemas de salud de la madre o el feto. 2 En la mayoría de estos casos, el parto prematuro es probablemente la opción más segura para la madre y el bebé.
La mayoría de los nacimientos prematuros se debe a un parto prematuro espontáneo o como consecuencia de la rotura prematura de las membranas, cuando el saco que se encuentra dentro del útero y que contiene al bebé se rompe antes de tiempo. No se conocen a ciencia cierta las causas del parto prematuro o de la rotura prematura de las membranas pero las últimas investigaciones sugieren que en muchos casos obedecen a la respuesta natural del organismo a ciertas infecciones, como aquellas que afectan al líquido amniótico y las membranas fetales. Sin embargo, en casi el 40 por ciento de los casos, el médico no puede determinar la razón que provoca un parto prematuro en la mujer.
¿Qué mujeres tienen un riesgo mayor de tener un parto prematuro?
Cualquier mujer puede tener un parto prematuro pero existen algunas que corren un riesgo mayor. Los investigadores han identificado algunos factores de riesgo pero aún no han podido determinar qué mujeres están más expuestas.
Existen tres grupos de mujeres con un riesgo mayor de tener un parto prematuro:
Mujeres que ya han tenido un parto prematuro
Mujeres que esperan mellizos, trillizos o más bebés
Mujeres con ciertas anomalías en el útero o en el cuello del útero
Ciertos factores relacionados con el estilo de vida pueden poner a una mujer en mayor riesgo de tener un parto prematuro, como por ejemplo:
La falta de cuidados prenatales o comenzar los cuidados prenatales demasiado tarde
Fumar
Beber alcohol
El uso de drogas ilícitas
La exposición al medicamento dietilestilbestrol (DES)
La violencia doméstica (incluyendo el abuso físico, sexual y emocional)
La falta de apoyo social
Niveles excesivos de estrés
Trabajar muchas horas permaneciendo de pie demasiado tiempo seguido
Ciertas condiciones médicas durante el embarazo pueden aumentar la probabilidad de que una mujer tenga un parto prematuro, como por ejemplo:
Infecciones vaginales (incluidas infecciones del tracto urinario, vaginales, transmitidas sexualmente y, posiblemente, otras infecciones)
Alta presión arterial
Diabetes
Trastornos de coagulación (trombofilia)
Bajo peso antes del embarazo
Obesidad
Períodos cortos entre embarazos (menos de 6 a 9 meses entre un nacimiento y el comienzo de otro embarazo)
Estar embarazada con un sólo bebé después de una fertilización in vitro
Ciertos defectos de nacimiento en el bebé
Sangrado vaginal
Aunque la mujer tenga uno o más de estos factores de riesgo, no significa que vaya a tener un parto prematuro. No obstante, todas las mujeres deben aprender a reconocer las señales de un parto prematuro y saber qué hacer en cada caso.
¿Qué complicaciones médicas son comunes en los bebés prematuros?
Hay una serie de complicaciones que son más comunes en los bebés prematuros que en los bebés nacidos a término. Mientras que por lo general los bebés prematuros casi a término tienen pocos problemas o éstos son leves, los bebés nacidos entre las semanas 32 a 34 de gestación pueden tener una serie de complicaciones que van de leves a severas.
Síndrome de dificultad respiratoria (SDR). Cerca de 23,000 bebés al año -la mayoría de ellos nacidos antes de las 34 semanas de gestación- padecen este problema respiratorio. 3 Los bebés con SDR carecen de una proteína llamada surfactante que impide que los pequeños sacos de aire que hay en los pulmones se colapsen. El tratamiento con surfactante ayuda a los bebés a respirar con más facilidad y, desde que fue introducido en 1990, las muertes a causa de SDR han disminuido en aproximadamente la mitad.4
El médico puede sospechar que el bebé tiene SDR cuando nota que hace esfuerzo al respirar. A menudo, el diagnóstico puede confirmarse mediante una radiografía de los pulmones y análisis de sangre. Además del tratamiento con surfactante, los bebés con SDR pueden necesitar oxígeno adicional y asistencia respiratoria mecánica para mantener dilatados los pulmones. Es posible tratarlos con presión positiva continua en las vías respiratorias (PPCV), un método que consiste en aplicar aire presurizado a los pulmones del bebé. El aire puede suministrarse a través de pequeños tubos que se colocan en la nariz del bebé, o a través de un tubo que se le inserta en la tráquea. La PPCV ayuda al bebé a respirar, pero no respira por él. Los bebés más enfermos pueden necesitar temporalmente la ayuda de un respirador que respire por ellos mientras sus pulmones maduran.
Apnea. A veces, los bebés prematuros dejan de respirar durante 20 segundos o más. Esta interrupción en la respiración se denomina apnea y puede ir acompañada de una reducción en el ritmo cardíaco. Los bebés prematuros están bajo observación constante para detectar cualquier caso de apnea. Si el bebé deja de respirar, el personal de enfermería lo estimulará dándole palmaditas o tocándole las plantas de los pies.
Hemorragia intraventricular (HIV). Las hemorragias cerebrales son comunes en algunos bebés prematuros, en particular aquellos nacidos antes de las 32 semanas de gestación. Normalmente, estas hemorragias se producen durante los primeros tres días de vida y, por lo general, pueden diagnosticarse mediante un examen por ultrasonido. Casi todas las hemorragias son leves y se resuelven solas, provocando pocas o ninguna consecuencia permanente. Las hemorragias más graves pueden hacer que los ventrículos cerebrales (unas cavidades del cerebro que están llenas de líquido) se dilaten rápidamente y aumenten la presión sobre él, lo cual puede producir daño cerebral (como parálisis cerebral o problemas de aprendizaje y conducta). En estos casos, los cirujanos suelen introducir un tubo en el cerebro para drenar el líquido y reducir el riesgo de daño cerebral. En los casos más leves se utilizan medicamentos que permiten reducir la acumulación de líquido. La HIV también se asocia con el riesgo de desarrollar parálisis cerebral.
Conducto arterial patente (CAP). El CAP es un problema cardíaco comúnmente observado en los bebés prematuros. Antes del nacimiento, una arteria grande llamada ductus arteriosus o conducto arterial hace que la sangre se desvíe y no pase por los pulmones ya que el feto recibe el oxígeno que necesita a través de la placenta. Normalmente, el conducto se cierra poco después del nacimiento para que la sangre pueda circular hacia los pulmones y absorber oxígeno. En los bebés prematuros, el conducto no siempre se cierra adecuadamente, lo cual puede llevar a insuficiencia cardíaca. El CAP puede diagnosticarse mediante un tipo especial de ultrasonido conocido como ecocardiografía o con otras pruebas por imágenes. Los bebés con CAP se tratan con un medicamento que ayuda a cerrar el conducto, aunque puede requerirse cirugía si el medicamento no resulta eficaz.
Enterocolitis necrotizante (ECN). Algunos bebés prematuros desarrollan este problema intestinal potencialmente peligroso (por lo general, de dos a tres semanas después del nacimiento), que lleva a dificultades de alimentación, hinchazón abdominal y otras complicaciones Cuando se comprueba mediante pruebas por imágenes, como radiografías, y análisis de sangre que el bebé tiene ECN, se lo trata con antibióticos y se lo alimenta por vía intravenosa mientras su intestino se cura. En algunos casos, es necesario realizar una cirugía para extirpar secciones lesionadas del intestino.
Retinopatía de la premadurez (RDP). La RDP es un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos del ojo que puede llevar a la pérdida de la vista y se produce principalmente en los bebés nacidos antes de las 32 semanas de gestación. La RDP puede diagnosticarse mediante un examen oftalmológico. La mayoría de los casos son leves y los ojos se curan solos con poca o ninguna pérdida de la visión. En los casos más severos, el oftalmólogo puede tratar los vasos anormales con láser o con crioterapia (congelamiento) para proteger la retina y preservar la visión.
Ictericia. Los bebés prematuros tienen más probabilidades que los bebés nacidos a término de desarrollar ictericia ya que sus hígados no se encuentran lo suficientemente maduros para eliminar un producto de desecho llamado bilirrubina de la sangre. Además, los bebés prematuros pueden ser más sensibles a los efectos nocivos del exceso de bilirrubina. Los bebés con ictericia se caracterizan por tener un color amarillento en la piel y en los ojos. La ictericia suele ser leve y, por lo general, no es nociva. No obstante, si el nivel de bilirrubina es muy alto puede causar daño cerebral. Por lo general, esto puede evitarse ya que a través de los análisis de sangre se puede comprobar si las concentraciones de bilirrubina son muy altas y, en ese caso, se puede tratar al bebé con luces especiales (fototerapia) que ayudan a su organismo a eliminar la bilirrubina. Ocasionalmente, el bebé puede necesitar una transfusión de sangre.
Anemia. Los bebés prematuros a menudo son anémicos, lo cual significa que no tienen suficientes glóbulos rojos. Normalmente, el bebé almacena hierro durante los últimos meses de gestación y lo utiliza hacia el final del embarazo y después del nacimiento para producir glóbulos rojos. Los bebés prematuros pueden no haber tenido suficiente tiempo para almacenar hierro. Si el bebé es anémico, suele desarrollar problemas de alimentación y crecer más lentamente. La anemia también puede agravar los problemas cardíacos o de respiración. Estos bebés pueden tratarse con suplementos dietéticos de hierro, medicamentos que aumentan la producción de glóbulos rojos o, en casos severos, con transfusiones de sangre.
Enfermedad pulmonar crónica o displasia broncopulmonar (DBP). La DBP es un trastorno pulmonar crónico que afecta principalmente a los bebés prematuros que requieren tratamiento permanente con oxígeno suplementario. El riesgo de DBP aumenta en los bebés que siguen necesitando oxígeno 36 semanas después de su concepción (es decir, cuando las semanas de embarazo más las semanas después de su nacimiento superan las 36 semanas). Estos bebés acumulan líquido en los pulmones y sufren cicatrices y lesiones pulmonares que pueden observarse mediante radiografías. Los bebés afectados se tratan con medicamentos que facilitan la respiración y, gradualmente, se va interrumpiendo el uso del respirador. Por lo general, sus pulmones se curan durante los dos primeros años de vida, aunque algunos desarrollan una enfermedad pulmonar crónica similar al asma.
Infecciones. Los bebés prematuros tienen sistemas inmunológicos inmaduros incapaces de combatir de manera eficiente las bacterias, los virus y otros organismos que pueden causar infecciones típicas, como neumonía (infección pulmonar), sepsis (infección de la sangre) y meningitis (infección de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal). Los bebés pueden contraer estas infecciones de sus madres al nacer o infectarse después del nacimiento. Las infecciones se tratan con antibióticos o medicamentos antivirales.
¿Cuáles son las perspectivas para los bebés nacidos antes de las 28 semanas de gestación?
En Estados Unidos menos del un por ciento de los bebés nace en forma tan prematura, pero son los que sufren la mayor cantidad de complicaciones. 1 La mayoría de estos bebés nace con un peso demasiado bajo (menos de 2 libras y 3 onzas). Prácticamente todos ellos requieren tratamiento con oxígeno, surfactante y asistencia respiratoria mecánica para poder respirar. Estos bebés son demasiado inmaduros para succionar, tragar y respirar al mismo tiempo. Por esta razón, se los debe alimentar por vía intravenosa hasta que desarrollen las habilidades necesarias. A menudo no pueden llorar (o no es posible oírlos debido al tubo que tienen en la garganta) y duermen la mayor parte del día. Estos bebés de tamaño tan pequeño tienen poco tono muscular y la mayoría se mueve muy poco.
Estos bebés tienen un aspecto muy diferente al de los bebés nacidos a término. Su piel es arrugada y de color morado rojizo y son tan delgados que se pueden ver los vasos sanguíneos a través de su piel. Su cara y su cuerpo están cubiertos con pelo fino llamado lanugo. Como estos bebés no han tenido tiempo de acumular grasa, se ven muy delgados. Por lo general, tienen los ojos cerrados y no tienen pestañas.
Además, estos bebés corren un alto riesgo de desarrollar una o más de las complicaciones antes mencionadas. Sin embargo, la mayoría de los nacidos después de cumplidas 26 semanas de gestación sobrevive (cerca del 80 por ciento de los que nacen a las 26 semanas y cerca del 90 por ciento de los nacidos a las 27 semanas), aunque pueden tener que permanecer más tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU). 5 Lamentablemente, cerca del 25 por ciento de estos bebés tan prematuros desarrolla incapacidades permanentes serias y hasta la mitad puede tener problemas más leves, como problemas de aprendizaje y conducta.5
¿Qué ocurre con los bebés nacidos entre las 28 y las 31 semanas de gestación?
Estos bebés tienen un aspecto muy similar al de los bebés nacidos antes, pero son más grandes (por lo general pesan entre 2 y 4 libras) e incluso tienen más probabilidades de sobrevivir (de 90 a 95 por ciento aproximadamente). 5 La mayoría requiere tratamiento con oxígeno, surfactante y asistencia respiratoria mecánica. A algunos de ellos se les puede dar el pecho o alimentar con fórmula por un tubo que se les coloca en el estómago a través de la nariz o la boca, aunque a otros se los debe alimentar por vía intravenosa.
Algunos de estos bebés pueden llorar y se mueven más pero sus movimientos pueden ser bruscos. Estos bebés pueden agarrar los dedos de las personas cuando se los acercan. Además, pueden abrir los ojos y comienzan a permanecer despiertos y alertas durante períodos breves.
Los bebés nacidos entre las 28 y 31 semanas corren el riesgo de sufrir algunas de las complicaciones arriba mencionadas pero cuando esto ocurre no suelen ser tan graves como en el caso de los bebés nacidos antes. Los bebés de muy bajo peso (menos de 3 libras y 4 onzas) siguen estando expuestos al riesgo de desarrollar incapacidades serias.
¿Qué ocurre con los bebés nacidos entre las 32 y las 33 semanas de gestación?
Aproximadamente el 95 por ciento de estos bebés sobrevive. 5 La mayoría pesa entre tres y cinco libras y tiene un aspecto más delgado que los bebés nacidos a término. Algunos pueden respirar por cuenta propia y muchos otros necesitan oxígeno suplementario. A algunos de ellos se les puede dar el pecho o alimentar con biberón, aunque aquellos con dificultades respiratorias probablemente deberán ser alimentados por un tubo. Los bebés nacidos en esta etapa de gestación tienen menos probabilidades que los nacidos antes de desarrollar incapacidades graves debido a su nacimiento prematuro, aunque pueden tener también un alto riesgo de sufrir problemas de aprendizaje y de conducta.
¿Los bebés nacidos entre las semanas 34 y 36 de gestación corren riesgo de desarrollar problemas médicos?
Los bebés prematuros casi a término suelen ser más sanos que los nacidos antes y tienen casi las mismas probabilidades que los bebés nacidos a término de sobrevivir. Por lo general, pesan entre cuatro libras y media y seis libras pero parecen más delgados que los bebés nacidos a término. Estos bebés siguen teniendo un riesgo más alto que los bebés nacidos a término de tener problemas de salud típicos de los recién nacidos, como problemas para respirar y comer, dificultades para regular la temperatura del cuerpo e ictericia. 6 Por lo general, estos problemas son leves y la mayoría de los bebés se recupera rápidamente. A la mayoría de ellos se les puede dar el pecho o alimentar con biberón, aunque algunos (especialmente los que tienen leves dificultades de respiración) probablemente deberán ser alimentados por un tubo durante un breve tiempo. Se estima que a la semana 35 de gestación el peso del cerebro es de apenas el 60 por ciento del de los bebés a término. 6 Los bebés prematuros casi a término tienen pocas probabilidades de desarrollar incapacidades graves como consecuencia del nacimiento prematuro, pero pueden tener un riesgo mayor de problemas de aprendizaje y de conducta sutiles.6
¿Cómo puede reducir una mujer el riesgo de parto prematuro?
Es posible reducir el riesgo de parto prematuro consultando al médico antes del embarazo y recibiendo cuidados prenatales regulares desde el comienzo. Una visita al médico antes de la concepción es fundamental, especialmente para las mujeres que padecen trastornos crónicos, como diabetes o alta presión arterial, que pueden contribuir a un nacimiento prematuro. Cuando una mujer recibe cuidados previos a la concepción y prenatales adecuados, por lo general los problemas pueden identificarse desde el comienzo y tratarse, para reducir el riesgo de parto prematuro.
Los estudios sugieren que consumir la cantidad recomendada de ácido fólico durante todo el embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de nacimiento prematuro. 7 La mujer debe evitar el alcohol, fumar y las drogas ilícitas antes y durante todo el embarazo. Debe procurar alcanzar un peso saludable antes del embarazo ya que las mujeres con sobrepeso o poco peso tienen un riesgo mayor de parto prematuro. También debe aumentar la cantidad de peso recomendada durante el embarazo. El aumento de peso recomendado durante el embarazo es generalmente de 25 a 35 libras en el caso de mujeres que comienzan el embarazo con un peso normal y menos en el caso de mujeres que comienzan con sobrepeso u obesidad.8
Un nuevo tratamiento puede ayudar a prevenir otro parto prematuro en las mujeres que ya han tenido un bebé prematuro. Actualmente, este tratamiento se recomienda únicamente a las mujeres que han tenido un parto prematuro previo espontáneo (no inducido) y que están esperando un solo bebé. Los estudios demuestran que el tratamiento con la hormona progesterona (llamada 17P) reduce el riesgo de parto prematuro en aproximadamente un tercio de estas mujeres. 9 La progesterona se administra en forma de inyecciones semanales a partir de las semanas 16 a 20 del embarazo.
¿Pueden prevenirse los problemas médicos en los neonatos prematuros?
Cuando el médico sospecha que una mujer podría tener un parto prematuro, puede indicarle un tratamiento con corticosteroides. Los corticosteroides aceleran la maduración de los pulmones del feto y reducen considerablemente el riesgo de SDR, HIV, ECN, infección y la muerte del bebé. 10 El médico puede administrar a la mujer embarazada dos o más inyecciones con este tipo de fármaco. El tratamiento es más eficaz cuando se las administra al menos 24 horas antes del parto. El médico puede indicar además el tratamiento con medicamentos (llamados tocolíticos) para demorar el parto (aunque a menudo no más de un par de días). Incluso esta breve demora puede dar al médico tiempo de tratar a la mujer embarazada con corticosteroides y preparar el parto en un hospital que tenga una unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU) para proporcionar los cuidados adecuados que pueden salvar la vida del bebé prematuro.
He respondido. Mándame los cinco puntos para cerrar. Prof. Amaliucha

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