¿Se ha podido determinar cuál será la evolución del hombre en el futuro?
Quería saber si se ha podido determinar cual será la evolución del hombre en el futuro, por ejemplo si aumentará de tamaño nuestro cerebro, si nuestras extremidades se adaptaran a nuestra forma de vida actual más sedentaria, etc...
Agradecido.
Agradecido.
3 respuestas
Respuesta de owenwang
1
Me alegra que me hagas esta pregunta, porque es una de las cuestiones que más frecuentemente se plantea la gente, lo que demuestra lo equivocados que solemos tener nuestros conceptos acerca de la Evolución.
Muchos sociólogos, psicólogos, filósofos y escritores de ciencia ficción han efectuado predicciones acerca de cómo seremos en el futuro. Incluso recuerdo cuando era pequeño haber leído algo sobre ello en el "Manual de los Jóvenes Castores" (!). Las predicciones suelen ser de lo más variopinto: que si se nos pondrá el cuerpo en forma de pera, que si perderemos las piernas y los pelos, y otras cosas absurdas por el estilo... Esto sólo demuestra que esta gente entiende la Evolución tan mal como la mayoría de los demás.
Si la Teoría Evolutiva tiene algún defecto, éste es su condición de Ciencia Histórica, desde el punto de vista de que únicamente sirve para describir los fenómenos que ya han ocurrido. Es el cometido de la Teoría Evolutiva explicar, por ejemplo, el proceso mediante el cuál los caballos perdieron sus cuatro dedos menores, o el proceso mediante el cuál la corteza cerebral de los homínidos aumentó su tamaño relativo de forma espectacular en los últimos cuatro millones de años.
Sin embargo, por desgracia, el poder predictivo de la Teoría Evolutiva es absolutamente nulo. La Teoría de la Evolución no nos permite, en ningún caso, efectuar predicciones de lo que ocurrirá en el futuro. Esto se debe al carácter intrínsecamente aleatorio de las mutaciones. Los caracteres de los seres vivos aparecen mediante un proceso en dos etapas. La primera es la variación al azar de los genes que se produce durante cualquier proceso de copia del ADN (mutaciones), lo que produce una descendencia con variación. La segunda etapa es la selección natural de aquellas variaciones que proporcionen una ventaja reproductiva, con la consiguiente desaparición de los caracteres que provoquen una desventaja a la hora de reproducirse.
La primera etapa es completamente aleatoria (100% debida al azar). La segunda etapa, la selección propiamente dicha, es aleatoria (probabilistica) en parte, y en parte determinista. Como ves, la Evolución en sí es un fenómeno regido fundamentalmente por el azar.
Por tanto, no voy a intentar responder a tu pregunta, porque es imposible. Sin embargo, sí que puedo comentar un hecho distintivo sobre la evolución del ser humano que quizás sirva para clarificar nuestros conceptos.
Sigue en la segunda parte...
Muchos sociólogos, psicólogos, filósofos y escritores de ciencia ficción han efectuado predicciones acerca de cómo seremos en el futuro. Incluso recuerdo cuando era pequeño haber leído algo sobre ello en el "Manual de los Jóvenes Castores" (!). Las predicciones suelen ser de lo más variopinto: que si se nos pondrá el cuerpo en forma de pera, que si perderemos las piernas y los pelos, y otras cosas absurdas por el estilo... Esto sólo demuestra que esta gente entiende la Evolución tan mal como la mayoría de los demás.
Si la Teoría Evolutiva tiene algún defecto, éste es su condición de Ciencia Histórica, desde el punto de vista de que únicamente sirve para describir los fenómenos que ya han ocurrido. Es el cometido de la Teoría Evolutiva explicar, por ejemplo, el proceso mediante el cuál los caballos perdieron sus cuatro dedos menores, o el proceso mediante el cuál la corteza cerebral de los homínidos aumentó su tamaño relativo de forma espectacular en los últimos cuatro millones de años.
Sin embargo, por desgracia, el poder predictivo de la Teoría Evolutiva es absolutamente nulo. La Teoría de la Evolución no nos permite, en ningún caso, efectuar predicciones de lo que ocurrirá en el futuro. Esto se debe al carácter intrínsecamente aleatorio de las mutaciones. Los caracteres de los seres vivos aparecen mediante un proceso en dos etapas. La primera es la variación al azar de los genes que se produce durante cualquier proceso de copia del ADN (mutaciones), lo que produce una descendencia con variación. La segunda etapa es la selección natural de aquellas variaciones que proporcionen una ventaja reproductiva, con la consiguiente desaparición de los caracteres que provoquen una desventaja a la hora de reproducirse.
La primera etapa es completamente aleatoria (100% debida al azar). La segunda etapa, la selección propiamente dicha, es aleatoria (probabilistica) en parte, y en parte determinista. Como ves, la Evolución en sí es un fenómeno regido fundamentalmente por el azar.
Por tanto, no voy a intentar responder a tu pregunta, porque es imposible. Sin embargo, sí que puedo comentar un hecho distintivo sobre la evolución del ser humano que quizás sirva para clarificar nuestros conceptos.
Sigue en la segunda parte...
... continúa del mensaje anterior.
La selección en los homínidos ha sido fundamentalmente de un tipo concreto, llamado técnicamente "selección sexual". Es decir, los caracteres son seleccionados en función de las preferencias que tienen machos y hembras a la hora de escoger pareja. Esto hace que algunas veces se puedan seleccionar caracteres que en realidad parece que sirven de poco a la supervivencia del individuo (la cola del pavo real macho es el ejemplo característico), pero que sin embargo permiten una ventaja reproductiva a la hora de encontrar pareja. Posiblemente, caracteres típicamente humanos como la pérdida del pelo corporal, el aumento de tamaño de los glúteos, la reducción del mentón o el aumento en la altura media, sean fruto de esta selección sexual. O sea, que nuestra evolución puede estar más bien regida por el capricho (o las modas) de los individuos a la hora de seleccionar su pareja, lo que hace que sea aún más impredecible. Aunque desde luego, no creo que llegue a darse el caso de que se prefiera un compañero con un cuerpo en forma de pera. Parece que la selección sexual es una explicación razonable para el rápido avance en la capacidad intelectual del cerebro. Sin duda, un compañero o compañera inteligente es preferible a uno que sólo sirva para partir huesos con la cabeza. Y además este tipo de selección permite una variación más rápida que la típica selección por supervivencia.
Sin embargo, no existen tendencias a largo plazo en la Evolución, que nos permitirían predecir el futuro de las especies, sino que se trata de un proceso intrínsecamente impredecible y caprichoso. No podemos saber cómo serán los descendientes del ser humano, del mismo modo que no podríamos haber deducido, a partir de sus pequeños antepasados, que el calamar gigante Architheutis alcanzaría tamaños de 30 metros, que los antepasados terrestres de las ballenas volverían al agua y se convertirían a una dieta de pequeños crustáceos, o que los pequeños prosimios, que no eran más que musarañas arborícolas, sufrirían tremendos cambios en su evolución que los llevaron a ser los antecesores de la primera especie animal capaz de desarrollar una cultura.
La selección en los homínidos ha sido fundamentalmente de un tipo concreto, llamado técnicamente "selección sexual". Es decir, los caracteres son seleccionados en función de las preferencias que tienen machos y hembras a la hora de escoger pareja. Esto hace que algunas veces se puedan seleccionar caracteres que en realidad parece que sirven de poco a la supervivencia del individuo (la cola del pavo real macho es el ejemplo característico), pero que sin embargo permiten una ventaja reproductiva a la hora de encontrar pareja. Posiblemente, caracteres típicamente humanos como la pérdida del pelo corporal, el aumento de tamaño de los glúteos, la reducción del mentón o el aumento en la altura media, sean fruto de esta selección sexual. O sea, que nuestra evolución puede estar más bien regida por el capricho (o las modas) de los individuos a la hora de seleccionar su pareja, lo que hace que sea aún más impredecible. Aunque desde luego, no creo que llegue a darse el caso de que se prefiera un compañero con un cuerpo en forma de pera. Parece que la selección sexual es una explicación razonable para el rápido avance en la capacidad intelectual del cerebro. Sin duda, un compañero o compañera inteligente es preferible a uno que sólo sirva para partir huesos con la cabeza. Y además este tipo de selección permite una variación más rápida que la típica selección por supervivencia.
Sin embargo, no existen tendencias a largo plazo en la Evolución, que nos permitirían predecir el futuro de las especies, sino que se trata de un proceso intrínsecamente impredecible y caprichoso. No podemos saber cómo serán los descendientes del ser humano, del mismo modo que no podríamos haber deducido, a partir de sus pequeños antepasados, que el calamar gigante Architheutis alcanzaría tamaños de 30 metros, que los antepasados terrestres de las ballenas volverían al agua y se convertirían a una dieta de pequeños crustáceos, o que los pequeños prosimios, que no eran más que musarañas arborícolas, sufrirían tremendos cambios en su evolución que los llevaron a ser los antecesores de la primera especie animal capaz de desarrollar una cultura.
Respuesta
Esta padre el discurso... ja... Así como va el Mundo Moderno no vamos a tener en donde evo! Ucionar.
Respuesta
Por mucho que se pueda teorizar e hipotetizar, jamás daremos con una predicción absoluta y ni siquiera precisa de como evolucionaremos ya que tendríamos que predecir el futuro de la tierra, del clima, de la sociedad, del medio ambiente, de nuestros animales más cercanos y las plantas que nos dan alimento. Es imposible saberlo hasta donde lo planteo así.