Recuperación de archivos

Una acción común, que todos los usuarios realizan a menudo, es borrar un archivo. La operación cobra especial importancia cuando el fichero integra información crítica, ya que existen diversas técnicas de recuperación que pueden permitir a un atacante acceder a datos que se consideraban eliminados.
Cuando se borra un archivo en Windows no se elimina realmente ya que, en realidad, se mueve a la carpeta denominada "Papelera de reciclaje". En la práctica, mediante la opción "Restauración" puede recuperarse (desde la papelera de reciclaje a su ubicación original). Para que se eliminen los archivos Windows requiere que se vacíe la papelera, tras lo cual el usuario no tiene opción de recuperarlos. Sin embargo, esto no significa que se hayan suprimido realmente, ya que tan sólo se ha modificado el primer carácter del nombre del archivo asignándole el signo "?" en la FAT (tabla de localización de archivos). Para "rescatar" los archivos · restaurando el primer carácter-, existen diversas herramientas (como, por ejemplo, Undelete de DOS).
Para evitar la recuperación de datos anteriormente mencionada debe crearse un archivo con el mismo nombre que el eliminado. Así se pierde en la FAT la referencia a los datos originales, apuntando al nuevo archivo que hemos creado.
Otras técnicas más sofisticadas consisten en recorrer el área de datos del disco, buscando la información crítica. En estos casos es necesario sobrescribir los datos originales para impedir su lectura. Los estándares del gobierno de EE. UU. Sugieren utilizar tres borrados (de forma que en el primero se escriben ceros, después unos y finalmente series combinadas de ceros y unos).
Existen técnicas muy avanzadas de recuperación que permiten acceder a datos sobrescritos. Para lograrlo se necesita acceder físicamente al disco duro y utilizar microscopios especiales. Esta técnica se basa en que el cabezal de grabación del disco duro -como dispositivo mecánico- no es totalmente preciso a la hora de ubicarse en una determinada posición de escritura, por lo que las imprecisiones microscópicas permiten estudiar huellas de escrituras anteriores. Cuanto mayor sea el número de veces que se sobrescriba un área, mayor será la dificultad para interpretar los datos originales que en ella se encontraban