Coloratura o agilidad en la voz

Partiendo de la base de que no sé cuánto llevas estudiando, ni qué nivel tienes, ni siquiera si eres hombre o mujer, lo primero para conseguir jugar con la agilidad es controlar muy bien la respiración y el apoyo. Yo en realidad no he necesitado técnicas para adquirir la agilidad porque la tenía de natura, sino para proyectar más la voz, mejorar el timbre y la afinación, así como el fiato. Quien tenga dificultad para ejecutar las agilidades debe trabajarlas despacio, nota por nota, a poca velocidad y aligerando la voz, quitándole peso, ir aumentando la velocidad y apoyándote en cada nota de un grupeto, por ejemplo, en cada semicorchea de un grupo de cuatro, en el caso de un compás binario o cuaternario. Las notas se deben ejecutar sin importancia, sin echar todo el peso del apoyo en cada una, buscando la dirección hacia la nota culminante y sin descuidar ni una sola de ellas, sobre todo cuando desciendes en la escala, no caer el apoyo, mantenerlo firme, bloqueando y dosificando bien la columna de aire para que te dure sin problemas hasta el final de la frase. Son muy buenos los ejercicios de notas picadas también, haciéndolas cortitas, suaves pero bien colocadas y apoyadas en el diafragma que debe ir subiendo.
Es muy difícil en un post como este explicarte la técnica, hay muchas maneras de explicarla e infinidad de ejercicios. Rossini tiene algo muy bueno: está muy bien escrito para la voz, se ve que pensaba en su esposa, que era mezzosoprano de coloratura. Sus obras te ayudarán mucho a desarrollar la agilidad en la voz para los pasajes en que necesites utilizarla. Recuerda: ante todo, trabajar bien el apoyo y búscate un buen maestro particular que te oriente, si es que no lo tienes ya.